El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha desatado una tormenta de políticas que amenaza los cimientos de la ciudadanía y que criminaliza a los migrantes, especialmente aquellos provenientes de Latinoamérica. Las medidas implementadas por su administración, lejos de ser soluciones, han generado un ambiente de incertidumbre y miedo, impactando de forma directa la vida de millones de personas. Adriana Sletza Ortega Ramírez, una destacada profesora e investigadora de Relaciones Internacionales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, expone su perspectiva sobre el tema que nos convoca: el impacto de las medidas migratorias del segundo mandato de Donald Trump en los migrantes latinoamericanos.
Ataque a la ciudadanía por nacimiento: un retroceso histórico
DL: Una de las propuestas más controvertidas es la eliminación de la ciudadanía por nacimiento, ¿qué implicaciones tendría esta medida?
A Ortega: Esta enmienda, establecida tras la Guerra Civil para garantizar la ciudadanía a los afroamericanos, ahora se encuentra bajo amenaza. La administración de Trump busca revertir este derecho histórico, lo que podría dejar a miles de personas nacidas en suelo estadounidense sin reconocimiento legal y sin acceso a los derechos básicos que otorga la ciudadanía.
Es importante destacar que la eliminación de la ciudadanía por nacimiento no es un proceso sencillo. Requiere una enmienda constitucional que debe pasar por un largo y complejo proceso legislativo, incluyendo la aprobación de las cámaras y de las entidades federativas.
Este ataque a la ciudadanía no solo afecta a los futuros ciudadanos, sino que también crea un clima de temor e incertidumbre en las comunidades migrantes que ya residen en Estados Unidos.
Criminalización de los migrantes: un discurso de odio y exclusión
DL: Además del ataque a la ciudadanía, la administración Trump ha intensificado la criminalización de los migrantes a través de diversas medidas: Construcción del muro fronterizo y despliegue militar, política de “Permanecer en México”, y la designación de cárteles como organizaciones terroristas, ¿cómo afecta esto a los migrantes?
A Ortega: La reactivación de la construcción del muro en la frontera con México, junto con el despliegue de tropas, ha transformado la frontera en una zona militarizada, donde los migrantes son vistos como una amenaza a la seguridad nacional. Esto ha llevado a un aumento en los costos del cruce, fomentando el negocio de las organizaciones criminales.
La política “Permanecer en México” obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se resuelven sus casos en Estados Unidos. Aunque México tiene una política para deportados mexicanos, en un inicio se había mostrado reticente a recibir personas de otras nacionalidades. Sin embargo, México aceptó esta política en 2019 como parte de negociaciones con la administración Trump. Ahora se vuelve a poner en la mesa y se convierte en un tema de negociación, especialmente con respecto a los aranceles. Esta política ha dejado a miles de migrantes en una situación de vulnerabilidad en las ciudades fronterizas, muchas veces sin recursos ni acceso a servicios básicos. Es vital que el gobierno mexicano defina claramente su postura y establezca políticas de apoyo a estas personas, en coordinación con los gobiernos de los estados fronterizos y las organizaciones civiles.
DL: El tema de la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas es también preocupante. ¿Qué implicaciones tendría esta medida?
A Ortega: Esta designación, aunque viene de un decreto general, no menciona directamente a los grupos criminales mexicanos, sino que se refiere a los cárteles y otras organizaciones criminales. Sin embargo, implica que el gobierno de Estados Unidos debe hacer una evaluación muy específica de organizaciones mexicanas para determinar si cumplen con los requisitos para ser catalogadas como organizaciones terroristas. Esta designación podría llevar a un mayor control de los flujos financieros de estas organizaciones, así como una cooperación más estrecha entre México y Estados Unidos en materia de combate a la criminalidad organizada. Sin embargo, la implicación de que el gobierno mexicano no esté haciendo lo suficiente para combatirlos, podría llevar a que Estados Unidos considere a México como un Estado patrocinador del terrorismo, lo cual podría tener consecuencias aun más graves para México.
Impacto en las familias migrantes y las economías locales
DL: ¿Cómo impactan estas medidas a las familias de migrantes que dependen de las remesas?
A Ortega: Las medidas de la administración Trump afectan a los migrantes de muchas maneras, no solo en términos de seguridad y movilidad, sino también en el impacto en las economías locales de sus países de origen. Al aumentar los costos de los traficantes de personas y dificultar la migración, se genera un impacto económico negativo en los lugares de origen de los migrantes, que dependen en gran medida de las remesas. Es importante recordar que la migración no es solo un fenómeno social, sino también un motor económico, tanto para los países de destino como para los países de origen. Al restringir la migración, se encarece la mano de obra, se incrementan los costos, se afecta la economía y se reduce la posibilidad de que las familias en sus países de origen mejoren sus condiciones de vida.
Sociedad civil frente a las deportaciones masivas
DL: ¿Qué papel juegan las organizaciones civiles y los albergues en este contexto?
A Ortega: Las organizaciones civiles y los albergues son fundamentales en la atención a los migrantes, ya que son ellos quienes están en contacto directo con las rutas migratorias. Estas organizaciones ofrecen apoyo, protección y asistencia a los migrantes, y su labor es fundamental para mitigar los impactos negativos de las políticas migratorias restrictivas. Es crucial que el gobierno mexicano establezca alianzas con estas organizaciones y aproveche su experiencia y conocimientos en la gestión de los flujos migratorios.
DL: ¿Qué podemos esperar en el futuro cercano sobre políticas migratorias?
A Ortega: Es difícil predecir el futuro con certeza, pero es probable que veamos una escalada en las políticas de disuasión migratoria. La administración Trump buscará mostrar resultados a su electorado, lo que puede traducirse en redadas, deportaciones masivas y un aumento de la tensión en las relaciones diplomáticas. Sin embargo, también es posible que veamos un aumento en la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de control de flujos migratorios. En cualquier caso, es fundamental que los gobiernos de México y otros países latinoamericanos trabajen en conjunto para proteger los derechos de sus ciudadanos migrantes y busquen soluciones integrales que aborden las causas profundas de la migración. También es crucial que las comunidades migrantes se mantengan organizadas y ejerzan presión para defender sus derechos y buscar justicia.
