El método, alma de la ciencia, designa a primera vista cualquier cuerpo de la naturaleza, de tal manera que este cuerpo enuncie el nombre que le es propio y que este nombre haga recordar todos los conocimientos que hayan podido adquirirse en el curso del tiempo sobre el cuerpo así denominado: tanto que en la confusión extrema se descubre el orden soberano de la naturaleza.
Sistema Naturae, LINNEO (1766).
Navegando las redes sociales cual piratas, nos encontramos con una agradable noticia Se había descrito una nueva especie de serpiente para México. El artículo fue publicado en la revista Zootaxa, en su número 4564 y escrito por Carlos Alberto Hernández Jiménez y sus colaboradores: Oscar Flores Villela y Jonathan Atwood Capbell; trío de herpetólogos connotados, además, excelentes amigos de (como a nosotros nos gusta decirle de cariño a esta columna), la flora y la fauna de “Tras las Huellas de la Naturaleza”, es por ello que sin dudarlo nos animamos a dedicar esta columna a tan excelente trabajo. Antes que nada, el lector debe saber algunas cosas sobre la Taxonomía y la importancia de la descripción y clasificación de las especies. Iniciemos explicando qué es la Taxonomía. Y es que ésta es una ciencia que trabaja bajo principios y métodos de clasificación sistematizada y jerarquizada de grupos de plantas y animales. Esto nos hace recordar a personajes de la historia de la ciencia como Carlos Linneo, considerado el padre de la Taxonomía moderna, y antes de él muchos grandes habían realizado clasificaciones de animales, plantas, hongos, etcétera. Por mencionar algunos podemos nombrar a Aristóteles y a su compañero Teofrasto, Hipócrates, Dioscórides, entre otros; en México, podemos hacer mención a Netzahualcóyotl, uno de los grandes naturalistas de nuestro país, y a Moctezuma. Los mayas también fueron grandes clasificadores de plantas. Los purépechas de hongos, esto nos permite reconocer la importancia y la necesidad histórica de la clasificación. Pero no fue hasta que Linneo publicó su sistema de clasificación binomial o como a él le gustaba decirlo, el sistema del amor o sexual —de esto hablaremos en otra ocasión. Con muchas dudas en aún, nos dimos a la tarea de entrevistar a Carlos, pero no al ya tan nombrado Linneo, sino al autor de este proyecto de investigación: Carlos Hernández Jiménez. Originario de la ciudad de Puebla y profesor investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, desde pequeño se interesó por conocer sobre animales y plantas, su primer acercamiento al mundo natural fueron los libros, principalmente de dinosaurios y su gran cómplice en esta etapa fue su mamá, ya que ella lo llevaba a museos y lo acercaba a los libros con los que él creció, tiempo después ya en la preparatoria sus profesores lo guiaron para que decidiera ingresar a la carrera de Biología, una vez dentro, se encuentra con la Herpetología, ciencia que estudia a los anfibios y a los reptiles. Al ser un grupo de vertebrados que siempre le llamó la atención poco estudiados e incomprendidos por muchas personas, decide dedicarse al estudio de los anfibios y reptiles, interesado principalmente en la evolución de los reptiles, sin olvidar la importancia de gran diversidad de anfibios y reptiles presente en México. Nuestro país ocupa el primer lugar en cuanto a diversidad herpetofaunística a nivel mundial. Pero, siempre existe un favorito, para Carlos, estos son los Helodermas, mejor conocidos como escorpiones, con los que tuvo una cercanía mayor durante su tesis de licenciatura “Recuerdo cuando tuve la oportunidad de encontrar uno en campo, es la experiencia más maravillosa de mi vida, a ellos les debo en gran parte dedicarme a la herpetología”. Pero Carlos, cuéntanos, qué es la Sistemática. “Es el estudio de la biodiversidad desde el punto de vista de explorar, descubrir, describir y clasificar a la biodiversidad y, en consecuencia, reconstruir los patrones de ancestría —descendencia de los seres vivos, es decir, su historia evolutiva”. ¡Vámonos tendidos! Pensamos, cuando nos dijo que las serpientes con las que él decidió trabajar fueron descritas hace 100 años, y que tenía que revisar el género completo —pero el género se distribuye desde Estados Unidos hasta Guatemala— Carlos, se dio a la tarea de revisar algunos ejemplares en una colección en el Museo de Nueva York y se percató de que había algunas serpientes identificadas como Salvadora intermedia, pero tenían características distintas, cinco ejemplares no tenían líneas, características de la especie, todas venían de la Sierra Mixe de Oaxaca. ¡Así comenzó la aventura! Bajo la sospecha de que esas serpientes eran diferentes. ¡A trabajar, contar escamas, medirlas etcétera, nos fuimos a campo, y como lo haría un detective, buscamos las localidades, así, nos metimos al bosque y levantamos rocas, revisamos por todos lados, en pocas palabras, nos metimos hasta la cocina! Después ¡muy bien, encontramos un ejemplar vivo! Y comenzamos con el trabajo con ADN comparándolo con el ADN de serpientes del mismo grupo para ver si de verdad respondía a nuestra pregunta ¿es diferente? Después escribimos, muy contentos, un artículo científico, una vez revisado, se publicó. Para seleccionar el nombre de la especie nueva existen reglas o códigos de nomenclatura y decidimos llamarla Salvarora gymnorhachis, que quiere decir en latín “con el dorso desnudo”, porque una de sus características es que no tiene líneas en el dorso como el resto de las serpientes de este género. La importancia de conocer a la biodiversidad radica en conocer y entender a todas las formas de vida del planeta, esto nos permite saber las utilidades de cada una de las especies. Carlos piensa que lo más importante radica en descubrir cuántas y como son, en donde se encuentran y cuál es su papel en la naturaleza. En definitiva, si no conocemos la importancia de las especies no podríamos cuidarlas, tendríamos muchos problemas como a los que nos enfrentamos actualmente, debido a la extinción. Para la Biología es importante conocer a la biodiversidad, actualmente conocemos tan solo entre un 10 y un 40% de la diversidad biológica de nuestro planeta. ¿Sorprendente verdad? Por esto y muchas cosas más, hoy nos llenamos de alegría y damos la bienvenida a una nueva especie de serpiente mexicana del género Salvadora.
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