Cada día es más frecuente que los saberes científicos ofrezcan más dudas que respuestas: se relativizan, fragmentan y erosionan. La velocidad del cambio de los procesos observados; su complejidad y devenir supera en mucho los avances de la disciplina científica; otros saberes —hasta el momento invisibilizados— cuestionan la hegemonía del conocimiento occidental y proponen otros logos, ethos y pathos. La ciencia se pluraliza, se complejiza y cohabita con los saberes de las culturas milenarias; no es un conocimiento en negación del otro, sino en diálogo y construcción epistémica en función de las idiosincrasias secularmente negadas.
El suplemento mensual que les ofrecemos de Saberes y Ciencias trata de difundir los avances que, desde ambos conocimientos, se generan en nuestro entorno y para nuestro beneficio. Ciencias como síntesis de conocimientos formalizados, tanto en las llamadas naturales como en las humanidades, sociales, económico administrativas, de la salud, agropecuarias y las de ingeniería y tecnología. Saberes como conocimientos trasmitidos generacionalmente y reproducidos en la cotidianidad de las muchas identidades; indicativos de cosmovisiones y autogestiones; de aprovechamiento ecológico del ambiente; de otras formas de vida y de relaciones humanas. Lo real es una construcción histórica social que, en función de la intervención de los sujetos, tendrá más de un porvenir posible; los conocimientos y los saberes deben dar cuenta de esas realidades en sus múltiples contradicciones y complejidades, no para negar al excluido, sino para reconstruirnos desde, para y con nosotros.
Puebla es una entidad importante en la producción y trasmisión de conocimientos y en diversidad étnica, lo fue desde la Colonia y lo sigue siendo en la actualidad: uno de cada ocho poblanos pertenece a un etnia (náhuatl, totonaca, popoloca, maza- teca, otomí o mixteca), y en la Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica se concentra medio millar de miembros del Sistema Nacional de Investigadores y se imparten estudios de posgrado de calidad certificada; son esas dos instituciones de educación superior las que hacen posible que este suplemento de divulgación se publique. Sin menoscabo de la rigurosidad del conocimiento científico y de las particularidades de los saberes de los pueblos originarios, trataremos de hacerlos asequibles a nuestros lectores, a quienes refrendamos nuestro compromiso de informarlos con seriedad y responsabilidad.
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