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Reforma al Poder Judicial

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La corrupción del Poder Judicial es una apreciación compartida por muchos y por largo tiempo, el año pasado 40 por ciento de los ciudadanos no identificó a dicho poder, 67 por ciento lo consideró corrupto y 40 por ciento tuvo la convicción de que son poco o nada efectivos (Inegi. Envipe. 2023). Además, sus resoluciones favorecen a defraudadores fiscales, al crimen organizado, al capital extranjero y persistentemente bloquean las iniciativas del Ejecutivo federal aprobadas por el Poder Legislativo.  Siendo autónomos, la jerarquía del Poder Judicial hace un manejo dispendioso del presupuesto y se confabulan para adjudicarse onerosos sueldos y prestaciones violatorias a la Carta Magna.

Ante los permanentes bloqueos judiciales, el Ejecutivo federal impulsó una estrategia electoral para lograr la mayoría calificada en el Congreso de la Unión que le permitiera realizar las 18 reformas bloqueadas, entre ella, la judicial, dicha propuesta fue avalado por los partidos coaligados de Morena, Verde Ecologista de México y del Trabajo; explícitamente así fue planteado en la campaña electoral 2023-2024 y la ciudadanía les otorgó el aval para dichas reformas: los coaligados mencionados ganaron 85 por ciento de las diputaciones federales de mayoría relativa, 93.75 por ciento de las senadurías de mayoría relativa y la candidata a la presidencia ganó en 31 de 32 entidades, tuvo una votación de 60 por ciento y la ventaja sobre la segunda posición fue de 32.3 puntos. Al final del día, con base en los artículos constitucionales que hace 15 años aprobaron panistas y priistas —y desde entonces se han aplicado en cinco elecciones federales—, los coaligados son mayoría calificada en la Cámara de Diputados y por tres adhesiones, también lo serán en la de Senadores.

La reforma al Poder Judicial es para elegir por voto universal, directo y secreto a los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; a los magistrados y magistradas de la Sala Superior, de las Salas Regionales del Tribunal Electoral y a los del Tribunal de Disciplina Judicial; a magistrados y magistradas de Circuito y a los jueces y juezas de Distrito. Cada uno de los tres poderes hará, en igualdad, sus propuestas para cada uno de los cargos, las organizaciones políticas no pueden participar en este proceso. Un Comité de Evaluación analizará los perfiles propuestos por los tres poderes y turnará la lista de candidatos al Senado, quien la discutirá y analizará y la turnará al INE. Se pretende que ministros y magistrados tengan un desempeño profesional sustentado en el Derecho, que sean profesionales en su quehacer y éticos en su desempeño, que resuelvan con prontitud e impartan justicia. Para renovar a la jerarquía del Poder Judicial habrá un proceso electoral en 2025 y otro en 2027, mientas tanto, los funcionarios actuales continuarán en sus cargos.

De todas las reformas, la judicial es la que genera mayor discusión, confrontación y alineamiento, ya vimos que trataron de impedir que se aplicara el concepto constitucional para las asignaciones de legislaturas plurinominales, después, algunos jueces otorgaron amparos improcedentes y pretenden tutelar el quehacer parlamentario; ya están en curso demandas ante organismos internacionales promovidos por grupos opositores al gobierno de la 4T y es patética la injerencia del gobierno de Estados Unidos y de su embajador en México en asuntos que son de exclusiva incumbencia de mexicanos.

El Ejecutivo federal cierra su sexenio con envidiables aprobaciones de 71 por ciento (Oraculus) o 73 por ciento (Buendía y Márquez), por lo menos cinco puntos arriba a la que en 68 meses de gestión tuvieron Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Durante casi seis años el presidente López Obrador fue permanentemente confrontado y descalificado por los partidos de oposición, los organismos empresariales, los organismos civiles financiados por el gobierno de Estados Unidos y por los medios de comunicación tradicionales, conflictos que favorecieron al mandatario, ya que su gestión se sustentó en la solución democrática del conflicto, campo en la que su experiencia y convicción fueron determinantes.

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