Date:

Share:

Los cielos de la Noche de las Estrellas

spot_img

El objetivo fundamental de la Noche de las Estrellas, que celebraremos el próximo 28 de noviembre, en varias sedes en todo el país, es el acercamiento del público en general a la astronomía mediante la observación de varios objetos astronómicos a través de diferentes telescopios. Sin embargo, cualquier observador podría comenzar con el ejercicio de conocer, a simple vista, el cielo que tendremos disponible. En las primeras horas, hacia la parte norte de la esfera celeste, se podrán observar las constelaciones de Casiopea (Cas), Perseo (Per) y el Cisne (Cyg); esta última hacia el Noroeste. Cercanas al cenit del observador se encontrarán las constelaciones zodiacales de Acuario (Aqr), los Peces (Psc) y la Ballena (Cet). Un par de horas más tarde comenzarán a aparecer, desde el oriente de la bóveda celeste, las constelaciones que dominan los cielos de invierno, entre las cuales destacan Orión (Ori), el Toro (Tau), el Can Mayor  (CMa) y el Cochero (Aur).

Carta para localizar M31, en la constelación de Andrómeda. Imagen construida utilizando Stellarium
Carta para localizar M31, en la constelación de Andrómeda. Imagen construida utilizando Stellarium

Regresando a la observación con telescopios, debemos reconocer que las primeras horas de nuestra velada de observación representarán un reto importante para todos los observadores, ya que que no dispondremos de los habituales planetas brillantes para observar. En la noche del 28 de noviembre las elongaciones de Mercurio y Saturno serán muy pequeñas; es decir, estarán prácticamente junto al Sol, mientras que Venus, Marte y Júpiter van delante del Sol y se ocultarán primero. Además, la Luna se encontrará en la fase de gibosa-menguante y su salida, para la ciudad de Puebla, ocurrirá a las 19:56 horas de tiempo local. Dependiendo de qué tan despejado esté nuestro horizonte oriente, es posible que tengamos que esperar más de una hora para que esté a una altura razonable para dirigir nuestros telescopios hacia la Luna. Si quieres comprobar a qué hora sale nuestro satélite en tu localidad, puedes visitar la siguiente liga:

www.timeanddate.com/worldclock/moonrise.html

Nuestra recomendación es que las primeras horas de la noche se dediquen a tres objetos fundamentalmente, la estrella doble Albireo en la constelación del Cisne, hacia el horizonte Noroeste, el cúmulo globular M15 en la constelación del Pegaso, muy cerca del cenit, y la Nebulosa de Andrómeda M31, galaxia espiral en la constelación del mismo nombre y vecina del Pegaso.

La estrella doble Albireo (β Cyg) se puede ubicar muy fácilmente ya que es una de  las estrellas principales de la constelación y se encuentra en el cuello del Cisne. Para muchos aficionados a la Astronomía esta es una de las estrellas dobles más impresionantes del cielo, por la cercanía de ambas componentes y por el fascinante contraste de colores (azul y naranja) que ofrece. La estrella azul tiene una temperatura superficial de unos 12 mil grados y es 3.5 veces más grande y 3.2 veces más masiva que el Sol. Por su parte, la estrella anaranjada en más fría, con unos 4 mil100 grados en su superficie, pero es 70 veces más grande y cinco veces más masiva que el Sol. La combinación de estos números arroja que la estrella azul es 230 veces más luminosa, mientras que la anaranjada produce mil 200 veces más energía que el Sol. Albireo se encuentra a una distancia de 430 Años-Luz (AL).

Los cúmulos globulares son conglomerados de hasta varios cientos de miles de estrellas que nacieron juntas y por lo tanto tienen la misma edad y están ligadas gravitacionalmente. Son estructuras altamente simétricas que contienen estrellas viejas que se formaron cuando el Universo era mucho más joven. La noche del 28 de noviembre podremos observar los cúmulos globulares M2 y M15, ambos muy accesibles, incluso con binoculares o telescopios pequeños. Se encuentran en las constelaciones de Acuario y Pegaso, respectivamente. Ambas constelaciones son vecinas y los cúmulos son muy parecidos en cuanto a sus características. Con telescopios mayores a 150mm de diámetro se comienzan a distinguir estrellas individuales. M2 es un cúmulo rico en estrellas, compacto y con una significativa elipticidad. Su masa se ha estimado en 1.04 x 105 masas solares y se encuentra a una distancia de 37 mil 500 AL. La masa de M15 es de 5.6 x 105 masas solares y se encuentra a 33 mil 600 AL del Sistema Solar. Sus magnitudes estelares aparentes son de 6.2 y 6.3, respectivamente.

Existen cúmulos estelares que están formados por un número menor de estrellas (varios cientos de ellas). Además, son muy irregulares y sus estrellas son azules y jóvenes; es decir de reciente formación en los brazos espirales de nuestra galaxia. Estas estructuras se conocen como cúmulos abiertos y tendremos disponibles dos ejemplos muy interesantes. El primero de ellos se conoce como el Cúmulo Doble de Perseo, ubicado en la región Norte de la constelación del mismo nombre, muy próximo a la frontera con la constelación de Casiopea. Este cúmulo doble, descubierto por Hiparco de Nicea en el año 130 a.C., se denomina h y χ de Perseo o NGC 869 y NGC 884. Se encuentran a 7 mil 600 AL de distancia y están separados entre si sólo por unos pocos cientos de AL. Son dos cúmulos abiertos muy bonitos y de muy fácil observación con telescopios pequeños. Bajo excelentes condiciones de observación (cielos despejados, poca contaminación lumínica y ausencia de la Luna) se pueden observar a simple vista, como una mancha difusa de luz entre las constelaciones de Perseo y Casiopea, muy cerca de la Vía Láctea. El segundo es M45 en la constelación del Toro al cual le prestaremos atención un poco más adelante.

M31, la famosa Nebulosa de Andrómeda, es una galaxia espiral que forma parte del Grupo Local de galaxias, junto a la Vía Láctea y alrededor de otras 50 galaxias enanas. Su masa se ha estimado en 1.3 x 1012 masas solares y se encuentra a una distancia de 2.5 millones de AL. Es el objeto astronómico más lejano, con seguridad visible a simple vista. Se está acercando a nuestra galaxia con una velocidad de 300 km/s y se espera que en unos 3 mil a 5 mil millones de año puedan colisionar. M31 es muy rica en cúmulos globulares y posee varias galaxias satélites, destacándose M32, M110, NGC 185 y NGC 147. Hay otra galaxia espiral disponible en la vecina constelación del Triángulo, M33, más pequeña que M31, y nuestra galaxia ya que su masa ha sido estimada en 5 x 1011 masas solares. Se encuentra a 2.8 millones de AL y algunos aficionados a la astronomía aseguran haberla visto a simple vista bajo condiciones climáticas excepcionales. M33 es más exigente para observación con telescopios ya que su magnitud estelar integral es de 6.27, mientras que la de M31 es 4.36; es decir casi recibimos seis veces más luz de esta última galaxia.

Después de haber disfrutado de estos objetos, en la segunda parte de la noche, el espectáculo estará dominado por la Luna, la constelación de Orión y los cielos de invierno a su alrededor. Quizás, el único inconveniente sea que la Luna estará muy cerca de Orión, dificultando un poco la observación de objetos débiles. Sin lugar a dudas, el objeto más recomendable es la Gran Nebulosa de Orión (M42), una nebulosa difusa localizada al centro de la espada de Orión, tres estrellas situadas al Sur del Cinturón de Orión, formado, a su vez, por las estrellas Mintaka, Alnilam y Alnitak. M42 forma parte de una inmensa nube de gas y polvo, conocida como la Nube de Orión, a  mil 270 AL de distancia, y es una de las regiones de formación estelar más vigorosas en la vecindad solar. Contiene un pequeño cúmulo abierto, llamado el Cúmulo del Trapecio por el asterismo que forman sus cuatro estrellas principales. A través de telescopios pequeños se pueden distinguir fácilmente las cuatro estrellas del trapecio y la nebulosidad asociada a M42.

Es muy reconfortante hacer un recorrido por las constelaciones vecinas del Can Mayor, el Can Menor y el Toro. En esta última, podemos dirigir los telescopios hacia uno de los cúmulos abiertos más famosos, Las Pléyades o las Siete Hermanas o las Siete Cabrillas.  Estos nombres indican que a simple vista deben ser visibles siete estrellas. M45, como también se le conoce, está formado por unas 500 estrellas muy jóvenes, que se encuentran a una distancia de 440 AL y están concentradas en un espacio de 30 AL. Mientras más grande sea el telescopio que utilicemos, mayor será el número de estrellas que podremos observar.

Esperamos que disfrutes a plenitud la velada astronómica del próximo 28 de noviembre. Si quieres participar, ya sea como operador de algún telescopio o simplemente disfrutando de las maravillas del Universo, acércate a cualquiera de las sedes nacionales que puedes consultar en:

http://www.nochedelasestrellas.org.mx.

 

Más Articulos