Mayor masa salarial

La economía ha decrecido durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador: si comparamos lo logrado a la mitad de esa gestión con lo registrado al asumir el cargo, la producción de bienes y servicios es 3.8 por ciento menor y el producto por habitante es 6.5 por ciento más pequeño en términos reales. No ha sucedido así con la creación de empleos, que aumentó en 7.3 por ciento y la masa de salarios a precios constantes, que aumentó 12.4 por ciento.

En el primer trimestre del año en curso las personas ocupadas eran 3.8 millones más que las que había cuatro años atrás, y no sólo se incrementó la oferta de empleos sino que el salario mínimo aumentó, en términos reales, 66.7 por ciento en esos años, lo cual fue determinante para que la masa salarial a precios constantes aumentara. Es sabido y percibido que los salarios contractuales no han crecido en los mismos términos que los salarios mínimos y que el empleo predominante es el que carece de prestaciones sociales y el de baja remuneración salarial: en el primer trimestre de 2018, 50.6 de la población ocupada percibió entre cero y dos salarios mínimos; en el mismo trimestre de este año, fueron 72 por ciento los que percibieron esos ingresos salariales, en cambio, la población ocupada que recibió entre 2.1 y cinco salarios mínimos pasó de 31.3 a 14.4 por ciento en dichos trimestres. Medidos por salarios mínimos, hay una merma del salario promedio por persona ocupada; medido por el poder adquisitivo que expresan esos salarios, hay una mejoría del poder de compra salarial.

Si la comparación es con el trimestre previo al confinamiento pandémico, entre el primer trimestre de 2022 y ese mismo trimestre de 2020, el número de ocupados creció en 1.85 por ciento, la masa salarios en pesos constantes se incrementó en 0.65 por ciento y el salario mínimo creció, en términos reales, 26.8 por ciento. La causal de la mayor masa salarial en pesos constantes es el incremento de los salarios mínimos. Además del aumento del ingreso salarial en términos reales, las familias de menores ingresos han percibido transferencias del gobierno federal a través de sus programas sociales y remesas de sus familiares radicados fuera de México.

Las remesas enviadas a México han aumentado 74 por ciento entre el primer trimestre de 2018 y el mismo periodo de 2022, esa variación se origina por un incremento del número de mexicanos laborando en Estados Unidos y mayores percepciones, aunque no todas esas remesas son directamente para las familias de los emigrados, también incluyen ingresos para transmigrantes en tránsito por México y nómadas digitales. En el primer trimestre de 2020 las remesas enviadas a México fueron 9 mil 397.6 millones de dólares (md), lo que comparadas con la masa salarial devengada en el país en ese tiempo, significó 60 por ciento; para el mismo trimestre de 2022, las remesas fueron 12 mil 521.4 md, lo que comparado con la masa salarial devengada en México en ese mismo trimestre fue ya de 70 por ciento, según el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social. La suma de los ingresos laborales, las transferencias públicas de los programas sociales y el envío de remesas ha permitido afrontar el decrecimiento y el aumento general de precios y mejorar el poder adquisitivo de la población más necesitada.

Es poco probable que con los niveles actuales de inversión la economía crezca por arriba de la población: la formación bruta de capital fijo se ubica por debajo del 20 por ciento del Producto Interno Bruto (la inversión pública está en 2.5 y la privada en 15.9 por ciento del PIB); prevalece el alza generalizada de los precios (37 por ciento del PIB se importa) y el principal insumo energético sigue siendo el hidrocarburo, lo que acelera el calentamiento del planeta y trastoca el equilibrio de los ecosistemas, entre tantas incertidumbres hay algunas certezas, la calidad de vida de la mayoría de la población es mejor a la registrada al concluir la gestión de Enrique Peña Nieto; puede y debería ser mejor aún, habría que avanzar y profundizar en las reformas estructurales en curso.