La pluma inspirada. Biología y literatura, cuando los grandes observan, aman y escriben

¿En qué piensas?

En nada, en la inmortalidad del cangrejo. Anónimo, Los mexicanos pintados por sí mismos

 

Y de inmortalidad sólo creo

en la tuya, cangrejo amigo… José Emilio Pacheco

 

Existen teorías científicas plasmadas en obras literarias que sin duda han marcado la historia de la humanidad; algunas son tan conocidas que el simple hecho de que nos hablen un poco de las ideas plasmadas en ellas nos remite a una clase, una plática, un libro o alguna obra literaria que esté basada parcialmente o en su totalidad en este conocimiento comprobado (hagamos un ejercicio para ejemplificar lo anterior. Wallace, evolución. Darwin y el origen de las especies. ¿Qué fue lo primero que llegó a tu mente al leer el ejemplo anterior?). Magníficas obras han sido escritas en aquellos libros que hoy en día nos permiten conocer un poco de los estudios e ideas de aquellos grandes pensadores y científicos; entre ellas están algunas de las obras que en este momento llegan a nuestra mente, como la de Aristóteles, que nos permite conocer una de las primeras clasificaciones que se da a los seres vivos.

p-16Nos es imposible olvidar a esos grandiosos observadores como Antony  Leeuwenhoek, como nos  explica Paul de Kruif en su obra Cazadores de Microbios, en donde además de permitirnos conocer las investigaciones de este comerciante holandés, nos permite conocer una parte de su vida en la que destaca la paciencia y la tenacidad de Leeuwenhoek, hasta el punto de pedir a una persona con dientes podridos (como es descrito en dicha publicación), que le permitiera tomar una muestra del sarro que había entre sus dientes para poderla observar. Evidentemente, sus observaciones marcaron a la sociedad científica, hasta el punto en que la Real Sociedad nombró a Leeuwenhoek miembro de honor.

En la misma publicación podemos conocer gran parte de los trabajos y vida de Lazzaro Spallanzani, italiano nacido en 1729, quien decidido a arrancar los más íntimos secretos a la naturaleza, desde niño genera la habilidad de la observación; extrañamente su padre le obliga a estudiar leyes; esforzándose por encontrar el gusto por aquellos documentos legales, complementa sus estudios con matemáticas, griego, francés y lógica. Conoce a Vallisnieri, quien habla con su padre para informarle de la habilidad innata de Spallanzani para las ciencias; así, fue enviado a la universidad de Reggio, universidad que vio nacer al joven científico. Spallanzani presta principal atención a la teoría de la “Generación Espontánea” que hasta ese momento era irrevocable la afirmación de su existencia. Podemos continuar con esta gran obra que nos habla también de los trabajos de Luis Pasteur, entre otros grandes de la ciencia que forjaron una parte importante de los pilares de lo que hoy son las ciencias biológicas que estudiamos. Sin embargo, nos es más grato hacer la invitación al lector a conocerla y a viajar entre sus páginas, las cuales, estamos seguros, le acogerán y no se arrepentirá.

Como ya hemos visto, la naturaleza ha sido en innumerables ocasiones la musa de grandes científicos y, por qué no, también de reconocidos escritores, los cuales nos han compartido su conocimiento y la oportunidad de soñar con el excelente trabajo bajo su pluma; prueba de ello es el Bestiario, un libro que reúne poemas y versos sobre animales; el más antiguo, podemos decir, es el Physiologus, el cual fue escrito en Alejandría quizá entre los siglos II y IV; éste fue uno de los más populares durante la Edad Media y comprende la descripción de algunos animales y criaturas fantásticas.

A manera de homenaje, rendimos un pequeño tributo a la obra de José Emilio Pacheco y a su obra literaria Nuevo álbum de zoología. Una obra que continúa con la línea del Bestiario. Ilustrada por Francisco Toledo, con lo cual, bajo la tutela del poeta y las pinceladas del pintor nos dan a conocer algunas de las especies en peligro de extinción a nivel mundial pero principalmente de animales que se distribuyen en nuestro país; también encontramos representadas especies exóticas, como los periquitos australianos y algunos gorriones como Passer domesticus; este último, adecuado perfectamente a las ciudades, se considera especie indicadora de perturbación ambiental. Fueron introducidos en América en 1850 en Brooklyn, Nueva York, en donde fueron liberadas 100 parejas y hoy la especie está distribuida ampliamente en todo el continente.

Y hablando de libros, la información anterior fue tomada del libro Las Aves del Estado de Puebla, el cual te invitamos a conocer. Regresando a nuestro tema, el Bestiario, cuya idea original es de Jorge Esquinca, nos habla sobre todo el acelerado deterioro de la naturaleza y la pérdida de biodiversidad o, como es descrito en la contraportada de este libro, “la frenética destrucción de la naturaleza”. Por ello queremos compartir y al mismo tiempo invitar al lector a analizar algunos de los poemas encontrados en esta hermosa obra; les compartimos a continuación los poemas Un gorrión y Polinización, de José Emilio Pacheco en “Nuevo álbum de zoología”.

 

Un gorrión

Baja a las soledades del jardín

Y de pronto lo espanta tu mirada.

Y alza el vuelo sin fin,

Alza su libertad amenazada.

 

Polinización

El insecto se frota contra el cáliz

de la flor entreabierta.

No le importa mi juicio

ni el peligro de muerte

que para él entraña mi presencia.

Supone que es amor el pobre diablo.

Cómo se agita, cómo se revuelve,

hasta que el fin saciado emprende el vuelo.

Tal vez se acordará toda la vida

de esos instantes de placer. Los cree

nacidos de un encuentro de voluntades,

una atracción fatal, deseo sublime.

Ebrio de amor, el infeliz amante

ignora que su acto

es polinización.

Sin palabras la vida le ha ordenado

que la transmita y la perpetúe. Su goce

sólo sirvió (no ha de saberlo nunca)

para que en primavera brote exacta

otra generación de ávida flores.

 

 

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FB Tras las huellas

 

@helaheloderma