No hay prueba evidente de que Galileo llevó a cabo los experimentos en la Torre Inclinada de Pisa, sin embargo, esta historia es una de las más populares en la ciencia.
De acuerdo con el secretario, y biógrafo de Galileo, Vincenzo Viviani, Galileo subió a la Torre de Pisa y “en la presencia de otros profesores y filósofos y todos los estudiantes” mostró mediante repetidos experimentos que “la velocidad de los cuerpos en movimiento, de la misma composición, pero diferentes pesos, moviéndose en el mismo medio, no ganan en proporción de su peso, como Aristóteles decretó, sino que se mueven con la misma velocidad”. Es decir, que los objetos con diferente masa caen de la misma manera. Lo que es comprobable mediante sus escritos, es que Galileo usó experimentos pensados para argumentar que los objetos de masa distinta caen juntos en el vacío. Sin embargo, él reporta haber “hecho la prueba” con una bala de cañón y una de mosquete, sin mencionar la Torre de Pisa, encontrando que las dos balas no caían muy juntas.
Esta evidencia, aunada al hecho de que la biografía de Viviani es la única fuente que menciona la Torre de Pisa, hacen dudar de la versión de Viviani sobre lo que Galileo hizo. Según los historiadores de la ciencia, Galileo no fue el primero en efectuar experimentos sobre la caída de los cuerpos, ya desde el siglo VI, otros estudiosos lo habían hecho y concluyeron que Aristóteles estaba equivocado. Posteriormente, en el siglo XVI varios italianos, incluyendo uno de los predecesores de Galileo como profesor en Pisa, habían también experimentado con la caída.
Es también fascinante la popularidad de los experimentos de caída libre, aún en la actualidad son los más visitados en los museos de ciencias. En el pasado, después de la muerte de Galileo, científicos como Robert Boyle y Willem Gravesande construyeron bombas de aire y cámaras especiales para explorar la caída vertical en el vacío. De esta manera se fueron transformando de preguntas científicas a eventos públicos.
Esta fascinación se debe probablemente a que la experiencia diaria sugiere que los objetos más pesados caen más rápido que los ligeros. Los martillos, por ejemplo, caen más rápido que las plumas, las piedras más rápido que las hojas. Esto se debe a la resistencia del aire que modifica el movimiento, especialmente en la caída de objetos ligeros, como puede ser una pluma.
Es por eso que la demostración hecha en la superficie de la Luna por uno de los astronautas del Apolo es impactante: no sólo la Luna no tiene atmósfera, sino que la gravedad es menor, haciendo que la caída sea más lenta y más fácil de observar. Así que cuando el astronauta dejó caer el martillo y la pluma, la audiencia en la Tierra que estaba viendo la TV observó a las dos cayendo juntas.
¡Es sorprendente ver con nuestros propios ojos que lo que esperamos no sucede! Galileo jugó un papel seminal para transformar nuestra manera de pensar al desarrollar el pensamiento abstracto. ¿Es importante entonces, si hubo experimento original? Por supuesto que no; Galileo inspiró un género entero de experimentos y demostraciones que nos permitieron cambiar como pensamos y vemos.