Actualmente uno de los principales problemas que se presenta en el ámbito mundial es la contaminación de suelo, aire y agua por una gran diversidad de compuestos químicos tóxicos y peligrosos. México es un productor mundial de petróleo, y esta actividad ha repercutido en el medio ambiente con la presencia de contaminantes, como los hidrocarburos en suelo, subsuelo y acuíferos. Por otro lado, en el estado de Puebla, entre los años 2000 y 2013, se derramaron 6.93 mil barriles de crudo en el suelo, que corresponden a 7.4 por ciento del volumen total derramado en el país y ocupó el cuarto lugar a nivel nacional en derrames de hidrocarburos, principalmente por la falta de mantenimiento de la infraestructura de la paraestatal, la cual atraviesa ductos que transportan petróleo y sus derivados a los centros de refinación o distribución, por lo que existen riesgos de derrames de hidrocarburos, afectando suelos agrícolas y cuerpos de agua de forma accidental o provocada por el robo de combustibles. Estos derrames involucran una pérdida económica de aproximadamente 8.6 millones de pesos.
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Debido al problema de contaminación o afectación de suelos es necesario recuperarlos y hacer que sean óptimos para la producción agrícola. Una de las tecnologías aplicadas es la biorremediación, definida como un proceso que utiliza las habilidades catalíticas de los organismos para degradar y transformar contaminantes presentes en ecosistemas acuáticos o terrestres. El grupo de investigación de Microbiología de Suelos-BUAP ha impulsado la biorremediación desde hace más de dos décadas en la caracterización de suelos contaminados de acuerdo a la NOM-038 SEMARNAT; además, ha desarrollado un banco de cepas bacterianas potencialmente degradadoras de hidrocarburos y ha encontrado cepas bacterianas productoras de biosurfactantes, de los cuales se ha llegado a observar que tienen la capacidad de degradar asfáltenos y recortes de perforación con una capacidad superior al 70 por ciento.
Otro proceso es la fitorremediación; ésta utiliza plantas para extraer, secuestrar, degradar contaminantes orgánicos y transformar inorgánicos, para remediar sistemas contaminados. También se ha investigado ampliamente la fitorremediación en diferentes cultivos, resaltando Zea mays, Crazy grass y Erythrina americana con capacidad de germinación y adaptación al ambiente contaminado de diesel y petróleo crudo, obteniendo resultados promisorios. Se conoce que durante la fitorremediación ocurre una alteración en la composición y función de las comunidades rizosféricas. La rizorremediación es un tipo específico de fitorremediación e implica plantas y microorganismos asociados a ella que se encuentran en la rizósfera; estos pueden estar presentes de manera natural o ser introducidos de manera específica.
El grupo de investigación de la BUAP ha evaluado procesos de rizorremediación en Zea mays inoculado con Serratia marcescens, con resultados prometedores en la degradación de petróleo crudo.
La recuperación de suelos agrícolas contaminados por hidrocarburos en México es un tema complejo, por lo que el grupo de investigación de Microbiología del Suelo busca dar alternativas sustentables y económicas para la recuperación de suelos agrícolas contaminados con hidrocarburos en diferentes partes del país.
