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Mujeres y naturaleza

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Nada les es ajeno
porque su curiosidad es infinita
siguen las huellas de pioneras
que generosas nos heredaron
la pregunta como insignia,
que es como todo inicia…

Fragmento de poema de Ana Silvia Monzón

 

 

Hablar del papel de la mujer en la ciencia siempre será un tema relevante, porque, aunque en los últimos años se han generado diversas estrategias para incluir a las niñas y mujeres en la ciencia, la brecha de género se sigue viendo desigual.

En esta ocasión nos enfocaremos en las pioneras, así como en las mujeres que actualmente les gusta dejar huella al natural (como decimos en Tras las huellas de la naturaleza) en el campo de la biología en México. Nos iremos a los principios de la historia y en primer lugar nos encontramos con Naia. Se sabe que Naia estuvo presente hace más de 10 mil años y que habitó en la península de Yucatán. Le encantaba observar a los grandes animales y ver sus distintos comportamientos. Junto con su mamá, colectaban diferentes plantas para hacer bebidas, las cuales servían para curar alguna enfermedad. Continuando con la historia nos encontramos con la mujer de Tula, poco se sabe de su vida; sin embargo, se han encontrado textos que documentan un poco de su vida, se sabe que fue hija de un importante mercader pochteca, aunque no pertenecía a una familia de prestigio; sin embargo, su pasión por el estudio de las propiedades de algunas plantas, la medicina, las rocas, y la vida de los animales, así como la medición de los suelos y su clasificación, la llevó a ser una de las mujeres más sabias de Texcoco.

Avanzando en la historia llegamos hasta el año 1870, en el que nace Ynes Mexia, de origen estadounidense, pero de padre mexicano y madre estadounidense. Ynes Mexia destacó por su pasión al estudio de la botánica. En 1925 decidió viajar a México y unirse a una expedición botánica por el territorio mexicano, esto le permitió que encontrara más de 500 especies nuevas.

Irene Elena Motts Beal de origen francés. Sus padres deciden viajar a México y es aquí donde toda la vida de Irene transcurre, a la edad de 13 años ingresó a la Normal de Profesoras, terminando se puso a trabajar como maestra y ahí mismo en la Normal impartía las clases de anatomía, fisiología e higiene, así como también impartió la cátedra de botánica, lo que le permitió publicar su primer libro de texto llamado Nociones de Botánica. Años más tarde y con la guía de grandes naturalistas, le permitió colaborar con Imelda Calderón, profesora e ilustradora científica con quien se dedicó a sacar diferentes libros de texto de botánica y zoología, dicho trabajo las llevó a ser consideradas como las primeras personas en elaborar este tipo de publicaciones en México.

Llegamos al año 1901, que vio nacer a Helia Bravo Holis. Mujer apasionada por el estudio de la naturaleza y en especial dedicó toda su vida al estudio de la cactáceas de la región de Tehuacán-Cuicatlán en Puebla y Oaxaca, cabe resaltar que Helia es considerada la primera bióloga titulada de nuestro país. Otra gran mujer fue Amelia Sámano Bishop, su pasión por la naturaleza la llevó a participar en la fundación de diferentes instituciones educativas, como el Instituto de Biología de la UNAM. Su vida la dedicó al estudio de las algas de agua dulce de la Cuenca de México.

Por otro lado, los inicios del estudio de las algas marinas no hubiesen sido posibles si Laura Huerta Múzquiz no se hubiera dedicado al estudio de estos organismos. Laura publicó más de 20 artículos científicos sobre las algas del Golfo de México, la Península de Yucatán, las costas de Oaxaca, Colima, Sinaloa y Baja California.

Cuando hablamos de insectos es importante mencionar los aportes de Leonila Vázquez García, de origen Chihuahuense, Leonila, apasionada por los insectos y en especial por las mariposas mexicanas le permitió publicar diversos textos en donde hablaba de diferentes aspectos de la biología de estos organismos.

Los primeros aportes al estudio de los equinodermos (estrellas de mar, pepinos de mar y erizos) se le atribuyen a María Elena Caso Muñoz. Apasionada por el estudio de estos organismos hizo que sus aportes en esta área sean considerados como las obras más importantes y completas que se conoce sobre esta especialidad en México.

De origen poblano, Anita Hoffmann dedicó sus investigaciones al grupo de los ácaros, esto la llevó a fundar tres laboratorios de acarología, uno el del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el segundo en la Facultad de Ciencias en la UNAM y el tercero en el Instituto de Biología, también de la UNAM, además, publicó cerca de 130 artículos científicos sobre ácaros.

Cuando hablamos de paleontología es importante mencionar los aportes a esta área por parte de Gloria Alencáster Ybarra. Decidió enfocarse en el estudio de los moluscos (caracoles, almejas y ostiones) marinos fosilizados. Su trabajo también se vio reflejado en la creación de la Colección de Paleontología del Instituto de Geología de la UNAM.

Topógrafa de profesión Enriqueta García Amaro, junto a su esposo el botánico Faustino Miranda, publicaron en 1961 un libro titulado Larrea y el Clima, esto les permitió ser los primeros en sentar las bases para el estudio de la distribución de la vegetación y su relación con el clima en México. Siguiendo con la botánica, Graciela Calderón fue de las personas más importantes en el estudio de las plantas de nuestro país, junto con Jerzy Rzedowski publicaron en 1979 el primer volumen del libro Flora fanerogámica del Valle de México, libro que hasta la actualidad sigue siendo uno de los pilares en la formación de los biólogos de México.

Queridos lectores, como podrán ver, la lista es larga y lo mejor es que se siguen sumando nombres de biólogas cuyos aportes son importantes a la generación de conocimientos de nuestro país. En especial, reconocemos la labor de las profesoras–investigadoras de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, a quienes agradecemos todos los conocimientos compartidos en las aulas, en especial a la maestra Guadalupe Gutiérrez Mayén, encargada del Laboratorio de Herpetología de la misma institución y quien nos inyectó el amor por los anfibios y reptiles de México.

* [email protected]

Facebook: Tras las huellas

Twitter: @helaheloderma

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