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Cosmovisión china

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“Cuando un príncipe sabio ocupa el trono, la luna sigue el camino correcto.
Cuando el príncipe no es sabio y los ministros ejercen el poder, la luna pierde su camino.
Cuando los altos funcionarios dejan que sus intereses prevalezcan sobre el interés público,
la luna se desvía hacia el norte o el sur.

Cuando la luna es imprudente, es porque el príncipe es lento en castigar;
cuando la luna es lenta,es porque el príncipe es apresurado en castigar.”
Shishen, astrónomo de la corte, S. IV a.C.

 

 

p-6bA  diferencia de muchas otras civilizaciones, China usó su propio sistema astronómico basado en la creencia de que el ser humano debe estar en perfecta armonía con la naturaleza. Ellos concibieron una sociedad en el cielo que era un reflejo de la sociedad en la Tierra. Entre palacios, agencias gubernamentales y demás construcciones había un río representado por la Vía Láctea. Las estrellas en el cielo representaban todas las cosas posibles en la Tierra.

Los chinos estaban tan obsesionados con el cielo que se ha encontrado una vasta documentación sobre las estrellas, el Sol y la Luna desde el año 2100 a. C. Sus registros son tan detallados que han sido usados por astrónomos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA para ayudarse en sus cálculos históricos de la rotación de la Tierra. Son la civilización en el mundo con el mayor número de registros de apariciones del cometa Halley, objeto que han observado desde hace tres mil años e incluso dibujaron con lujo de detalle la forma que lucía en cada ocasión.

En China predominaba la creencia de que el emperador era el hijo del cielo al que se le había dado el mandato o derecho de gobernar en su nombre. Era muy importante que el emperador pudiera probar que él tenía el derecho divino de gobernar y esto lo lograba prediciendo con exactitud eventos celestiales. Por lo tanto, sus astrónomos observaban el cielo detenidamente y mantenían registros detallados del movimiento de las estrellas y planetas, apariciones de cometas, así como de eclipses solares y lunares.

Los eclipses eran eventos astronómicos temidos por los antiguos chinos. Ellos creían que un dragón intentaba devorar al Sol, tal vez por eso la palabra china para eclipse es “Shih”, que significa devorar. En su afán por intentar espantar a la bestia hacían toda clase de ruido con diversos instrumentos y, al parecer, siempre lograban rescatar al Sol. Los eclipses eran una alarma para el emperador, después de todo el Sol solía ser el símbolo de su reinado. Se dice que, cuando sucedía un eclipse, el emperador debía tener una dieta vegetariana, evitar el palacio principal, celebrar rituales para apoyar al astro rey e incluso hacer decretos reales donde asumía la culpa por lo sucedido. Tomando en cuenta la importancia que los chinos daban a los eclipses, su predicción era importante, tanto así que, cerca del año 2100 a. C., el emperador Zhong Kang mandó ejecutar a sus astrólogos reales Xi y He por fallar en predecir un eclipse.

El Sol y la Luna han tenido un significado muy importante en la cultura china y son muchos los símbolos y mitos que rodean a ambos astros. El Festival de la Luna es quizá el segundo más importante después del año nuevo chino. Se lleva a cabo en el decimoquinto día del octavo mes lunar del calendario chino, cuando se dice que la Luna se ve más grande y brillante. Se dice que la forma de la Luna representa integridad y perfección y esta celebración es una fiesta familiar anual muy importante.

 

Las regiones del cielo

 

En la cosmovisión de los antiguos chinos, el cielo se dividía en 28 mansiones, ya que la Luna completaba una órbita cada 28 días aproximadamente. Estas 28 paradas lunares a su vez se asociaban en cuatro grandes grupos de siete mansiones que formaban las cuatro figuras principales, los cuatro tótems. Cuando el tiempo vuela de verano a otoño aparecía la Tortuga Negra del Norte (Xuan wu), al comienzo de las noches de invierno aparecía el Tigre Blanco del Oeste (Bai hu), también forman parte de este conjunto de cuatro símbolos el Pájaro Bermellón del Sur (Zhu que) y el Dragón Azul del Este (Qing long).

El Dragón Azul del Este se ha destacado especialmente en toda la historia de la astronomía china y es el tótem más importante de muchos grupos étnicos chinos. Las siete mansiones que lo forman son Jiao “el cuerno”, Kang “el Cuello”, Di “la Raíz”, Fang “la Habitación”, Xin “el Corazón”, Wei “la Cola” y Ji “la Cesta”. Cuando el Dragón muestra su cuerno en primavera, le recuerda a la gente que es hora de sembrar semillas. En la sociedad agrícola, entender las estaciones es lo más importante. Por lo tanto, la gente prestaba gran atención a las siete mansiones del Dragón Azul, especialmente a la brillante estrella Antares, el corazón del Dragón, el Gran Fuego. Los vecinos más brillantes de Antares son la blanca Espica, “el primero de Jiao” y la naranja Arturus, “Da Jiao”. Podemos decir por los nombres que todos están relacionados con el cuerno de Jiao, El Dragón.

A estas cuatro grandes regiones del cielo se suma una quinta, una región central muy importante donde se ubicaba la estrella polar. A medida que la Tierra gira, todas las estrellas en el cielo parecen formar círculos alrededor del polo norte celestial. Por lo tanto, los ancestros chinos coronaron a la estrella del norte como el amo de todas las estrellas. Entonces, en el sistema de la constelación china, la estrella del norte representa el gobernante celestial sagrado y las estrellas que rodean a este emperador lógicamente se convierten en la realeza. Esta residencia imperial se llama “Recinto Púrpura Prohibido”. El Gran Cucharón fuera de la puerta sur del “Recinto Púrpura Prohibido” es el carruaje preparado para que el emperador navegue alrededor.

 

La noche de los sietes

 

La Vía Láctea en la mitología china representa al río celestial que separa a los amantes Niulang y Zhinv, el pastor y la tejedora, representados en las estrellas Altair y Vega, respectivamente. Zhinv era hija de una diosa mientras que Niulang era un mortal, por esta razón su amor fue prohibido. Sin embargo, se les permite estar juntos una vez al año en el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario chino cuando la Vía Láctea es atravesada por un puente de pájaros que los une. Esta historia de amor es el origen del festival Qixi, la noche de los sietes, conocido también como el “Día de San Valentín chino”. La escena de las dos estrellas mirándose desde lejos inspiró a muchos poetas en los últimos dos mil años.

 

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