¡Robots en el espacio!

p11Recordemos que un robot tiene, a parte de una fuente de poder y actuadores (motores) que le dan movimiento, sensores y un dispositivo para tomar decisiones, es decir, un cerebro, y normalmente este cerebro es una computadora.

Debido a que las computadoras eran muy grandes la década de los cincuenta del siglo pasado, la forma de controlar una máquina a grandes distancias era por medio de la telemetría y señales electrónicas. La telemetría permitía tomar datos de los sensores y enviarlos a control terrestre para que se decidiera que hacer. De este modo, satélites como el Sputnik (1957) y el Explorer 1 (1958), pudieron girar alrededor de la tierra casi sin problemas. Sin embargo, mientras más te alejes de la Tierra este sistema es poco efectivo debido a las grandes distancias que deben recorrer las señales y el tiempo que tardan en ir y venir. De ahí que los dispositivos deben contar cada vez con mejor cerebro, y por lo tanto mejor inteligencia artificial.

Si queremos hablar de robots espaciales tal vez debemos darnos cuenta de que existen los rovers planetarios, las sondas espaciales, los brazos, los humanoides.

Las sondas espaciales merecen reconocerse como robots al contar con las características mencionadas, pero no tienen la forma humanoide que nos remite la palabra robot. Han sido los emisarios de la humanidad desde que Luna 2 llegara a la Luna en 1959. El primer dispositivo de la humanidad en llegar a otro planeta fue la Mariner 2 que sobrevoló Venus en 1962. La sonda Venera 3 es el primer objeto hecho por el hombre en hacer contacto con otro planeta al estrellarse sobre Venus en 1966. Por su parte Mariner 9 envió fotos de la superficie de Marte en 1971 así como Mars 2 y Mars 3. Mas tarde, en 1997, Mars Pathfinder pisó el suelo de Marte. Deep Space 1 (1998) y Stardust eran cazadoras de cometas. La primera le tomó fotos al Borrelly y la segunda logró posarse en 81P/Wild en 2004. Dentro de esta categoría, un robot tipo sonda espacial, colocó al Telescopio espacial Hubble que entrara en órbita en 1990 y que tiene la capacidad de orientar sus espejos para hacer la observación de cuerpos celestes sin la contaminación que existe en la atmósfera celeste, logrando hallar una nueva luna de Neptuno, medir la velocidad de expansión del universo, y registrar el lugar de nacimiento de nuevas estrellas.

Canadarm es un brazo robótico añadido a la estación espacial en 2002. En 2008 se le anexó el Dextre, un robot de dos brazos. Si bien el Canadarm puede manipular grandes objetos, el Dextre permite realizar actividades que de otro modo necesitarían de una caminata espacial por parte de un astronauta.

Más espectacular es el Robonauta 2, un robot humanoide que carece de piernas. Llegó a la estación espacial internacional en 2011 y además de usar Twitter (@AstroRobonaut), las manos de Robonauta le permiten usar las mismas herramientas que los astronautas humanos. Al agregarle telepresencia, una persona puede hacer trabajos en el exterior usándolo como un avatar robótico. Puede estar acoplado a un brazo como el Canadarm, a un vehículo o usar piernas.

Su hermano más reciente es el humanoide Fedor, que estuvo una semana en la estación espacial en septiembre de este año. Siguiendo una de las costumbres de los que hacen robots, su nombre es el acrónimo de Final Experimental Demonstration Object Research, y es un humanoide de 1.80 m y 160 kg, como Don Cuco el Guapo, pero más pesado. Curiosamente su objetivo inicial era desarrollar tareas de bombero y rescatista, pero llegó al espacio para mostrar si era capaz de hacer los trabajos de un astronauta, en lo cual falló lamentablemente. A Fedor lo puedes seguir en Twitter (@FEDOR37516789) e Instagram (@robot_fedor_kosmos). En 2017 este robot llamó la atención porque era capaz de disparar una pistola, lo cual era una prueba de su destreza.

Tal vez los rovers sean los robots del espacio más conocidos por el público general. Y no es para menos. Ya que al ser los primeros en llegar a explorar después de un aterrizaje se llevan todos los reflectores. Aunque se definen como un vehículo pequeño que puede moverse sobre terreno irregular, a menudo utilizado en la superficie de otros planetas, a veces controlado desde la Tierra. En realidad, han tenido tamaños grandes. Por ejemplo, el LRV usado por los astronautas de las misiones Apolo 15 a 17, era prácticamente un automóvil todo terreno.

Estos rovers aterrizan dentro de una plataforma, a veces también llamada sonda, y salen de ella para empezar a explorar.

Los Lunokhod en la década de 1960 exploraron la luna y mandaron fotografías de su superficie. Fueron los primeros robots en explorar una superficie de otro cuerpo en el espacio. Para darnos una idea de su tamaño, estos robots tenían ocho ruedas de 51 cm de diámetro. Por otra parte, Sojourner (1998), Beagle, Opportunity (2004), Curiosity (2011), son rovers enviados a Marte.

Curiosity tiene cuenta en Twitter (@MarsCuriosity) y cada agosto nos recuerda que todavía funciona porque en 2013 se cantó a sí mismo “cumpleaños feliz”, lo cual nos parte el corazón pues no puede haber alguien más solito. Sus objetivos son buscar rastros de vida en Marte a partir del análisis químico de suelo y atmósfera. Pesa alrededor de 900 kg y tiene una longitud de 2.7 m. Dado que su pila usa plutonio y es un “generador termoeléctrico de radioisótopos” tiene una esperanza de funcionar 14 años, por lo que en 2025 dejará de cantar su cumpleaños.

En este mes de mayo la misión china Chang’e-4 mostró imágenes de la cara oculta de la luna tomadas por su rover Yutu-2 (Conejo de Jade 2). La sonda israelí no logró aterrizar y se espera una sonda hindú en poco tiempo.

Como podemos ver, no han sido los humanos en explorar otros planetas, sino los robots. Y pronto llegarán a espacio profundo.

 

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