1) Debe saber, primero, si sus lentes son positivas. Esto es, si pueden funcionar como lupas o no. Para hacer lo anterior puede seguir dos procedimientos que me sé:
Procedimiento a. Coloque la lente pegada a su ojo y si usted observa las letras del periódico más grandes que a simple vista entonces es una lupa (o lente positiva). En caso que las vea más pequeñas se trata de una lente negativa.
Procedimiento b. Con un papel higiénico, un Klinex o un pañuelo (que no haya usado) ponga la lente entre sus dedos pulgar e índice, pálpela en el centro y en los bordes: Si la lente es más gruesa en el centro que en los bordes entonces es una lente positiva, pero si es más delgada en el centro que en la orilla se trata de una negativa.
2) Coloque ahora sus dos lupas encimadas y pegadas (ver figura 1) a su ojo e intente ver un objeto lejano (a por lo menos cuatro o cinco metros). Si las cosas van bien ¡el objeto se verá borroso!. Empiece a alejar (ver figura 2) la segunda lupa (manteniendo la primera pegada a su ojo).
Sin quitar a la primera lente de su ojo, busque al objeto lejano a través (“dentro”) de la segunda lente. Poco a poco se verá más claro. Una vez que la separación entre las lupas es la adecuada entonces la imagen del objeto lejano se verá nítida (ver figura 3).
¿No que no? Ya tiene su primer telescopio muy parecido al que construyó Kepler en 1611.
PD1 Si usted observa más pequeños los objetos que a simple vista intercambie las lentes entre sí y verá que las cosas se observan más grandes.
PD2 Si las imágenes se ven invertidas, no se preocupe; así está bien.
PD3 Si usa una lente negativa pegada a su ojo, con una positiva alejada, entonces habrá “construido” un telescopio muy parecido al que Galileo hizo en 1610 y con el que le duplicaron el sueldo.