Inseguridad pública

Actualmente la entidad poblana es la décima entidad política de mayor tasa de prevalencia delictiva (víctimas de delitos entre ciudadanos residentes) y de incidencia delictiva (número de delitos entre ciudadanos residentes). En 2016, último año de gestión de Rafael Moreno Valle, las acciones delictivas se intensificaron (robo o asaltos, venta y consumo de drogas, disparos frecuentes con armas de fuego y homicidios) y durante los dos años de gestión de Antonio Gali Fayad, se consolidaron. El último año de la gestión de Mario Marín Torres (2010), Puebla ocupó el lugar no. 20 en inseguridad pública en función de su tasa de prevalencia delictiva; en 2016, último año de la gestión de Rafael Moreno, fue el lugar 17 y con Antonio Gali Fayad, fue la séptima entidad de mayor inseguridad, con una tasa de prevalencia de 31,384 por cada cien mil habitantes (Inegi, Envipe, años 2010 a 2019).

Con base en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las víctimas de delitos del fuero común en la entidad crecieron 38.5 por ciento entre 2019 y 2018, en el mismo año, los feminicidios aumentaron 87.5 por ciento y los homicidios dolosos disminuyeron 2.2 por ciento. Para tres de cuatro ciudadanos residentes en la entidad, el principal problema de Puebla es la inseguridad; en la ciudad capital, la percepción de inseguridad es más alta: nueve de cada 10 ciudadanos así lo consideran (Inegi, ENSU.2019).

La heroica Puebla de Zaragoza es la segunda ciudad más insegura del país: 53.2 por ciento de sus hogares registraron victimización de alguno de sus integrantes en el segundo semestre de 2019 cuando en el mismo semestre del año anterior los hogares con victimizados fueron 43.5 por ciento; el robo o asalto en calle o transporte público, la extorsión y el robo de vehículos fueron los principales acciones delictivas. En cuanto a situaciones de acoso personal o violencia sexual, uno de cada cuatro ciudadanos residentes en la ciudad de Puebla manifestó haberlo sido (por género: una de cada tres ciudadanas y uno de cada siete ciudadanos) durante el segundo semestre de 2019 (Inegi, ENSU.2019).

El atestiguamiento de conductas antisociales o acciones delictivas ha aumentado en la ciudad capital, en diciembre del año pasado 51 por ciento de los ciudadanos escuchó disparos frecuentes (34 por ciento en septiembre de 2018), 81 por ciento vio asaltos o robos (78 por ciento en septiembre 2018) y 36 por ciento tuvo conocimiento de venta y consumo de drogas (31 por ciento en septiembre de 2018). Víctimas o testigos, los ciudadanos de la capital están atemorizados por la impunidad del crimen organizado y la poco o nula eficiencia para combatirlos, de ahí su pesimismo: 84 por ciento de los ciudadanos cree que la delincuencia empeorará en la ciudad capital (60 por ciento lo afirmó en septiembre de 2018) y su decepción de la policía municipal: 67 por ciento de los ciudadanos capitalinos estima que la policía municipal es poco o nada eficiente y 49 por ciento le tiene poco o nada de confianza.

En percepción de inseguridad (92.7 por ciento de ciudadanos capitalinos), la ciudad  de Puebla ocupa el primero de 74 sitios posibles a nivel nacional (diciembre 2019), y los lugares donde hay mayor inseguridad son los cajeros, los bancos, las calles por donde caminamos y las carreteras. La percepción de inseguridad en automóviles, escuelas y mercados públicos son las que más crecieron entre diciembre de 2019 respecto a septiembre de 2018.

Con referencia a la entidad poblana, el municipio de Puebla ocupa el sexto lugar en tasas de acción delictiva; el primero en robo a negocios, el tercero en lesiones, el quinto en narcomenudeo, el séptimo en violencia familiar y el onceavo en feminicidios. No es casualidad que 88 por ciento de los ciudadanos de la capital poblana mencione que la delincuencia es el segundo problema más importante de la capital (el bacheo es el primero) o que el 75 por ciento de los ciudadanos de la entidad hayan manifestado que el principal tema de su preocupación sea la inseguridad; 28 por ciento mencionó la falta de castigo a los delincuentes y 13 por ciento al narcotráfico (Inegi, Envipe.2019). La inseguridad demanda acciones urgentes y coordinadas de los tres niveles del Ejecutivo y de los tres poderes de la Unión.