Moctezuma mira el paso de un cometa. Códice durán, capítulo l Xiii, tomada de http://elespinazodelanoche.files.wordpress.com/2012/10/codex_duran_page_1.jpg |
Hace tiempo leí o escuché una historia muy interesante, que cuenta que el Papa Calixto III excomulgó al cometa Halley en 1456 por considerarlo emisario del mal. Desde luego que el cometa Halley no se llamaba aún Halley en 1456; fue hasta 1705 que Edmund Halley calculó su órbita y la comparó con otros cometas reportados previamente, como el de esta historia, encontrando que sus características coincidían.
Al parecer la historia de la excomunión no tiene muchas bases documentales. Argumentan, quienes están en contra, que la bula papal del 29 de junio de 1456 llamaba al pueblo a hacer oración pública por el éxito de la cruzada, pero no menciona ningún cometa. Sin embargo, otros mencionan escritos contemporáneos, como Vida de los Papas, de Bartolomeo Platina (1470), donde menciona que la petición de oraciones para librarse de los turcos coincidió con la aparición de un cometa (“estrella feroz de larga cabellera”). Muchos años después entra Laplace: en su Exposition du système du monde menciona que el papa había ordenado exorcizar al cometa, al parecer de allí se derivó lo de la excomunión.
Excomunión o exorcismo reflejan perfectamente el efecto que tienen estos objetos, de aspecto magnífico y con una forma misteriosa de aparecer y desaparecer en el cielo, en la generación de diversos mitos sobre su influencia, que va desde caídas de imperios, muerte de gobernantes y catástrofes naturales hasta suicidios colectivos.
Se dice que la muerte de Claudio fue anunciada por un cometa y el regreso de Quetzalcóatl está asociado a otro. Algunas historias no son tan negativas. Los romanos, por ejemplo, creyeron que el cometa que apareció a la muerte de Julio César en el año 44 a. C. era su propia alma y algunos asocian la estrella de Belén con un cometa.
Sin embargo, a veces los cometas “fallan” por unos años: el mismo Halley cuando retornó en el año 837 fue tomado como el anuncio de la muerte de Luis I de Francia, aunque con tres años de anticipación, ya que el monarca murió hasta el año 840.
Cabellera
El termino Cometa viene del griego kometes, que significa “cabellera”. Quien haya observado alguna vez uno de los grandes cometas, se dará cuenta fácilmente del correcto sentido que tiene. Los cometas son parte de los llamados cuerpos menores del Sistema Solar, junto con los asteroides, y están constituidos por hielo, polvo y roca. Rodean el Sol siguiendo órbitas, generalmente, muy elípticas, de gran excentricidad, lo que produce su acercamiento al Sol con un período considerable. A diferencia de los asteroides, los cometas contienen materiales que se subliman en las cercanías del Sol. A gran distancia (a unos 5-10 UA) desarrollan una atmósfera, formada por gas y polvo, que envuelve al núcleo, llamada coma. Conforme el cometa se acerca al Sol, el viento solar interactúa con la coma y se genera la cola o cabellera.
Fue después del invento del telescopio que los astrónomos comenzaron a estudiar a los cometas con más detalle, advirtiendo entonces que la mayoría de éstos tienen apariciones periódicas. Como ya mencionamos, Edmund Halley fue el primero en darse cuenta de esto y estimó, en 1705, que el periodo del cometa que lleva su nombre era de 76 años, pronosticando su siguiente aparición para 1758. Sin embargo, murió antes de poder comprobar su predicción.
Debido a su pequeño tamaño y órbita muy alargada, sólo es posible ver a los cometas cuando están cerca del Sol y por un periodo corto de tiempo. Actualmente es más difícil tener la misma sensación que en el pasado: ya casi no observamos el cielo y en las ciudades la contaminación lumínica sólo permite observar a los objetos más brillantes. Por esta razón es más difícil apreciar el desarrollo de un cometa desde que aparece de la nada hasta que se convierte en un objeto que puede, en ocasiones, observarse hasta en el día. Parecería entonces que todos los mitos se quedaron en la antigüedad; sin embargo, apenas en 1997 ocurrió un suicidio en masa cuando los miembros de una secta, La Puerta del Cielo, creyeron que detrás del cometa Hale-Bopp venía una nave extraterrestre a rescatarlos, no a sus cuerpos, desde luego, sino a sus almas.
Ya viene el cometa
Se encuentra ahora cerca de la órbita de Júpiter y sólo es visible con un telescopio, pero en unos meses el cometa ISON puede convertirse en uno de los grandes cometas y ser observable hasta en el día.
Fue descubierto en septiembre de 2012 y lleva el nombre del programa de monitoreo del cielo en el cual fue detectado: International Scientific Optical Network (ISON, Red Óptica Científica Internacional), y es de los llamados “sungrazers”, lo que significa que se acercará mucho al Sol en su perihelio.
Considerando la distancia a la que se encuentra, parece ser muy brillante y los especialistas piensan que debe estar expulsando gas y polvo desde un núcleo bastante grande, con tamaño entre uno y 10 km.
De acuerdo con los modelos de la órbita, el próximo noviembre el cometa pasará a poco más de un millón de kilómetros de la superficie del Sol. Si el cometa sobrevive, podría brillar tanto como la Luna, y podría ser visible a plena luz del día, por corto tiempo. La cola, extendiéndose en el cielo nocturno, podría convertirse en un espectáculo mundial.
Por esta razón, han comenzado a llamarlo el “Cometa del Siglo”, pero quienes lo están monitoreando creen que es aún demasiado pronto, ya que los cometas son notablemente impredecibles.
Existen diferentes posibilidades. Debido a las fuerzas de marea del Sol, así como a su radiación, puede ser destruido, como el cometa Elenin en 2011. Aunque hay casos opuestos, como el Lovejoy, también en 2011, que sobrevivió al paso por la atmósfera solar y nos impresionó con una espectacular cola. Puede suceder que se fracture como el Shoemaker–Levy 9, que se impactó contra Júpiter en 1994. Si esto último le sucediera al ISON, sus fragmentos seguirían la misma trayectoria del cometa, que afortunadamente no es de colisión con nuestro planeta.
En cualquier caso, los observadores del cielo del hemisferio norte tendremos buena oportunidad de observarlo, ya que, luego de dar la vuelta al Sol, pasará por el Polo Norte, haciéndolo visible durante toda la noche. Ojalá tengamos la oportunidad de observar una estrella feroz de larga cabellera.
Más información
Sagan, Carl. 2004 Cosmos Editorial Planeta.
Calder, Nigel. 1985. ¡Qué viene el cometa! Ediciones Salvat
http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/23nov_aliencomets/
http://science.nasa.gov/science-news/science-at-nasa/2013/18jan_cometison/
http://cometography.com/pcomets/001p.html
http://www.nasa.gov/mission_pages/sunearth/news/comet-lovejoy.html
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