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La computación en Puebla: las certificaciones mercantiles y educación para la vida y el trabajo

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Desde la aparición del neoliberalismo en las instituciones de educación superior de nuestro estado y en particular, en aquellas facultades o colegios, que ofrecen títulos alrededor de las Ciencias de la Computación, se ha incrustado una idea de que los graduados deben obtener, además del título universitario, una certificación profesional en alguna herramienta o equipo específico, dígase Microsoft, Cisco, SAP, IBM, etcétera. El principio mercantil establece certificar todo por lo que se pueda cobrar y por ende insinuar que se garantiza una contratación por dominar una herramienta. Con esta actitud el mercado laboral deja de hacerse cargo de la preparación de los futuros profesionales y traslada la responsabilidad a las universidades, en detrimento de los planes de estudio.

Resulta novedoso cómo la comunidad estudiantil responde a este “reto”; en algunos casos manifestando una aceptación tácita, más no convencida, de lo que puede representar estar certificado. Las respuestas pueden variar, y menciono algunas que me han motivado :

“… Soy egresado de computación y en base a mi experiencia (sic) una certificación únicamente sirve para abrir puertas, pero créanme con el mercado laboral actual una certificación no nos hace daño. También entiendo que no somos un tecnológico sino una universidad…”,

Y de manera interesante o diferente responde la comunidad académica ante “semejante reto”, como por ejemplo:

“…recordatorio urgente, estimados estudiantes, egresados y colegas, les recuerdo que el próximo domingo vence el plazo para el registro de las 4 certificaciones ..resulta que hasta la fecha llevamos alrededor de 750 registros y tenemos que alcanzar 1000 para que se liberen los recursos, de no alcanzar la meta, el proyecto se cancelará para la BUAP y se lo llevarán a otra universidad”.

O responde con interrogantes sobre la viabilidad de las certificaciones como:

“.. Realmente enseñamos para el mercado laboral o para el trabajo.? Realmente hacemos labor docente para que aprendan para el mercado laboral o para el trabajo..”.

Todo esto motiva a escribir algunas ideas sobre el tema. Actualmente se ha desviado la importancia que puede tener la educación continua, la cual ofrece no sólo actualización a los profesionales independientes en ejercicio favoreciendo una cultura de educación para toda la vida.

A fines del siglo XIX la Administración científica propuesta por Frederick Taylor impulsó en muchos países un fuerte interés en el proceso de la capacitación como parte de los elementos que permitieron a las empresas mejorar su productividad. Con la diversificación de los medios de comunicación se promovió la instauración de nuevas opciones, tanto para formar personal calificado así como para la actualización de los que estaban en ejercicio de alguna profesión. Con los avances de la ciencia y la tecnología, no pasó mucho tiempo en que los conocimientos que tenían estos profesionales o el personal capacitado comenzaran a ser obsoletos1.

La posición de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior con respecto a la educación continua es clara: la educación continua es una vía privilegiada para dar respuesta a las necesidades de actualización profesional como a las de formación a lo largo de la vida, y resulta importante destacar que actualmente 77% de las acciones de extensión de los servicios, vinculación y difusión de la cultura desarrolladas por las instituciones de educación superior afiliadas a la ANUIES corresponden a actividades de educación continua.

Partiendo de esta realidad, la educación continua ha contribuido a la formación, actualización y capacitación de diversos sectores de la población y se muestra como un medio eficaz y pertinente para contrarrestar la obsolescencia profesional y labora en un contexto mundial de globalización y rápidos cambios científicos-tecnológicos.

Para los empresarios la certificación puede ser un medio para conocer las cualidades, los conocimientos y las habilidades (savoir-faire) de las personas que podrían contratar llegado el caso. La certificación tiene como primera función permitir a los protagonistas del mercado de trabajo (empresarios y empleados) comunicarse eficazmente (Steedman, 1994). Es decir, desempeña un papel de señalización que varía según los tipos de empleo, y que evoluciona según los tipos de mercado de trabajo2.

En pleno siglo XXI, los monopolios tecnológicos, han ampliado su poder de penetración, y no basta con vender sus productos sino que exigen como obligación de que el uso de sus productos sea por profesionales certificados por ellos y sin la garantía de que la certificación sea aceptada con las nuevas tecnologías. Equipo nuevo necesita nueva certificación. Ante esto las universidades deben incrementar la calidad en la formación de sus estudiantes, exigir mas rendimiento y responsabilidad para que la educación sea un motor de cambio y los nuevos profesionales tengan vida.

El hecho que en la nueva ley laboral se haya extendido el periodo de prueba hasta seis meses para ser contratado pone de manifiesto que una persona esté o no certificada no necesariamente se le garantizará el puesto.

La aparición del sistema operativo Linux, desarrollo de software libre, ha puesto en jaque al mayor productor y distribuidor de software del mundo, rompiendo dependencias con el monopolio y ampliando la creatividad de la comunidad de computólogos. Es necesario mencionar que no se deben distraer recursos humanos y materiales para satisfacer una demanda artificial. El país debe dedicar recursos a la creación de nuestras propias herramientas.

A manera de ejemplo consideraremos las ofertas de certificación que ofrecen los monopolios como Microsoft con presencia en el programa gubernamental de la Secretaría de Economía “Mexico First”, Cisco, empresa dedicada a la fabricación de equipos de redes de datos y vendedora de los laboratorios de certificación a las instituciones de educación superior, SAP(alemana) con fuerte presencia en la empresa T-Systems en nuestro estado.

Veamos qué dicen algunos monopolios que certifican, (tomado de las páginas oficiales de cada empresa):

“El MCP (Microsoft Certified Professional) es una Certificación de competencias ofrecida por Microsoft, que acredita las destrezas de profesionales y técnicos en la aplicación de las tecnologías de este fabricante en soluciones de negocios para la empresa”3.

Esta publicidad confirma que sin la aplicación de estas tecnologías no será posible acreditar las destrezas de un graduado, lo cual es una falacia, y por eso la respuesta de las universidades y los académicos debe ser incrementar y fortalecer la educación continua tanto de sus graduados como de sus profesores.

“Las certificaciones Cisco4 son universalmente reconocidas como un estándard de la industria para diseño y soporte de redes, garantizando altos niveles de conocimientos y credibilidad”.

Cisco aduce o reclama una autoridad que lo hace definir estándares, haciendo a un lado las diferentes organizaciones que los fijan, la arrogancia los lleva al cinismo de “garantizar niveles de conocimientos” cuando los conocimientos se adquieren en las aulas y lo que han hecho es recibir apoyo gubernamental de los EU para desarrollar sus tecnologías y exportarlas. Es tal el grado de arrogancia que son parte de un deseo latente para controlar la red de redes, internet, garantizando que un porcentaje alto de sus equipos de red sean los responsables del tráfico de datos en todo el mundo.

“El objetivo del programa SAP5 es soportar el desarrollo de la mano de obra altamente calificada y entrenada para aumentar el potencial de innovación futura, contribuyendo a alcanzar un desarrollo económico en gran escala.”

Esta compañía tiene como objetivos específicos del programa “Apoyar a nuestros stakeholders internos a que alcancen sus propios objetivos de negocios y los principales objetivos estratégicos de SAP.”

En este mundo globalizado el sentido del trabajo como fuerza creadora de la riqueza, como proceso creador entre el hombre y la naturaleza, debe respetarse. Se debe tener presente que el trabajo es la actividad vital que se presenta a los hombres, se revela como realización de la personalidad y las potencialidades humanas.

Actualmente nos encontramos en una crisis de subconsumo. La cual ha ocurrido como resultado de la oferta de productos generados en la economía que no pueden valorizarse, debido a que el consumo es menor al nivel de valores producidos. En este caso los empresarios, por ajustar sus costos ante esta nueva realidad, comienza por hacer recortes, reducir jornadas, o lo que ha pasado en los últimos años, flexibilizar el mercado de trabajo, exigiendo certificaciones para agregar un valor a sus productos. Esta crisis lo único que ha generado es desempleo, subempleo y precariedad.

Llegará un tiempo en que el sol ha de brillar sólo sobre un mundo de hombres libres que no reconozcan más amo que su razón, cuando los tiranos y los esclavos,los sacerdotes y sus instrumentos estúpidos e hipócritas ya no existan más que en la historia y el teatro. Condorcet

Notas

1 Surgimiento y evolución de la educación continua. Néstor Fernández s. UNAM.

2 Bertrand, Olivier, 2000, Evaluación y certificación de competencias y cualificaciones profesionales. Cooperación Iberoamericana. Unesco.

3 http://www.microsoft.com/learning/en/us/mcitp-certification.aspx

4 http://www.cisco.com/web/LA/educacion/certificaciones.html

5 http://www.sap.com/mexico/services/education/sap_professionals/univer.epx

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