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Panorama presupuestario del sector cultural en México

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El cambio presidencial representado por la primera mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, pretende continuar con las políticas públicas de su predecesor. En materia cultural destacan los compromisos: remuneraciones “justas” y seguridad social para artistas, desarrollo y acceso a la cultura. Sin embargo, la gestión del primer año podría tener limitaciones que deriven de la insuficiencia presupuestaria. Entonces, ¿qué podremos esperar en el sector cultural? ¿Qué variaciones existen del presupuesto de cultura en México?

Los retos en materia de cultura que enfrentará el gobierno entrante iniciarán con la disposición del gasto, siendo el menor en los últimos nueve años. Los recortes impactarán a institutos y direcciones generales así como a bienes y personas inmersas en las actividades culturales. A continuación se describe el panorama durante 2025.

El presupuesto más bajo de la 4T

La Secretaría de Cultura de México tendrá en el 2025 el presupuesto más bajo desde que se puso en marcha la cuarta transformación (4T). De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el monto inicial del sector cultural fue de 12.8 mil millones de pesos (mmp) y el último fue de 16.7 mmp, lo que representó un incremento del 29.9 por ciento. El panorama es diferente para la gestión de Claudia Sheinbaum Pardo, debido a que dispondrá de 12 mmp en el año 2025 (gráfica 1), con un decremento del 27.9 por ciento respecto al año 2024. En definitiva, está debajo del sexenio anterior.

La disposición presupuestaria podría dificultar el cumplimiento de los compromisos “del segundo piso de la transformación”, República cultura y lectora: creación del sistema de educación cultural y artística formal y comunitaria; remuneración justa para artistas mexicanos y seguridad social; desarrollo y acceso a la cultura; recuperación de la memoria histórica y promoción de circuitos de lectura en todos los ámbitos.

Los recortes en cultura

La disminución del dinero etiquetado al presupuesto de la Rama 48. Cultura no había ocurrido desde el año 2019, es más, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tuvo un presupuesto en 2024 de 8 mmp, con un incremento de 3.2 mmp; es decir, un 68.9 por ciento más que el 2023. El crecimiento atípico se destinó al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en Oxtankah, Dzibanché-Kinichná, Chacchoben e Ichkabal de Quintana Roo, y la intervención al patrimonio prehispánico por el Corredor Eco arqueológico Paamul II en el tramo 5 del Tren Maya, profundizando la subordinación del patrimonio arqueológico al turismo. Situación contraria al 2025, la cual tiene una caída del 45 por ciento en proporción al año anterior; es decir, 4.4 mil millones de pesos menos. La subsecretaría de desarrollo cultural y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) tuvieron la misma suerte, con disminuciones del 44.4 por ciento y 6.7 por ciento, respectivamente.

Los mayores recortes del gasto se aplicaron a la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, con un -71.2 por ciento; a la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, y al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, con -7.5 por ciento y  -3.4 por ciento, respectivamente.

En tanto, las administraciones del INAH e INBAL esperan una ampliación  presupuestal, una vez que se consolide la desaparición de órganos autónomos como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), Comisión Reguladora de Energía (CRE), Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), entre otros, y redistribuyan sus fondos. De consolidarse la ampliación, ¿tendrá un efecto positivo en las actividades fundamentales del INAH e INBAL?, ¿recibirán remuneración justa las personas que laboran en dichos institutos?, ¿fortalecerá las actividades de investigación, restauración, conservación, rehabilitación de los bienes tangibles e intangibles y zonas arqueológicas de México? Probablemente, las empresas grandes y grupos privilegiados del Tren Maya acaparen los recursos, mientras los sujetos subalternos quienes producen cultura deban continuar con la “austeridad”.

Personas que trabajan en la cultura y el presupuesto 

Las actividades que mayormente contribuyeron al Producto Interno Bruto (PIB) cultural en el año 2023 fueron en primer lugar, artesanías con 19.1 por ciento; en segundo lugar, contenidos digitales e Internet con 18.1 por ciento; en tercer lugar, medios audiovisuales con 17.6 por ciento y, en cuarto lugar, diseño y servicios creativos con 13.6 por ciento, representando 68.4 por ciento del total. El sector cultural generó 1,439,671 puestos de trabajo, de los cuales 30.7 por ciento correspondieron al ámbito artesanal, 14.3 por ciento a diseño y servicios creativos, y 11.8 por ciento a medios audiovisuales, caracterizados por autoempleo, sin acceso a servicios de salud, ni prestaciones. Las actividades con menor personal fueron artes visuales y plásticas con 3.2 por ciento, artes escénicas y espectáculos con 5 por ciento de los totales (Inegi, 2024).

Mientras que la dispersión financiera del sector cultural mexicano de 2025 se aleja de considerar las fuentes de empleo y el aporte al PIB cultural. Es el caso del Fondo Nacional de Fomento a las Artesanías (Fonart) pues contará con 2.3 millones de pesos en el año en curso, monto menor en 10.5 por ciento, con relación al año pasado. Además, la política cultural vislumbra la continuidad con la profesionalización de las personas, volverlas emprendedoras, “mejorar” la producción, mercantilizar su saber y quehacer cultural.

La afectación a las personas que trabajan o que reciben apoyos del INAH e INBAL será inminente, así como artesanas, artesanos y artistas. Es más, se amplía, porque el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) tiene un recorte de 10.5 por ciento. Aunado a la extinción del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), por decreto presidencial en 2020, afectando empresas y agrupamientos dominantes, personas productoras, actrices y actores de cine. Por si fuera poco, la recreación, cultura y otras manifestaciones sociales dispondrán de menores ingresos, con un -27.9 por ciento en el mismo periodo. En términos generales, la actual administración presidencial tiene menos cantidad de dinero en comparación con las gestiones pasadas, situación que podría debilitar el sector cultural en México. El camino está trazado para continuar proporcionando recursos a lo “prioritario”, con beneficios a empresas grandes e intermediarios comerciales, en vez de destinarlo a las personas trabajadoras del arte y las artesanías.

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Referencias

Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI. (23 de diciembre de 2024). Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM). Año base 2018 [Archivo Excel]. INEGI. https://www.inegi.org.mx/programas/cultura/2018/

Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP. (23 de diciembre de 2024). Presupuesto de la Federación, de 2017 a 2025 [Archivos PDF]. Gobierno de México. https://www.pef.hacienda.gob.mx/es/PEF2024/ramo48

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