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NEAs, NEOs, PHAs, NECs, etcétera

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De acuerdo con la Unión Astronómica Internacional (IAU), todos los objetos que no sean planetas, ni planetas enanos, ni satélites, y que orbiten alrededor del Sol, se denominan colectivamente “cuerpos menores del sistema solar”. Estos actualmente incluyen a los cometas y  asteroides, así como los meteoros que algunas veces provienen de ellos. Son muy importantes para conocer un poco más sobre la formación de nuestro sistema solar, ya que son remanentes de este proceso que sucedió hace unos 4 mil 500 millones de años. Algunos de estos “guijarros” de hielo, roca y metal, a diferencia de los planetas y lunas, no han sufrido cambios a lo largo de este largo tiempo, es como si estudiásemos fósiles de la evolución planetaria.

Hemos escuchado diferentes nombres asociados con este grupo de objetos “menores”, como los que aparecen en el título de este texto, trataremos de explicar a qué se refieren cada uno de ellos, pero antes sólo debemos mencionar que, aunque los asteroides se identificaron desde hace un par de cientos de años, hasta muy recientemente es que se les estudia con mayor detalle, y ya no solo determinando sus órbitas, sino tratando de conocer su estructura y composicón química, ya sea con telescopios terrestres o enviando sondas a visitarlos e incluso tomar muestras de algunos de ellos, como el caso de Bennu, un asteroide de unos 500 metros de diámetro, al cual llegó la misión OSIRIS-Rex, tomó muestras y regresará con ellas a la Tierra en 2023.

Ya se menciona en un par de los artículos de este número de SyC las regiones en las que se localizan los asteroides. La zona principal es el Cinturón Principal de Asteroides, ubicado en la región entre Marte y Júpiter, donde se estima que existen entre 1 y 2 millones de asteroides con diámetro mayor a un kilómetro y millones de asteroides más pequeños. Palas y Vesta son de los mayores conocidos, ambos miden más de 500 kilómetros de diámetro. En esta zona se localiza también Ceres, que fue reclasificado como planeta enano. Recientemente, la misión Dawn visitó a Vesta y luego a Ceres, encontrando cosas soprendentes, como por ejemplo que en Vesta se originaron los meteoritos HED (howarditas, eucritas y diogenitas).

Existe otra región, también en forma de anillo, llamada el Cinturón de Kuiper, que va desde Neptuno y hasta unas 50 Unidades Astronómicas (UA, 1UA ~ 150 millones de kilómetros), y una tercera región esférica llamada la Nube de Oort. Sin embargo, existen otros asteroides que comparten su órbita con la de un planeta, se les conoce como troyanos y se localizan cerca de puntos estables delante o detrás del planeta. La población más importante es la de Júpiter, aunque hay troyanos de Marte y Neptuno, incluso, en 2011, la NASA anunció el descubrimiento de uno ¡terrestre!

La misión Lucy, que se espera sea lanzada este año, visitará un asteroide en el Cinturón Principal y siete troyanos, en la órbita de Júpiter. La travesía tardará 12 años, pero será bien aprovechada ya que cuatro de estos asteroides son binarios, además, será la primera vez que se explore a miembros de esta población de cuerpos menores.

Ahora bien, las órbitas de los asteroides pueden cambiar debido a la interacción gravitacional con los planetas, principalmente. Estas perturbaciones pueden lograr que asteroides del Cinturón Principal salgan de su órbita y sean lanzados al espacio en todas direcciones a través de las órbitas de los otros planetas, incluyendo la Tierra, donde pueden alterar su historia geológica, o como en el caso de la Tierra, la evolución de la vida. A estos asteroides se les conoce como Asteroides Cercanos a la Tierra (NEAs).

Un grupo un poco más amplio son los llamados Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs) que incluye a los NEAs y a cometas cuya distancia al perihelio es menor a 1.3 UA. Entre los cometas, se clasifican como Cometas Cercanos a la Tierra (NECs) solo a aquellos que son de periodo corto, menor a 200 años, además de cumplir con el límite del perihelio. Por otro lado, los NEAs se dividen en otros grupos: Atira, Aten, Apolo y Amor.

  • Un Atira es un NEA cuyas órbita está contenida en su totalidad dentro de la órbita de la Tierra (reciben su nombre luego del asteroide 163693 Atira).
  • Un Aten es un NEA cuya órbita cruza la de la Tierra, pero su semi eje principal es más pequeño que el de nuestro planeta (son llamados así por el asteroide 2062 Aten).
  • Un Apolo es un NEA cuya órbita se cruza con la de nuestro planeta, pero su semi-eje principal es más grande que el de la órbita de la Tierra (se les denomina así por el asteroide 1862 Apolo).
  • Un Amor es un NEA que se acerca a la Tierra con órbitas exteriores a las de la Tierra, pero dentro de la órbita de Marte (llamados así por el asteroide 1221 Amor).

Existen además los llamados Asteroides Potencialmente Peligrosos (PHAs), que como su nombre la indica, pueden representar una amenaza para la Tierra debido a su acercamiento y a su tamaño: son iguales o mayores a 140 metros de diámetro y se acercan a menos de 0.05 UA, unos 7.5 millones de kilómetros.

Con respecto a su composición química, existe también una clasificación para los asteroides, son tres clases muy amplias que incluyen los siguientes tipos: los C o condrita, compuestos de arcilla y silicatos, son los más comunes, pero tambien los más antiguos del sistema solar; los tipo S o “pedregosos”, compuestos de silicatos y níquel-hierro; y los tipo M o metálicos, compuestos principalmente de níquel-hierro.

La diferente composición de los asteroides nos dice mucho sobre la región en la cual se formaron, en particular a qué distancia del Sol estaban en ese proceso, ya que para algunos casos fue necesario que la temperatura fuese suficientemente alta para poder lograr que el hierro llegase al centro.

Esta composición, así como la estructura, los han vuelto cada vez más atractivos, no sólo por lo que aportan al estudio del sistema solar, sino por lo que potencialmente representan económicamente, en el futuro desde luego. Y es que algunos, como Psyche 16, localizado en el Cinturón Principal, están compuestos de metales de alto valor, ya que además de hierro y níquel, también podrían contener platino y oro.

La misión Psyche, una colaboración entre la NASA y Space X, está planeada para ser lanzada en 2022, llegando a este asteroide en 2026. Por primera ocasión una misión visitará a un objeto metálico, y no es para menos el interés, ya que el valor estimado de los componentes de Psyche podría superar en muchas veces el valor de la economía global de nuestro planeta.

Desde luego que de la exploración a la extracción y explotación, de estos recursos minerales en asteroides, hay un buen trecho, se trata de un gran desafío, más si están situados lejos, pero siendo los asteroides un objetivo tan prometedor económicamente, seguramente se intentará alcanzar a un NEA, lo cierto es que, dada la inmensa recompensa que esto representa, esta línea se desarrollará de manera más rápida que otros proyectos de exploración espacial.

Lo cierto es que los asteroides son “cuerpos menores” sólo en el nombre, tanto por el peligro que potenciamente representan, como por las claves que pueden darnos para conocer el origen del sistema solar y por la recompensa económica que implicaría su explotación, son realmente mayores.

 

Mas información sobre algunos asteroides:

Apophis

Una serpiente demoníaca, malvada y caótica

Bennu

Una pila de escombros

Vesta

Vesta

Un troyano terrestre

https://www.jpl.nasa.gov/news/nasas-wise-finds-earths-first-trojan-asteroid

 

Un asteroide con forma de hueso

https://www.eso.org/public/spain/news/eso2113/?lang

 

 

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