Los líquenes son organismos enigmáticos formados por la asociación simbiótica entre organismos heterótrofos como son los hongos (Reino Fungi, del Phylum Ascomycota y Basidiomycota) y organismos autótrofos como las algas verdes (Reino Plantae) y/o cianobacterias (Reino Bacteria). Esta unión es considerada como un estilo de vida que les permitió sobrevivir a condiciones extremas como las que se tenían en el periodo Cámbrico, vivir fuera del agua y ayudar a otros organismos en el proceso de terrestrealización; actualmente son un componente importante en todos los ecosistemas, son la base de la cadena trófica en los polos, los que hacen asociación con cianobacterias fijan nitrógeno, ayudan en la formación de suelo y evitan la erosión del mismo.
Son capaces de colonizar cualquier sustrato disponible como pueden ser las cortezas de los árboles (cortícolas), suelo (edafolícolas), rocas (saxícolas), hojas (folícolas) y sustratos inanimados (Figuras 1). Exhiben diferentes formas de crecimiento como son costrosos (microlíquenes), foliosos, fruticosos y compuestos (folioso + fruticoso) (macrolíquenes) (Figuras 2). Presentan un crecimiento lento, de escasos 0.1 a 10 mm en los microlíquenes hasta 2-4 cm en los macrolíquenes por año. Esta característica les ha conferido una gran utilidad por el hombre, quienes los usan como indicadores de contaminación y de conservación. También son utilizados en la medicina tradicional como
colorantes e incluso en la industria de los cosméticos y la farmacéutica.
No obstante la importancia que tienen los líquenes para el hombre son poco estudiados, aún faltan muchas especies por descubrir, lo cual cada vez es más complicado por la rápida transformación de los ecosistemas. Afortunadamente, hay especies para las cuales los líquenes son muy importantes, los ven donde quiera que estén y los utilizan, como es el caso de algunas aves que los usan para hacer sus nidos, algunos invertebrados los aprovechan como camuflaje, otros más como alimento, como protección, lo maravilloso es que al mismo tiempo en que se benefician de ellos, les ayudan a dispersarse para que sigan manteniéndose en los ecosistemas y a través del tiempo.
Figuras 2: