La Organización Mundial de la Salud (OMS), las autoridades regulatorias nacionales y los representantes de la industria definen a los dispositivos médicos como cualquier instrumento, aparato, implante, máquina, reactivo en vivo, calibrador, software, material o artículo que sirva para el diagnóstico, prevención, monitoreo, tratamiento o alivio de alguna enfermedad o lesión, o así como para investigación, reemplazo, modificación o soporte de la anatomía o de un proceso fisiológico, incluido el soporte o conservación de la vida; el control natal; la desinfección de los mismos dispositivos y cualquier equipo de diagnóstico y análisis clínico.
Atendiendo a esta definición tan amplia, entendemos que el espectro de los dispositivos médicos es bastante más amplio que la concepción tradicional popular, que solamente considera a los aparatos destinados a la atención médica en cualquiera de sus etapas, ya sea exploración, diagnóstico, tratamiento o rehabilitación, segmento que propiamente se define como equipos médicos. Con esto en mente podemos establecer que el área de oportunidad para el desarrollo de dispositivos médicos es amplia y debe ser aprovechada para el desarrollo de la industria nacional, tanto para la generación de riqueza, como para el aumento en la producción de tecnología y para la mejora de la atención médica y la calidad de vida.
En nuestro país ha habido un crecimiento dinámico en el sector de los dispositivos médicos desde el año 2000, somos el quinto exportador de dispositivos del mundo, el segundo mercado más grande de América Latina y el proveedor más importante del mercado estadounidense, el más grande del mundo.
A pesar de estos avances el mercado mexicano produce y exporta principalmente productos de baja complejidad tecnológica como instrumental quirúrgico, jeringas, catéteres, cánulas, etcétera. Y su principal aportación en el desarrollo de productos de alta tecnología es como maquilador de productos creados en Estados Unidos aprovechando la mano de obra barata y la ventaja geográfica de México, es por esto que no es coincidencia que cuatro de los principales clusters estatales se localicen en estados con frontera hacia este mercado, Baja California, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, el resto se encuentra en Morelos, estado de México y la Ciudad de México. Con todo lo dicho, la generación de proyectos de desarrollo de dispositivos médicos debería ser una prioridad en los que, de una forma u otra, nos dedicamos a la investigación, al desarrollo tecnológico y a la medicina misma.
En junio de 2012, en la Universidad Autónoma de Nuevo León se inauguró, dentro de la Facultad de Medicina y Hospital Universitario, el Centro de Ingeniería Biomédica con la misión de crear una convergencia entre las necesidades del sector médico y las diferentes disciplinas que podrían darles una solución satisfactoria. De esta forma se empezó a trabajar en proyectos multidisciplinarios que, partiendo de una necesidad del personal de salud, integran ingenieros mecánicos, electrónicos, programadores, mecatrónicos, diseñadores gráficos, diseñadores industriales, editores de audio y video, y administradores de bases de datos.
Es a través de este enfoque multidisciplinario que se ha logrado resolver integralmente los retos que imponen un proyecto de desarrollo de un dispositivo médico, y bajo este enfoque hemos desarrollado más de 40 proyectos pasando por férulas, órtesis, prótesis, aplicaciones web, dispositivos de apoyo en investigación, etcétera, pero no sólo nos importa la generación de proyectos, paralelo a los proyectos de desarrollo hemos trabajado en el registro de propiedad intelectual, capacitando al personal del área para proteger los aspectos novedosos de cada proyecto y de esta forma incentivando la participación de alumnos, profesores e investigadores en los proyectos. Esta estrategia dio resultado pues de diciembre de 2013 a la fecha hemos registrado 20 diferentes proyectos.
EL MERCADO MEXICANO PRODUCE Y EXPORTA PRINCIPALMENTE PRODUCTOS DE BAJA COMPLEJIDAD TECNOLÓGICA COMO INSTRUMENTAL QUIRÚRGICO, JERINGAS, CATÉTERES, CÁNULAS. Y SU PRINCIPAL APORTACIÓN EN EL DESARROLLO DE PRODUCTOS DE ALTA TECNOLOGÍA ES COMO MAQUILADOR DE PRODUCTOS CREADOS EN ESTADOS UNIDOS APROVECHANDO LA MANO DE OBRA BARATA
Buscando la forma de dar a conocer estos proyectos y nuestra forma de trabajo, continuamente tratamos de participar en eventos de divulgación científica, que nos permitan formar lazos con instituciones hermanas, que compartan nuestra visión de trabajo y con los que podamos colaborar en aras de alcanzar proyectos más complejos, que representen problemas médicos con mayor prevalencia en nuestra población. Fue así que, en 2013, participamos por primera vez en el “IV Congreso Nacional de Tecnología aplicada a Ciencias de la Salud”, siendo este foro el lugar donde nuestras visiones y metas encontraban eco entre los demás participantes. Con el paso de los años y los congresos fuimos estrechando lazos con los participantes, especialmente con el Coordinador principal del comité organizador, el doctor Eduardo Tepichín Rodríguez que nos hizo la invitación a participar como sede de la VIII edición del Congreso.
Y así aprovechamos estas últimas líneas para invitarlos a participar en el “VIII Congreso Nacional de Tecnología aplicada a Ciencias de la Salud” que se realizará los días 15, 16 y 17 de junio de 2017 en las instalaciones de la Facultad de Medicina de la UANL. Como en cada edición buscamos atraer a los profesionales de cualquier disciplina que se interese en la realización de proyectos orientados a la mejora de la práctica médica mediante la innovación y la generación de nuevas tecnologías. Vengan a Monterrey, vengan a conocernos y sigamos trabajando en la mejora de la práctica médica en nuestro país.