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La seguridad alimentaria en la gestión de Peña Nieto

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Elaboramos una valoración crítica que busca ser racional, haciendo a un lado las convicciones subjetivas que desprende el hecho de ser gobernados por un conjunto de personas no instruidas que sienten una fobia por todas aquellas que lo son, y que tal posición nuestra nos lleva a oponerse al estado actual de cosas.

p-04aComo ya se ha demostrado en diversos trabajos de investigación, la pequeña agricultura, la agroindustria rural y otras actividades, son capaces de generar recursos sustentables para las familias de bajos recursos, proporcionar alimentos sanos e inocuos, y crear empleos. Estos elementos han están ausentes o son insuficientes en el programa Cruzada Nacional Contra el Hambre. Y es precisamente esta una de las grandes diferencias con Hambre Cero brasileño, el cual articulaba la demanda alimentaria generada por la transferencia de recursos a los más pobres con la oferta impulsada por los pequeños productores gracias a los apoyos necesarios a través de un programa de apoyo a la agricultura familiar y de un programa de adquisición de alimentos. Uno indujo la producción de alimentos entre los pequeños productores, otro estableció los canales de comercialización de esos alimentos hacia los beneficiarios del programa Hambre cero. En aquel país se creó una instancia nacional para incidir en los programas públicos con amplia participación ciudadana y comités de gestión electos directamente por la comunidad para supervisar los recursos públicos destinados a los beneficiarios. El resultado fue, lógicamente, que hubo mucho mayor crecimiento económico sostenido, mayores empleos generados, un sistema muy amplio de créditos a las actividades de pequeños productores en el campo y en la ciudad y hubo un propósito deliberado, consciente, comprometido, de reducción de la desigualdad.

En la clase política nacional y local podemos observar que por sus acciones y toma de decisiones, existe un prejuicio en contra de los conocimientos y estrategias de sobrevivencia de una parte de la población rural, que sigue refugiándose en su conocimiento y prácticas tradicionales para producir. En el tema de la Ética, hay que decir que los convenios que firmaron el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y trasnacionales como la Nestlé, PepsiCo, otros consorcios como Sabritas y Gamesa, etcétera, empresas que han sido señaladas por realizar prácticas poco honestas, contra los propios productores y contra las propios consumidores, controlando mercados, desplazando variedades de cultivos nativos,  forzando el uso de paquetes tecnológicos, fomentando la venta y consumo de productos chatarra (especialmente a los niños y las clases sociales poco educadas), recurriendo a todo los medios que la corrupción que se permite en nuestra pía, incluso la compra de conciencias de los legisladores, lo cual ha derivado en el incremento de la tasa de mortalidad en edades tempranas por hipertensión, diabetes, infartos, por ciertos tipos de cáncer, de tubo digestivo, hepático, de páncreas, de colon, de próstata, de mama, todos ellos asociados a la obesidad y al consumo excesivo de este tipo de alimentos. Y es aquí donde cuestionamos sin dudar, porque cuando se invita a participar a los culpables de la problemática que se pretende resolver, algo no anda bien.

p-04bEl problema de la Ética como hilo conductor del tomador de decisiones en México ahora es un tema relevante. Subrayamos la importancia de este tema como el centro mismo del pensamiento, dadas las graves consecuencias que en nuestro país ha tenido el manejo y actuar de la clase política, así como lo que Enrique Dussel llama alteridad, es decir “lo otro”, “lo diferente” y su necesaria existencia para la construcción de uno mismo, y de un proyecto de nación que se sabe oprimida, frustrada.

Pero a la clase política encabezada por Enrique peña Nieto no le interesa conocer al otro, entenderlo, entenderlo como sujeto, no como objeto, y de que debe existir una comunicación intersubjetiva. A este respecto existen tantas anécdotas que lo prueban que no vale la pena insistir en ello. Pasemos a comentar algunos datos concretos.

Estando de acuerdo con Coneval en el sentido de que la pobreza es prácticamente la misma desde 1992 a la fecha, y después de una inversión multimillonaria para atender a 7.4 millones de mexicanos que se estima están en vulnerabilidad alimentaria, solo se han tenido pobres resultados en aproximadamente 57.5 por ciento de esta población. Sin embargo, nuestra población en pobreza se elevó en alrededor de 2 millones de personas en el periodo 2013-2014, el periodo más importante en la gestión de Peña Nieto.

Por otro lado, el alza en los productos básicos ha ido en aumento entre agosto y septiembre, como han informado lo que saben: los vendedores de las centrales de abastos. Incrementos en verduras de amplio consumo como el jitomate (de 10 a 20 pesos el kilo); limón (seis a 25 pesos), carne (80 a 125 o 150 pesos), entre otros.

El tema de salud es la consecuencia necesaria de esta valoración. El sobrepeso y la obesidad afecta a 70 por ciento de los adultos en nuestro país, existiendo estimaciones de que 24 mil personas mueren en México cada año por males asociados al consumo de bebidas azucaradas. Y hay que recordar que apenas en este mes de octubre la mayoría de PRI y PAN avalaron reducir de un peso a 50 centavos la cuota del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a bebidas azucaradas cuando éstas tengan un máximo de 50 gramos de azúcar por litro, dejando de recaudar 522.5 millones de pesos, que se podían utilizar para atender a dichos enfermos, infraestructura, educación, etcétera.

 

Conclusiones

 

Las políticas hacia el campo de la historia reciente de México han repercutido en numerosos problemas, entre los que se cuenta la deficiente alimentación y pobreza de la población y la consecuente problemática de salud.

A la Cruzada le hacen falta acciones y recursos para articular la demanda alimentaria que necesita la población la oferta impulsada por los pequeños productores enfocando los demás programas del sector y otros sectores (agrícola y agrario) a actividades como la agricultura de traspatio y valor agregado (transformación) de alimentos saludables.

Estas acciones necesariamente se tienen que realizar con la participación de expertos y de los propios actores organizados, como comités de gestión autónomos electos directamente por las comunidades.

La clase política que tenemos no es la que podría o querría llevar a cabo estos cambios; necesariamente tiene que ser otra, una comprometida e informada con las necesidades y problemáticas de la mayoría de la población mexicana.

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