La psicología es una rama fundamental en la formación profesional de los y las licenciados/as en Ciencias de la Familia, debido a que es la ciencia que estudia los procesos mentales y el comportamiento del ser humano dentro de su contexto (Garibay, 2013); siendo la familia el primer contexto del ser humano y la que proporciona las raíces fundamentales de su personalidad; por ello, la perspectiva psicológica en los familiólogos facilita la comprensión de los individuos en la interacción con agentes internos y externos de los diferentes entornos sociales; asimismo, proporciona las herramientas necesarias para describir y explicar los aspectos del pensamiento, de los sentimientos, de las percepciones y de las acciones humanas.
Es así como las herramientas que brinda esta ciencia a los familiólogos ayuda a comprender las dinámicas, comportamientos e interacciones que tienen los sistemas familiares en sus entornos micro y macro sistémicos; siendo el apoyo de los instrumentos psicológicos como las pruebas proyectivas, entrevistas semiestructuradas, genograma, escalas e inventarios las que han facilitado la identificación de problemáticas familiares que afectan la interacción entre sus miembros, impiden su desarrollo y llevar a cabo las tareas que son parte de su función como familia.
De tal manera, cuando ya se han identificado dichas problemáticas, el/la familiólogo/a acompaña a las familias a través de la orientación familiar, la cual puede entenderse como una ayuda prestada a la familia a través de un conjunto de técnicas encaminadas a prevenir y afrontar dificultades por las que atraviesan sus miembros en los distintos momentos del ciclo vital (Romero, 1998, como se citó en Fernández, 2001) y mediante la cual se les brinde las herramientas necesarias para la resolución de los conflictos desencadenados durante estos procesos evolutivos.
Por tanto, la perspectiva de un familiólogo desde la psicología se ha enfocado en observar, comprender y estudiar las dinámicas familiares, su estructura, los roles establecidos y las relaciones entre sus miembros; asimismo, en la aplicación de métodos o técnicas psicológicas para intervenir en situaciones críticas de la crianza, divorcios y prevención de situaciones de riesgo. Ante esto, la perspectiva psicológica para un familiólogo es fundamental para comprender las problemáticas familiares y cómo afectan a sus integrantes; además, es necesaria para desarrollar habilidades y estrategias que permitan al familiólogo ayudar a las familias a mejorar su interacción, comunicación y organización jerárquica (padres, subsistema parental, subsistema filial); y para lograr formas más armónicas de funcionamiento que pueden afectar su identidad, autoestima, autorrealización y su estabilidad emocional.
Sin embargo, las habilidades, competencias y conocimientos que adquiere un familiólogo a lo largo de su formación desde los principios teórico y metodológicos que le proporciona la psicología, y desde su creación en la Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano, ha enfrentado algunas dificultades, como el reconocimiento social, debido principalmente a que las actividades llevadas a cabo por los mismos, se les relaciona o vincula con el perfil de un trabajador social o un psicólogo, de igual manera, al momento de intervenir o trabajar inter o multidisciplinariamente su perspectiva sistémica no siempre es considerada o tomada en cuenta para mejorar la calidad de vida del usuario.
Otra limitación a la cual se enfrenta el profesional de Ciencias de la Familia es que, al momento de poner en práctica la orientación familiar, una vez identificadas las problemáticas, algunos de los integrantes de las familias muestran resistencias para tratar los temas e implementar estrategias para su resolución, lo que dificulta el proceso de intervención generando que las familias dejen de acudir. De igual forma, en la implementación de estos procesos de acompañamiento, las familias en su totalidad no acuden a las sesiones, dando como resultado que solo se le brinde a uno de los miembros. Asimismo, al ejercer la orientación educativa los recursos son limitados, debido a la falta de apoyos económicos para programas preventivos, así como la escasez de servicios especializados. Esto puede limitar al profesional al momento de llevar a cabo la orientación.
A pesar de las dificultades señaladas anteriormente, las oportunidades que tienen los familiólogos son amplias, ya que a través de la aplicación de la orientación familiar en tres niveles: desde el nivel educativo, el cual tiene como propósito brindar información a los padres para prevenir conductas de riesgo en niños, niñas y adolescentes; el nivel de orientación familiar, cuyo objetivo es proporcionar alternativas de solución a los problemas familiares identificados a través del asesoramiento a los padres; y nivel terapéutico, en el cual el familiólogo realiza la canalización de la familia para que reciba la intervención con procedimientos más complejos para la reestructuración del sistema familiar; un profesional en Ciencias de la Familia puede desempeñarse de manera particular en guiar a las familias a buscar soluciones a su problemáticas.
Asimismo, desde un trabajo interdisciplinario, el profesional en Ciencias de la Familia colabora en equipo con otros profesionales ya que, al identificar problemáticas familiares y sociales, el familiólogo intercambia información y estrategias que posibiliten la intervención más adecuada que incida a la familia a solucionar la problemática presentada, además que con esta información se puedan diseñar proyectos de investigación en conjunto. También estos trabajos colaborativos le van a permitir el trabajo en sectores públicos o privados acompañando a la comunidad a través de la impartición de talleres y diseñar políticas públicas a través de un diagnóstico familiar identificando las necesidades más apremiantes de las familias y sus comunidades. De esta manera, un familiólogo participa en proyectos de investigación, que le permite identificar y explicar los fenómenos y problemáticas familiares que incidan en el diseño de programas de intervención ya sea para informar, asesorar u orientar a las familias en la solución de dichas situaciones críticas.
Derivado de los proyectos de investigación en los que han participado familiólogos y en los cuales se retoman los principios teóricos y metodológicos de la psicología se encuentran: un estudio cuyo objetivo fue describir la dinámica y la salud mental en estudiantes universitarios posterior al confinamiento por Covid-19. Los resultados mostraron que la mayoría de los estudiantes presentaron ansiedad baja y altibajos normales de depresión, mientras que en la dinámica familiar resultó en la mayoría de los estudiantes una cohesión unida y funcional mientras la adaptación resultó caótica y disfuncional, lo que derivó de estos resultados una propuesta de intervención a través de un taller de educación familiar titulado “Autocuidado personal”, cuyo objetivo fue promover los factores que favorezcan la salud mental y la dinámica familiar en los estudiantes universitarios (Pérez, 2022).
Otra investigación tuvo como objetivo mostrar el funcionamiento familiar y la presencia de ideación suicida en estudiantes universitarios durante el regreso a clases postpandemia. Los resultados mostraron que la mayoría de los estudiantes universitarios presentaron un funcionamiento familiar moderadamente funcional y niveles no graves de ideación suicida. También se observó que los universitarios que obtuvieron puntajes altos de ideación suicida percibieron familias severamente disfuncionales. Lo que podría decirse que el funcionamiento familiar podría incidir en la presencia de ideación suicida y de ahí la necesidad del trabajo en la dinámica familiar por parte del familiólogo. (Padilla, 2025).
Actualmente se está trabajando en una investigación cuyos objetivos son describir la dinámica familiar en familias con un integrante depresivo en Tlaxcala y analizar los cambios en la dinámica familiar posteriores a la intervención de la orientación familiar, en la que se pretende identificar a las familias con un integrante depresivo, conocer la dinámica familiar, aplicar la intervención y mostrar los cambios posteriores a la intervención (Muñoz, s/f).
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Referencias
Garibay, R.S. (2013). Enfoque sistémico. Una introducción a la psicoterapia familiar. México: El Manual Moderno
Fernández, H.M. (2001). La orientación familiar. [Archivo PDF]. https:dialnet.uniroja.es
Padilla, R.A.Y. (2025). Funcionamiento familiar e ideación suicida en estudiantes universitarios durante el regreso a clases postpandemia. [Tesis de Licenciatura, Universidad Autónoma de Tlaxcala]
Pérez, P.A.J. (2022). Dinámica familiar y salud mental en estudiantes universitarios posterior al confinamiento por COVID 19. [Tesis de Licenciatura, Universidad Autónoma de Tlaxcala]
