Habrá nuevo ciclo del foro Los retos de la educación pública de la UAP para construir una nueva agenda universitaria

Con el objetivo de construir una nueva agenda universitaria en la que se privilegien conceptos como la autonomía, el pluralismo y la visión social, el foro Los retos de la educación pública superior en México en una época de cambios tendrá un nuevo ciclo para noviembre, anunció Francisco Vélez Pliego, director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSH) de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).

            El académico encabezó la clausura de este webinar que se realizó en ocho sesiones celebradas de agosto a octubre de este año con la participación de nueve ponentes magistrales, 16 comentaristas, ocho relatores y un equipo logístico de 20 personas por sesión entre docentes, estudiantes y trabajadores de las diversas unidades académicas participantes, para discutir en torno al desarrollo, la educación pública, la investigación y el papel de las universidades públicas en el actual contexto del país.

 

Sin la presencia del rector de la UAP, José Alfonso Esparza Ortiz, con una clausura presencial controlada en el Salón Barroco y una transmisión en vivo a través de redes sociales, el cierre fue el marco del homenaje a Pedro Félix Hernández Ornelas, profesor-investigador titular del Posgrado en Sociología del Instituto Vélez Pliego y miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 3.

Acompañado por Carlos Figueroa Ibarra, también académico del ICSH y María Eugenia Mendoza, directora del Instituto de Física “Luis Rivera Terrazas” (IFUAP), Francisco Vélez señaló que, con un promedio de 200 personas por sesión, el webinar reunió a académicos, investigadores y funcionarios, teniendo un alcance en contenido que supera las 20 mil reproducciones y los 49 mil impactos en Facebook, cifra que muestra el interés por el foro.

Dijo que la epidemia causada por el Covid-19 y sus efectos sociales obligan a la UAP a pensar en formas de trabajo y ambientes académicos que ayuden a enfrentar los retos y desafíos del actual contexto, los cuales deben ser congruentes con los fines de la educación superior.

Enfatizó que, dada la riqueza del foro, el comité organizador integrado por miembros de varios cuerpos académicos habrá un nuevo ciclo del webinar que permita construir una agenda universitaria tomando como base el documento extenso derivado de esta primera etapa.

Al brindar un resumen del foro, el sociólogo Carlos Figueroa Ibarra señaló que tres fueron los principios que animaron este evento: el principio de la autonomía universitaria, base fundamental del quehacer académico; el pluralismo y la diversidad que debe tener una universidad en cuestión de saberes, conocimientos y pensamientos; y la visión holística necesaria para enfrentar desafíos de la universidad haciendo a un lado horizontes parciales o reducidos.

Acotó que se concibieron tres puntos a enfrentar: la preservación de la biodiversidad y de la diversidad cultural que combinados conforman la biocultura, así como la capacidad organizativa de la sociedad.

Recordó que en el foro hubo varios cuestionamientos que afloraron por la crisis causada por el Covid-19. Uno de ellos fue hacia el modelo educativo que prevalece, pues se planteó la necesidad de una transformación que llama a que los estudiantes se vinculen con sus comunidades, a construir un aprendizaje transformador y transgresor, y a que el conocimiento tenga un uso social. Otro más, hacia los problemas estructurales sociales de la universidad, pues en la UAP se aceleró un tránsito hacia el futuro, enfrentando la necesidad de hacer uso de tecnologías de información y comunicación. De paso, se evidenció que no todos los sectores de la universidad tienen las mismas oportunidades para enfrentar el desafío tecnológico, por lo que es necesario el diseño de medidas pedagógicas y la capacitación a profesores y alumnos en el renglón.

Además de la crisis civilizatoria y los efectos del Covid-19, continuó Figueroa, el webinar planteó que, independientemente a la opinión personal, es claro que se vive una nueva etapa de la vida nacional, siendo este un elemento que se tendrá que considerar en la vida universitaria.

En ese sentido, dijo que se perfilan tres cambios necesarios para la educación superior: el primero referente al abandono del anterior paradigma para la docencia y la investigación, que era gerencial, productivo, empresarial y neoliberal, para llevar a una educación con pertinencia teórica y social, y con rigor científico; el segundo para concebir a la autonomía en un sentido más amplio, como una forma de sociabilidad, algo que no solo es presente en la sociedad sino como una norma al interior de la universidad, como expresó el subsecretario de Educación a nivel federal, Luciano Concheiro, quien definió a la autonomía como una herramienta de transformación social que sirve para lograr una formación pública, incluyente e intercultural, a la par de un desencadenante para articular tres formas de democracia: representativa, participativa y comunitaria; y el tercero que llama a concebir la educación pública más allá del paradigma que la ha desvirtuado, para reforzarla como un derecho y no como un servicio, un planteamiento central expresado por el secretario de Educación Pública en Puebla, Melitón Lozano.

Otro aspecto abordado, continuó el académico, fue el papel que debe tener la universidad con la cultura en un país como México en donde este renglón es diverso y plural, y en donde debe haber una revolución cultural que contenga procesos que recuperen las relaciones entre sí y con la universidad. De igual forma, se observó la responsabilidad que debe haber en la universidad para coadyuvar con la participación ciudadana, algo evidenciado por el ex secretario de Medio Ambiente, Víctor Toledo, quien habló de observar un proceso mundial de rebeliones ciudadanas.

Carlos Figueroa notó que un elemento importante del foro fue la vinculación entre el nivel medio superior y el nivel superior, pues es necesaria la articulación entre preparatorias y licenciaturas, maestrías y doctorados, asuntos notados por Pedro Flores, de la Universidad Autónoma de Querétaro. Cerró que otro de los problemas evidentes fue el relevo generacional y la renovación de la planta laboral de las universidades, que han tenido como efectos la precarización laboral, la privatización y el envejecimiento de la planta académica: en la UAP, por ejemplo, más del 50 por ciento de la planta tiene más de 25 años de servicio. Señaló que el propio Francisco Vélez dejó ver que el problema del relevo y la renovación académica es político y de solución de mediano y largo plazo, más con las consecuencias de la crisis económica y el Covid-19.

Por su parte, María Eugenia Mendoza, directora del IFUAP, enlistó los nueve retos que el foro dejó en claro para la educación superior en México: abrir las universidades para dar cabida a todos los estudiantes y con ello transformar el sesgo mercantilista que ha dejado el neoliberalismo; cambiar la orientación en el campo de la orientación científico tecnológico para promover la creatividad de equipos multidisciplinarios; participar en los nuevos proyectos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en áreas científico humanísticas para formar egresados y estudiantes con compromiso social; remontar el atraso educativo en todos los niveles tomando en cuenta la opinión de los sectores universitarios, rediseñar programas educativos para educación a distancia que sirvan para enfrentar retos como el Covid-19 contemplando las asimetrías regionales; adecuar planes de estudio con materias humanas y de desarrollo social para hacer un vínculo social; introducir materias sobre asuntos como la atención medioambiente, la cultura de paz y la diversidad, fomentando una cultura de la legalidad, el rescate de lenguas nativas y el amor a la naturaleza; generar un mayor número de egresados en maestrías que signifiquen mejoras para la sociedad; y encausar a las universidades como espacios libre expresión, rescatando el concepto de autonomía con transparencia y rendición de cuentas.

 

En homenaje, piden que Pedro Félix Hernández sea profesor emérito de la UAP

 

Con la petición al Consejo Universitario para que sea nombrado profesor emérito de la UAP, Pedro Félix Hernández Ornelas, profesor-investigador titular del Posgrado en Sociología del ICSH, fue homenajeado en la clausura del foro Los retos de la educación pública superior.

Ahí, el sociólogo Carlos Figueroa destacó que el oriundo de León, Guanajuato, seminarista y jesuita, profesor por vario tiempo en Estados Unidos, se destaca por su humanismo, por sus aportaciones académicas vigentes a sus 95 años, y por sus relaciones con un amplio sentido del tacto y la mesura.

A su vez, acompañado a la distancia por su esposa Margarita, el homenajeado habló sobre la gratitud, misma que definió como “un tesoro de recursos que permiten responder con la frente alta al sentimiento de reconocimiento”. De paso, habló sobre su infancia y su familia paterna integrada por hombres “liberales sinceros”.

En su discurso, destacó el legado y la personalidad de Alfonso Vélez Pliego a quien conoció en 1992, y a quien definió como “un enamorado de los sueños de otros, pues ayudaba para que llegaras a ser algo”. Incluso, refirió que tenía una deuda con él, pues le llevó a reconocer “el valor de una fraternidad real”.

“El reto de la visión de Alonso es una tarea comprometedora que nos lleva a ser capaces de mirarnos a los ojos y discutir de manera digna como académicos… hay que animar a meditar la profundidad del legado de Alfonso, su compromiso de trabajo que también desempeñó y nos hace pensar en la gratitud que le debemos”, concluyó.

 

 

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