Una ley para proteger a las estrellas

En los últimos años se ha empezado a entender que la iluminación necesaria para conservar el modo de vida que llevamos, produce un impacto negativo hacia la salud humana, pero, también a una parte importante de la flora y fauna del planeta.

”Contaminación lumínica”, por jomoiflickr, en www.flickr.com

”Contaminación lumínica”, por jomoiflickr, en www.flickr.com

Denominada como contaminación lumínica, es el resultado del uso desmedido y sin planeación de la iluminación artificial.

Este tipo de contaminación produce afectaciones serias al equilibrio ecológico y a la salud humana, pero también a la contemplación del cielo nocturno que, aunque no de manera oficial, es un patrimonio de la humanidad.

Actualmente una tercera parte de la civilización humana ha perdido la oportunidad de ver la Vía Láctea debido a este tipo de contaminación, lo que ha conllevado a producir una situación similar a la que se vive en los zoológicos, que muestran aquellas especies de animales que están en riesgo de extinguirse. Pero ahora, en lugar de algún animal en riesgo, a las nuevas generaciones se les proyectará una simulación computarizada de la galaxia en donde vivimos, en los recintos conocidos como planetarios.

Las primeras llamadas de atención provinieron de los observadores del cielo, los astrónomos, quienes al ver empañada su vista con la luz de las ciudades, tuvieron que irse mudando progresivamente a lugares cada vez más desolados. Sin embargo, en la actualidad estos escasos lugares empiezan a ser invadidos nuevamente, y ahora con el riesgo de no tener a dónde escapar.

Los especialistas en conservación de la flora y fauna se sumaron a esta preocupación, dando a conocer las afectaciones que está causando la contaminación lumínica en este sector, vital para la preservación de las condiciones de habitabilidad en el planeta.

Por último, el sector médico dio a conocer que también existen afectaciones a la salud humana por la existencia de este tipo de contaminación, generando depresión, alteración del sueño y algunos tipos de cáncer.

Esta silenciosa amenaza ha llevado a promover, por parte de los grupos científicos y ecologistas, ante los tomadores de decisiones, legislar para contrarrestar y controlar este tipo de contaminación.

Los avances han sido mínimos: solo se han logrado cercar algunos observatorios astronómicos y minimizar en algunas pequeñas ciudades. Países como España, Chile y Estados Unidos han generado reglamentos y leyes, pero con un impacto geográfico bajo.

En el caso de México, la protección del Parque Nacional de San Pedro Mártir, ubicado en el municipio de Ensenada, Baja California, ha generado una lucha por parte de los astrónomos por proteger este valioso sitio, considerado uno de los cuatro sitios más obscuros del planeta. El motivo principal es que en este boscoso sitio se encuentra el último escondite para el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).

Desde 1977 se han promovido reglamentos para el control de la iluminación que pueda afectar al OAN. Sin embargo, la expansión de la mancha urbana ha hecho trabajar a marcha acelerada a los astrónomos  para promover reglamentos que contengan el problema, llevando, en el año 2006, a promulgar el reglamento para la prevención de la contaminación lumínica en el municipio de Ensenada, perteneciente al estado  Baja California.

El ejemplo legislativo, sumado a la campaña llevada por los astrónomos del Instituto de Astronomía sede Ensenada, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trajo frutos en el año 2010, al lograr modificar la Ley Estatal de Protección al Ambiente para contemplar la prevención de la contaminación lumínica en el estado de Baja California.

Los esfuerzos de los astrónomos y ecologistas han catalizado el interés por sumarse a esta campaña por parte de algunos municipios, particularmente por los beneficios que conlleva cambiar las luminarias, debido a que la restructuración del alumbrado público reduce considerablemente el gasto en el pago de la factura energética a la Comisión Federal de Electricidad, lo que puede llevar a usar el recurso en otros menesteres.

Para el año 2011 el municipio de Mexicali promueve y aprueba su propio reglamento para el control de la contaminación lumínica y están en proceso los municipios de Puerto Peñasco, en Sonora, y Chapa de Mota, en el estado de México.

Llevar a todos los estados del país una iniciativa que conlleve a controlar y reducir la contaminación lumínica no es tarea fácil. Los presupuestos en infraestructura para iluminación están etiquetados para ciertos periodos de tiempo, y las licitaciones ganadas por compañías proveedoras se acuerdan hasta por diez años. Realizar un cambio abrupto a las luminarias de todo el país contrae un problema presupuestario y de logística.

Este hecho fue planteado para desarrollar el primer intento formal para implementar un control a nivel federal, que propusiera ir cambiando paulatinamente las luminarias sin afectar el escaso presupuesto de los municipios.

La iniciativa llegó el 3 de marzo de este año por parte de la diputada federal por el estado de Nuevo León, la física Tania Victoria Arguijo Herrera.

Asesorada por astrónomos de la sede en Ensenada del Instituto de Astronomía de la UNAM, del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE) y de la Sociedad Astronómica de México, se propuso para la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente un ajuste necesario para  empezar a reducir y contralar la contaminación lumínica.

Hoy esta iniciativa de reforma de ley se encuentra esperando dictamen para después, si es pasa los controles internos, ser aprobada en el pleno de la Cámara de Diputados.

Más allá de parecer un mero capricho para ver las estrellas, los beneficios que se verían en una década, al cambiar paulatinamente las luminarias, implicarían una reducción importante en el consumo de energía eléctrica, lo que traerá la disminución de CO2, gas de efecto invernadero, uno de los principales factores responsables del calentamiento global.

Ahora está en manos de nuestros tomadores de decisiones el futuro de nuestro país y del mundo también.

[email protected]