Oposición y aproximación
El 27 de julio de 2018 Marte estará en oposición. Se trata de una configuración planetaria en la cual Marte, la Tierra y el Sol se encuentran alineados en el espacio. Cerca de las oposiciones ocurren las máximas aproximaciones del planeta rojo a la Tierra, lo que hace que estas circunstancias sean las más favorables para observarlo.
Nuestro planeta se encuentra más cerca del Sol que Marte. Se mueve más rápido y tiene un período orbital más corto, lo que hace que pase entre Marte y el Sol aproximadamente cada 780 días, es decir, Marte se acerca a la Tierra aproximadamente cada 26 meses. Sin embargo, no todas las oposiciones son iguales, debido a que las órbitas de ambos planetas son elípticas y a que los planos de estas órbitas están ligeramente inclinados. Cuando la oposición ocurre en enero-febrero y Marte está cerca de su afelio (distancia máxima al Sol, 249.1 millones de kilómetros), el tamaño angular del planeta no sobrepasa los 13 segundos de arco, mientras que cuando la oposición ocurre en los meses de julio-agosto y Marte se encuentra cerca del perihelio (distancia mínima al Sol, 206.7 millones de kilómetros), su diámetro angular puede llegar a ser de hasta 25 segundos de arco.
La oposición más favorable de los últimos años ocurrió el 27 de agosto de 2003 y representó el mayor acercamiento de Marte a la Tierra en casi 60 mil años, estuvo a “sólo” 55 millones de kilómetros, alcanzando un diámetro angular aparente de 25,13 segundos de arco. Una aproximación similar se dará hasta el 28 de agosto de 2287 cuando su diámetro angular aparente será de 25.14 segundos de arco.
Para la oposición de este mes, el máximo acercamiento ocurrirá unos días después, el 31 de julio de 2018 a las 07:51 horas UTC, cuando el planeta Marte esté a 57,59 millones de kilómetros de la Tierra.
Se trata entonces una gran aproximación, que sólo será superada en el año 2035, cuando Marte se encuentre a tan solo 56,91 millones de kilómetros de distancia y que su diámetro aparente sea de 24,2 segundos de arco.
Seguramente volverá a distribuirse en Internet el “hoax”, que aparece periódicamente desde agosto de 2003, en el que se menciona que “Marte se verá del mismo tamaño que la Luna y podrá ser visto a ojo abierto, esto es a simple vista.” Esto es desde luego falso, aparte de que Marte siempre se puede observar a simple vista. A veces es de lo objetos más brillantes en el cielo, como en esta ocasión, pero nunca se podrá ver ni más brillante, ni del mismo tamaño que la Luna. Incluso, para observar detalles se necesita observarlo a través de un telescopio adecuado.
Tormentas globales
Marte era el Dios de la guerra y el planeta recibió quizá este nombre a causa de su color rojizo. Sus dos satélites, Phobos (Miedo) y Deimos (Terror), son irregulares y tienen unos pocos kilómetros de ancho, ambos son hijos del dios de la guerra.
El planeta rojo tiene un terreno realmente variado e interesante donde podemos localizar a la montaña más alta del Sistema Solar, el Monte Olimpo con 26 km sobre la llanura local o al sistema de cañones más grande y profundo, con más de 4 mil kilómetros de extensión y con una profundidad de entre 5 y 10 kilómetros.
En 2001, la sonda espacial Mars Global Surveyor y el Telescopio Espacial Hubble obtuvieron imágenes de un extraordinario fenómeno, una tormenta que envolvió completamente al Planeta Rojo. Se trataba de la mayor tormenta global de polvo vista en Marte en varias décadas, tormentas de las cuales los investigadores aún no saben con exactitud lo que provoca que crezcan hasta tomar las dimensiones de todo el planeta.
Muy recientemente, hace unas semanas, el fenómeno se volvió a repetir: una gran tormenta de polvo cubrió gran parte de Marte al grado que el rover Opportunity suspendió sus actividades, debido principalmente a que no le llega luz solar, de la cual se alimenta. Otra misión en la superficie de marte se vio menos afectada, el Curiosity, ya que tiene una batería de energía nuclear.
El Curiosity intentará tomar entonces ventaja de la tormenta, ya que estará registrando los valores de “tau”, es decir, de la neblina que bloquea la luz solar. Esto puede dar al Curiosity una oportunidad inigualable para encontrar, entre otras, la razón por la que algunas tormentas de polvo se vuelven globales, mientras que otras permanecen pequeñas y se disipan rápidamente.
Material orgánico
Y hay más cosas extraordinarias en Marte. Curiosity, el mismo rover mencionado arriba, encontró material orgánico y metano. Y aunque relacionarlos con la vida es casi inmediato, debemos remarcar que las moléculas orgánicas (compuestas de carbono e hidrógeno, y también pueden incluir oxígeno, nitrógeno y otros elementos) pueden ser creadas por procesos no biológicos, es decir, estos hallazgos no son pruebas de vida por sí mismas.
Ya hemos mencionado en otros artículos en Saberes y Ciencias que Curiosity anda explorando en el Cráter Gale. En cuatro zonas del cráter perforó rocas sedimentarias, piedras de barro que se formaron de manera gradual hace miles de millones de años. Para identificar el material orgánico en el suelo marciano, las muestras obtenidas de la perforación fueron analizadas por el conjunto de instrumentos de análisis de muestras a bordo del Curiosity y que se denominan SAM.
Curiosity también ha descubierto variaciones estacionales en el metano en la atmósfera marciana, utilizando también el SAM a lo largo de casi tres años marcianos, es decir, durante unos seis años terrestres.
Estos dos hallazgos, el metano en la atmósfera y material orgánico preservado en la superficie, dan impulso a futuras misiones, como el rover Mars 2020 y el rover ExoMars, para que exploren la superficie y el subsuelo Marte y sigan buscando signos de vida en Marte.
Podemos recordar todos estos descubrimientos mientras observamos, a simple vista, el objeto brillante naranja-rojizo que destacará en el cielo a finales de este mes.
[email protected] y José Ramón Valdés