Precarios desangelados

p-14aSerafines, querubines y tronos han desatendido a los habitantes de la ciudad de Puebla, los han dejado a merced del mercado, que por sus acciones es depredador, injusto, explotador y alienante, y del Estado, que es cómplice, instrumento y ejecutor de los designios del capital y de los poderes fácticos. Entre el segundo trimestre de 2014 y el mismo periodo del año anterior, la población ocupada en la ciudad de Puebla cayó en 0.5 por ciento, el número de desocupados aumentó en 9.6 por ciento y el salario por habitante cayó uno por ciento; en los últimos nueve años, la población en edad de trabajar (14 años o más) que radica en la ciudad de Puebla aumentó en 234 mil; de éstos, 54 por ciento está ocupado, 22 por ciento está desocupado o disponible (no busca trabajo pero está disponible para laborar) y 24 por ciento es no activo económicamente (se dedica a estudiar, a los quehaceres domésticos o está incapacitado, pensionado o jubilado). La fuente es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

p-14bLa ciudad de Puebla ejerce centralidad en las actividades económicas de la entidad, tanto por la generación de bienes y servicios como por los empleos generados. Actualmente ahí radica 36 por ciento de la población en edad de trabajar, 34 por ciento de la población ocupada, 38 por ciento del total de ocupados en la construcción, 43 por ciento de los ocupados en las manufacturas, 41 por ciento de los ocupados en el comercio, 50 por ciento de los ocupados en los servicios, 61 por ciento de la población ocupada con acceso al sistema de salud y otras prestaciones; 77 del total de jubilados y pensionados, 50 por ciento de los desocupados y ahí se devenga 61 por ciento de la masa salarial de la entidad, y el salario promedio por habitante de la ciudad es 47 por ciento más alto que el de la entidad poblana. Aun así, vivir en la ciudad es complicado, los empleos son escasos y menguante el poder adquisitivo del salario, mucho más que el registrado en la entidad: entre el segundo trimestre de 2005 y el mismo periodo de 2014 creció en 23 por ciento el número de personas sin trabajo, disponibles o que laboran menos de 15 horas a la semana y disminuyó en 14 por ciento el poder adquisitivo del salario en la ciudad de Puebla; los porcentajes para la entidad fueron 15 y 5 respectivamente.

p-14cEn el segundo trimestre de 2014 las personas ocupadas en la entidad eran 11 mil más con relación al mismo periodo del año anterior (aumentó en 0.4 por ciento), creció el empleo en la construcción y comercio y cayó en las actividades agropecuarias, las manufacturas y los servicios. El salario por habitante creció en 1.9 por ciento en el último año, es decir, paso de 49.51 pesos por habitante al día a 52.40 pesos; cabe recordar que 64 por ciento de los ocupados en la entidad perciben entre cero y dos salarios mínimos y que 72 por ciento del total de ocupados no tiene acceso al sistema de salud ni a otras prestaciones laborales. La tasa de desempleo abierto (desocupados, disponibles y subocupados) en el segundo trimestre del año en curso fue de 27 por ciento con relación a la población económicamente activa (ocupados y desocupados). En los últimos nueve años la población en edad de trabajar en la entidad poblana aumentó en 667 mil; de éstos, 56 por ciento está ocupado, 25 por ciento está en desempleo abierto y 19 por ciento es económicamente no activo.

p-14eA nivel nacional la situación no es tan diferente: la población ocupada en el trimestre abril-junio de 2014 es la misma que la del mismo periodo del año anterior, casi 50 millones de personas, y el salario por habitante cayó en 3.5 por ciento. En nueve años, el desempleo abierto aumentó 14 por ciento y el poder de compra de los salarios cayó en 10 por ciento; en esos años, la población en edad de trabajar aumentó en 13 millones 196 mil; de ellos, 57 por ciento está ocupado, 19 por ciento son desocupados abiertos y 24 por ciento es económicamente no activo. En dicho segundo trimestre, la población ocupada que no tienen acceso a prestaciones fue 56 por ciento, la que no percibe salarios o recibe hasta dos salarios mínimos fue 51 por ciento y la tasa de desempleo abierto fue de 23 por ciento, y el salario promedio por habitante fue de 68.61 pesos, equivalente a medio kilo de carne de res.

p-14fLa pérdida de poder de compra del salario, la inestabilidad en el empleo, la ausencia de prestaciones asociadas al salario y la inestable y raquítica oferta de empleos no ha sido compensada por políticas sociales ni fiscales: el derecho a una vida digna a través de un empleo legal se ha cancelado. Uno de cada cuatro personas económicamente activa está desempleada, disponible o labora menos de 15 horas a la semana, y los afortunados que tienen un empleo reciben una remuneración insuficiente para una ingesta adecuada y decorosa a sus necesidades y capacidades. Las pregonadas destrezas, habilidades y capacidades ni garantizan empleo tampoco movilidad sociolaboral; la emigración internacional, que fue una opción laboral forzada, está contenida; las salidas inducidas ante tal precariedad son las actividades ilícitas, entre ellas, la narcopolítica y el crimen organizado.

 

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