“Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz,
dirás que soy un soñador, pero no soy el único,
espero que algún día nos acompañes y que el mundo sea uno.
Bumba Lennoni, especie de tarántula dedicada a John Lennon.
Queridos amantes de la ciencia y la música, apóstoles de las buenas costumbres rockeras. En esta ocasión dedicaremos esta columna a un género musical que ha enamorado a un sinnúmero de personas, dedicadas a todos los ámbitos, no creemos que exista persona alguna que no haya disfrutado de este género musical, brincado y movido la cabeza a ritmo de rock. Y los científicos no son la excepción. Abriremos este concierto de letras, mencionando a algunos de los grandes. Cuántos de nosotros no hemos escuchado mientras trabajamos en el laboratorio, en la oficina, mientras vamos en el auto o con suerte, con mucha suerte, mientras viajamos apretados en el trasporte público, a la icónica banda Queen, pues resulta que su baterista, el aclamado Roger Meddows Taylor, mejor conocido como Roger Taylor, quien escribió algunas canciones famosas como Radio Ga Ga, estudió Biología en el North London Polytechnic; si no lo sabías, no importa; ahora sabes que los biólogos también tienen esa habilidad de hacer que la piel se ponga chinita; y seguramente estarás pensando por qué estos locos de Tras las Huellas de la Naturaleza hablan de los rockeros; es sencillo: pasamos largas tardes y noches escuchando música, y todos los sonidos que nos ofrece la naturaleza. Por ello, el biólogo Iván Regen propuso a la Bioacústica como una ciencia multidisciplinaria que combina biología con acústica, estudia el canto de las aves, la frecuencia del canto de las ranas y los sapos, los sonidos humanos, (recuerdan que la voz de Steven Tyler fue estudiada para descubrir por qué puede vocalizar de manera tan peculiar); los grillos nos regalan melodías únicas que el hombre por miles de años ha intentado imitar y comprender; todo con un fin: asombrarnos y conocer más sobre la naturaleza, en algunos casos, y es cuando llegamos a la música el fin es hacernos sentir asombrarnos por la reacción de nuestro cerebro, que en algunos casos causa una descarga de adrenalina tal que ese músculo tetracavitario lata a mil por hora, bueno, es un decir; la verdad es que hay personas que se sienten eufóricas al escuchar el sonido de la guitarra y la voz del biólogo molecular Dexter Holland, vocalista de la banda The Offspring. Sí, la verdad es que hay un buen número de científicos que aman el rock y músicos que aman a la naturaleza y su estudio, a tal grado que algunos inspirados en su banda o músico favorito han dedicado el nombre de algunas especies a estos, algunos ejemplos son: Synalpheus pinkfloydi, que es un pequeño camarón, o el caso de egrotocatellus jaggeri, especie extinta de trilobite dedicada al legendario Mick Jagger, o qué tal Barbaturex morrisoni, sí, adivinaron, un lagarto extinto dedicada al finado Jim Morrison, “El Rey Lagarto”; de modo que uno se pregunta cómo es que estos científicos llegan a tanto, bueno, sin duda el sentido del oído es uno de los primeros en desarrollarse en el vientre materno, a partir de nuestro nacimiento la gran mayoría de las personas estamos rodeados de sonidos todo el tiempo y la música ha acompañado a la humanidad desde que, suponemos, se chocaron dos rocas intencionalmente o se hizo sonar el primer tambor, hasta los instrumentos que conocemos hoy en día; no podemos negar que siempre somos influenciados, nuestros padres, hermanos, primos o amigos. Como hemos visto hay músicos y bandas completamente influenciados por la naturaleza, por ello, bandas como nuestros amigos de Tu Rockcito, agrupación colombiana con más de 10 años de trayectoria, integrada por Paula Ríos, cantante y compositora; Daniel Cadena, bajista y guitarrista; Leonardo Aranguren, guitarrista; Felipe Gutiérrez, guitarrista; Ángela Alonso, baterista y corista, y Camilo Vera en la guitarra, nos regalan canciones y letras para que los más pequeños conozcan la importancia de las especies en la naturaleza, de manera divertida nos hablan de esas especies carismáticas, pero también abordan temas como el tráfico de especies, en la canción “Cien hormigas en París” nos hablan sobre esta problemática ambiental. Tu Rockcito, con su ritmo y poder sobre el escenario nos regala la oportunidad de conocer un poco del poeta, del filósofo y del científico que todos llevamos dentro, invitándonos a usar la imaginación; la música nos hace sentir, reír, y soñar; sin duda, propuestas artísticas como las de Tu Rockcito están íntimamente ligadas a la ciencia; con cuatro discos muy bien cuidados unen arte y ciencia. Si no tuviste la oportunidad de escucharlos en Puebla, te invitamos a conocer más de su trabajo en www.rockcito.com
Así como ellos, los científicos y muchas bandas de música infantil mexicanas y de toda Latinoamérica deseamos algún día ver que los niños alcancen sus sueños, y que esos sueños nunca les abandonen, porque soñar permite imaginar un mundo mejor.
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