Luego de un par de cientos de kilómetros, en rectas que parecen interminables, desde Hermosillo hasta Imuris, se toma la desviación hacia Agua Prieta para iniciar la subida a la sierra, en la que se ubica el Observatorio Astrofísico Guillermo Haro (OAGH), muy cerca de Cananea.
El edificio que resguarda el telescopio de 2.1m de diámetro es visible desde un buen tramo de esta carretera. También desde casi desde cualquier punto en la ciudad de Cananea es visible el ahora famoso edificio, que al inicio de su construcción la mayoría de los pobladores creía que se trataba de un tinaco de agua. Actualmente todos saben que se trata de uno de los principales observatorios en México y se preguntan sobre el trabajo que se realiza allá arriba, por las noches, en la Sierra de la Mariquita.
Recientemente, con motivo del aniversario 25 del observatorio y del centenario del natalicio de su creador, Guillermo Haro, se han multiplicado las actividades para acercar el trabajo de investigación del OAGH a toda la población. Se han organizado ciclos de conferencias, talleres, observaciones, visitas, y muchas actividades más que han tenido gran respuesta de la comunidad. Destaca el programa Del Aula al Universo, que surge en Puebla pero que cada vez está llegando a más estados. Antes de comentarles, les platicaré un poco del observatorio y de su sede.
El tinaco de agua
El Observatorio Astrofísico Guillermo Haro se ubica en la Sierra de la Mariquita, a 15 kilómetros de Cananea, Sonora. Está ubicado en un bosque conífero donde aún es posible ver frecuentemente venados cola blanca, coyotes, pumas, linces y jabalíes. El observatorio consta de un telescopio óptico Ritchey-Chrétien, cuyo espejo primario de 2.12 metros de diámetro fue construido y tallado en Tonantzintla; es, de alguna manera, el proyecto que da inicio al INAOE. Como ya mencionamos, el edificio es visible desde casi toda Cananea, pero en especial desde los jardines de la casa Greene.
La Casona
Al OAGH pertenece la Casa Greene, famoso inmueble histórico que fuera propiedad de William Cornell Greene, dueño de la Cananea Consolidated Cooper Company. La huelga de los trabajadores de esta minera, en 1906, resultó el hecho histórico considerado como el inicio de la Revolución Mexicana. Actualmente la Casa Greene es utilizada por los astrónomos que tienen temporada de observación, aunque desde hace varios años la mayoría de los astrónomos prefieren utilizar “la casita”, una cabaña, situada a unos metros del Telescopio, en la Sierra.
El telescopio se inauguró el 8 de septiembre de 1987, y entró en funcionamiento un par de años después, cuando, mediante un proyecto de colaboración con el Observatorio Estatal de Heidelberg (Landessternwarte), Alemania, llegó al observatorio un reductor focal, llamado LFOSC, que permite obtener imágenes en varios filtros, así como espectroscopia múltiple, pero de baja resolución. La primera ocasión que visité el OAGH fue hace 23 años, en un largo viaje por carretera, junto con Carlos Chavarría y Gustavo Escobedo (ahora jefe del OAGH), debíamos llevar una camioneta para el observatorio. Desde esa ocasión conocí el amigable clima de Cananea, nos cayeron nevadas que en algunas ocasiones no nos permitían subir a la montaña. El proyecto con el Landessternwarte-Heidel-berg trataba sobre la búsqueda e identificación de las contrapartes ópticas de las fuentes de rayos X detectadas por el satélite ROSAT.
El telescopio cuenta ahora con diversos instrumentos, una cámara directa, el ya mencionado espectrofotómetro LFOSC, un espectrógrafo Boller & Chivens, una Cámara en el Infrarrojo Cercano (CANICA) y recientemente un espectrógrafo Echelle (CanHis). El OAGH cuenta además con otros instrumentos para monitorear el brillo del cielo.
Con estos instrumentos los astrónomos del INAOE y en menor medida astrónomos de otras instituciones han realizado observaciones ópticas e infrarrojas de diversos objetos: supernovas, galaxias, nebulosas planetarias, entre otros. También se ha estudiado las contrapartes de fuentes de rayos X y rayos gamma.
En el Observatorio de Cananea se han llevado a cabo muchos otros proyectos internacionales importantes, como el monitoreo de núcleos activos de galaxias, el ya mencionado proyecto de identificación de las contrapartes ópticas de las fuentes observadas por el satélite ROSAT en rayos X, el estudio de la historia de la formación estelar en el Universo, monitoreo de estrellas Tipo T Tauri, el análisis de contrapartes de fuentes infrarrojas detectadas por el satélite ISO en la región European Large Area ISO Survey, y el monitoreo espectrofotométrico de los objetos de la segunda exploración de Byurakan, que constituye una importante búsqueda de galaxias y cuásares.
Para construir el telescopio, el Optical Science Center de Arizona, bajo la dirección del Profesor Meinel, donó el bloque de servite, una mezcla de vidrio dopado con partículas de cristales que le proporciona un coeficiente de temperatura muy cercano a cero. Para pulir el espejo se construyó en el INAOE una máquina pulidora, también con la ayuda del Optical Science Center. La construcción de la máquina se terminó a principios de 1973 y el desarrollo del espejo se llevó a cabo en cinco años: pulido, esmerilado y pulido de las piezas ópticas sometidas a pruebas rigurosas.
Del Aula al Universo
El telescopio de Cananea es una gran atracción y orgullo para la población de Cananea y para todo el personal del INAOE, y no hay duda que los telescopios son un gran motor para acercar la ciencia a todo público, no solo los profesionales, también los de aficionados. Durante los eventos como la Noche de las Estrellas y el Reto México, no hay quien se resista a mirar a través de un telescopio, a pesar de que deban esperar, en ocasiones, en largas filas.
Por esta razón, el INAOE en colaboración con la BUAP y Victorinox, distribuidor de Celestron iniciamos hace dos años el programa Del Aula al Universo, un telescopio para cada escuela, que trata de dotar con un telescopio a cada escuela. El telescopio es ensamblado por estudiantes de los clubes de astronomía que deben participar además en los cursos de capacitación para aprender a usarlo. A la fecha se han cubierto más de 200 escuelas de Puebla y Tlaxcala, 150 en Oaxaca, así como una docena en Querétaro y otra en Aguascalientes.
Este programa fue llevado a Cananea y recientemente concluyó lo que esperamos sea la primera etapa, se dotó a 27 escuelas con telescopios, pero no solo eso; hubo otras repercusiones del programa: se estableció contacto muy estrecho con profesores que asistieron al curso de “peer instruction” impartido por Alberto Cordero teniendo un gran impacto entre ellos, además, se extendió la cobertura al Ejido Zaragoza y las poblaciones de Bacoachi y Arizpe, en el Río Sonora.
Otra de las derramas del proyecto es que parte del personal se ha capacitado en el ensamblado de los telescopios, así como en las pruebas ópticas y el manejo de los mismos para observaciones astronómicas.
Debido a la lejanía, era muy difícil llevar a todos los capacitadores que nos ayudan en Puebla, así que la participación de los astrónomos del DIFUS, de la Universidad de Sonora fue crucial para el éxito del proyecto.
Antes de que Sergio Cortés me llame para preguntar por el mito, quiero cerrar el artículo diciendo que luego de una entrevista con el Director de la compañía Buena Vista del Cobre, donde, luego de platicarle varios proyectos de divulgación, los ojos le brillaron al escuchar sobre “Del Aula” y casi nos paga allí mismo para que cada escuela de Cananea tuviese un telescopio. Parece que a la mayoría de los empresarios no les interesa invertir en la ciencia, ni en la educación, pero en este caso debo reconocer y agradecer que el proyecto en Cananea haya sido patrocinado por Buena Vista del Cobre, a través de la convocatoria “Participemos por Cananea” de Casa Encuentro.
Ya las escuelas tienen telescopios y se han organizado las primeras noches de observación en algunas de ellas, lo cual nos genera gran satisfacción, ya que como astrónomos queremos que todos se contagien de nuestra pasión por observar el cielo, en particular los habitantes de Cananea, con muchos problemas sociales, pero con un gran observatorio, el OAGH, al que queremos que lo sientan suyo.