Con el nacimiento de los vastos mares, las aguas originaron cientos de especies extraordinarias para albergar los ecosistemas marinos y preservar la salud de nuestro planeta.
En estos hábitats viven criaturas ancestrales que han navegado las inmensas olas, buceando con sus aletas por las profundidades del océano, alimentándose de algas, medusas, peces, camarones y cangrejos. Trazando rutas marítimas para depositar cientos de huevos a la orilla de las playas, seguramente ya tienes una idea acerca del animal que estamos describiendo. ¡Se trata de la tortuga marina! En esta ocasión, nos aventuramos a conocer la vida ancestral de esta especie.
Las tortugas poseen un linaje muy antiguo, los registros fósiles señalan que existen desde hace más de doscientos millones de años y son consideradas como uno de los reptiles más antiguos que siguen habitando el planeta Tierra. ¡Increíble! ¿No lo crees? Y precisamente, este carácter longevo les da un valor cultural muy importante; por ejemplo, en China consideran a las tortugas como un símbolo de sabiduría; por otro lado, en África son vistas como símbolo de paz, paciencia y resistencia.
Lo cierto es que sus años tan largos de vida las convierten en todo un referente, no por nada se dice que en los ancianos está la ciencia y en la larga edad la inteligencia. Otro dato interesante es que son vistas como representantes del paso del tiempo y están estrechamente conectadas con la tierra y el agua. Eso solo por hablar de su significado cultural. Ahora bien, sabemos que hay tortugas que pueden ser acuáticas y otras terrestres, pero por ahora, nos enfocaremos solamente en las especies marinas. ¿Sabías que de las ocho especies de tortugas marinas que hay en el mundo, siete anidan en playas mexicanas?
Cada año en diferentes épocas, las playas del Golfo de México y el Caribe reciben a estas hermosas especies; aquí te compartimos la lista de sus nombres: tortuga caguama (Caretta caretta), tortuga carey del Pacífico (Eretmo-chelys imbricata), tortuga verde (Chelonia mydas), tortuga golfina (Lepido-chelys olivacea), tortuga lora o kempi (Lepidochelys Kempii), tortuga prieta (Chelonia agassizii), tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Sin duda, sus nombres son bastante curiosos. La raíz etimológica proviene mayormente del griego, aunque resulta en una combinación con palabras latinas.
Ahora hablemos sobre la naturaleza y las características que comparten entre sí. Habitan en aguas tropicales y subtropicales, su gusto por los climas templados se debe a su termorregulación, ya que, para mantener su temperatura corporal, deben exponerse constantemente al calor solar. Comúnmente la tortuga verde suele disfrutar de baños de Sol entre la arena de la playa, por supuesto hay excepciones, como en el caso de la tortuga laúd, que gracias a su capa gruesa de piel con grasa puede soportar temperaturas más frías. Eso sí, aunque las tortugas marinas andan comúnmente entre olas poco profundas también tienen la capacidad de descender profundamente en busca de comida.
Y si hablamos de su reproducción, debes saber que las crías de las tortugas marinas nacen entre los miles de millones de granos de arena a la orilla del mar. ¡Su reproducción es fascinante! Generalmente acostumbran a cavar hoyos para crear un nido donde puedan depositar entre treinta y doscientos huevos que serán cubiertos con arena y vegetación. El proceso de incubación suele durar entre treinta y sesenta días, aunque todo dependerá del tipo de temperatura. Algo sumamente curioso es que las hembras tienen la capacidad de almacenar el esperma de los machos ¡hasta por cuatro años! Esta “espermateca” les ayuda a conservar su especie. En esta larga carrera, solo una de cada mil tortugas alcanzará la edad adulta viviendo entre cincuenta u ochenta años, aunque pueden llegar a cumplir hasta doscientos años y pueden medir entre 1 metro hasta 1.80 metros, como el caso de la tortuga laúd, que es la especie más grande de todas, alcanzando un peso de novecientos kilos, aunque necesita desarrollarse en hábitats sanos para alcanzar ese grado de madurez.
A pesar de su extensa reproducción, tristemente casi todas las especies de tortugas marinas están en peligro de extinción debido a una larga lista de amenazas, como la pesca furtiva y el saqueo de huevos para el comercio y consumo, también la alteración de sus hábitats por la urbanización del litoral invade cada vez más las zonas costeras con actividades económicas.
Asimismo, los altos niveles de contaminación suelen dañar los tejidos internos de las tortugas marinas y de otros animales que habitan en estos ecosistemas; la ingesta de plásticos afecta su sistema digestivo y pueden sufrir lesiones. No olvidemos que el cambio climático aumenta la temperatura del mar y la arena y su efecto crea un desbalance en el nacimiento de tortugas marinas, puesto que los machos necesitan incubarse en temperaturas menos cálidas.
Desde 1990 el Diario Oficial de la Federación establece una sanción de hasta nueve años de prisión con multas para quienes realicen actividades de pesca de tortugas marinas en aguas del territorio mexicano. Además, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señala que las especies de tortuga marina forman parte de la riqueza biológica y el patrimonio de la nación, por lo que es importante su conservación.
Actualmente se encuentran en peligro grave la tortuga carey y laúd; por eso se realizan actividades de inspección y vigilancia en las zonas costeras donde hay anidación de tortugas, igualmente se realizan acciones de liberación de estos ejemplares con la participación de personal capacitado y con el apoyo de la sociedad, porque juntos podemos trabajar en la conservación de la ancestral tortuga marina, pues, ¿te imaginas cómo serían los mares sin la presencia de estos ejemplares?
En sus caparazones llenos de patrones inusuales y colores verdes y marrones también llevan la huella de su hábitat, con sus aletas van pincelando el oleaje y contándole al mundo lo maravilloso que es existir durante cientos de años. Conocer a la tortuga marina es como abrir los ojos a la historia de los mares porque sin duda, seguirán dejando huella al natural.
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