¿Cooperación descentralizada de estados y municipios?

Foros internacionales recientemente se han interesado en debatir sobre las potencialidades y buenas prácticas que se pueden derivar de la Cooperación Internacional Descentralizada de parte de estados y municipios. Hay que entender que la Cooperación Internacional para el Desarrollo es la ofrecida o recibida por una tercera parte internacional, y que en muchos casos va ligada al cumplimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas o a la proveniente de los países desarrollados, denominada cooperación NorteSur. Países como México se han caracterizado por desarrollar en los últimos años una importante política exterior en materia de cooperación. De conformidad con el mandato constitucional, México desarrolla, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, una importante política exterior fundada en principios internacionales como la Cooperación Internacional para el Desarrollo (Art. 89, fracción X). Sin embargo, es necesario entender que, de acuerdo con el pacto federal derivado del artículo 124 Constitucional, una actividad exclusiva de la Federación. Lo anterior a la propia lectura de dicha disposición que señala que las actividades que no se encuentren reservadas por esta Constitución a la Federación, se entenderán delegadas a los estados y municipios, que son libres y soberanos por este pacto federal. Si estamos en presencia de la actividad reservada a la Federación que deberá realizarla ahora a través de la nueva Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, ¿cuál es el papel que los estados y municipios podrán desarrollar en materia de la denominada Cooperación Descentralizada? Todo parece entenderse como una limitante de parte de estos actores para promover una agenda internacional. A diferencia del caso México, existen casos como en España y Canadá, en donde las provincias o autonomías detentan facultades para que a la par del Estado pueda promover una agenda internacional en materia de cooperación. Para el caso México, independientemente de lo que la ley menciona, en la práctica es común ver que los estados y municipios realicen acciones que pudieran denominarse de cooperación, con el objeto de acelerar el desarrollo de sus respectivas regiones. En este caso, debe entenderse y hacer una diferencia en el objeto de la cooperación que es buscada por estos actores. A diferencia del orden federal que su responsabilidad, conforme a la nueva Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, radica en promover una agenda dual de cooperación; esto es, en carácter de receptor y donador de cooperación, los estados y municipios deberán estar más interesados en buscar el fortalecimiento y crecimiento regional de sus propios territorios. Actuando con este objeto, es que los municipios y estados podrán buscar asociaciones estratégicas con actores de diferentes órdenes, pudiendo ser Organismos Internacionales, Organismos no Gubernamentales, Organismos de la Sociedad Civil, Academias, Sector Privado, etcétera. En el caso de Puebla, podemos observar cómo la agenda internacional del estado va creciendo para fortalecer nuestro desarrollo. Por ejemplo, en los últimos meses nuestro estado ha suscrito importantes acuerdos de cooperación con organismos como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la OEA, SEGIB, OEI, etcétera. Igualmente, importantes inversiones con el sector privado internacional en nuestro estado impactarán favorablemente nuestro crecimiento. El caso AUDI es un excelente ejemplo. Por otra parte, observemos que la prioridad para poder ofrecer capacidades de buenas prácticas derivadas de la descentralización deberá ser apoyada y fomentada a nivel federal por la AMEXCID. De lo contrario, estarían los estados y municipios en México adoptando una atribuciones que por mandato constitucional no las tienen.

Finalmente, ¿deben los estados y municipios en México asumir una agenda internacional para el desarrollo? La respuesta debe ser sí, pero con objeto limitado. Esto es, con el objeto de favorecer el desarrollo de su territorio, el estado y municipios están obligados a buscar asociaciones estratégicas más allá de sus fronteras, pero por la otra, para ofrecer capacidades deberá coordinarse con el orden federal a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Puebla es un estado que está haciendo una importante apuesta a la inversión en nuevas tecnologías porque se tiene la convicción de que es necesario complementar las políticas públicas tradicionales con nuevos esquemas de inversión en ciencia, tecnología, investigación e innovación, a través de mejor educación para sus habitantes.

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