Transformar a partir de la educación
El Centro Universitario de Participación Social promueve la creación de espacios desde donde los estudiantes universitarios contribuyen al desarrollo integral de las personas que habitan en las zonas de influencia de la Universidad. En ese tenor, se diseñó una propuesta para crear cuatro Centros Comunitarios en colonias marginadas del municipio de Puebla donde se brindarán diversos servicios, como asesoría profesional, acompañamiento sociocultural, gestión de proyectos y de iniciativas comunitarias.
Esta propuesta tiene la finalidad de promover el fortalecimiento del tejido comunitario, promoviendo un vínculo para la formación integral y comprometida de sus estudiantes y egresados con la sociedad. En los Centros Comunitarios se ofrecerá educación básica no escolarizada para la población en condición de rezago educativo, servicios integrales universitarios (consultas médicas, asesoría legal y psicológica), además de capacitación para el trabajo y en una amplia temática, promoción de la educación ambiental y actividades artístico culturales. La forma de trabajar será mediante metodologías y dinámicas provenientes de Procesos Comunitarios de Educación Popular; de esa forma se espera tejer y fortalecer lazos de colaboración entre y con los actores locales.
Considerando la importancia de una formación ética, profesional y práctica universitaria, se propone que los Centros Comunitarios sean espacios en estrecha colaboración con estudiantes universitarios y egresados de la BUAP para el ejercicio de las diferentes disciplinas y mediante diversos mecanismos institucionales ya establecidos, como son: servicio social, prácticas profesionales, estancias académicas para adquirir experiencia curricular, desarrollo de proyectos y estudios específicos.
¿En dónde se ubicarán los centros
comunitarios?
Las localidades propuestas para establecer los Centros Comunitarios se ubican en los cinturones de pobreza de los alrededores de la ciudad de Puebla:
- Junta Auxiliar de San Miguel Canoa: Décima sección
- Junta Auxiliar de La Resurrección: Colonia Cerro del Marqués
- Junta Auxiliar de San Pablo Xochimehuacan: Colonia Barranca Honda y
- Junta Auxiliar de San Francisco Totimehuacan: Colonia Aquiles Serdán
En esas colonias se cuenta con deficientes servicios educativos de nivel preescolar, primaria y secundaria; de la misma forma todos los servicios públicos se encuentran limitados o inexistentes: agua potable, drenaje, telecomunicaciones, servicio de internet y transporte público escaso, y pocas o nulas zonas de abasto, esparcimiento y recreación. La población de Barranca Honda y Aquiles Serdán, en su mayoría está integrada por familias de migrantes avecindados, obreros o campesinos que migraron en busca de oportunidades. En las colonias de La Resurrección y de San Miguel Canoa, la población mayoritaria es de origen náhua y en un gran porcentaje monolingüe (80-90 por ciento), lo cual indica la existencia de organizaciones e instituciones comunitarias tradicionales y sistemas normativos propios basados en la cultura que potencialmente pueden ser movilizados para la organización y fortalecimiento del tejido social comunitario.
Contexto socioambiental
En diversos documentos oficiales y en estudios académicos, se reconoce que se trata de comunidades en alta marginación y con población socialmente vulnerable integradas por indígenas, migrantes, madres solteras, inmersos en diversos fenómenos sociales adversos de violencia intrafamiliar, drogadicción, alcoholismo (en mujeres y hombres de diferentes edades), niños que padecen desnutrición, que no asisten a la escuela y en la desolación se guarecen en el vandalismo, además de ambientes altamente contaminados, e inmersos en contextos de delincuencia organizada, y robo, entre otros delitos. Estos fenómenos, en parte se originan en el rompimiento del tejido comunitario, así como por la carencia de alternativas a una mejor forma de vida.
En consecuencia, se espera que durante la actividad de los Centros, la población que participe provenga de diferentes sectores de la comunidad: jóvenes en situación vulnerable, madres solteras, adultos de la tercera edad, entre otros.
¿Cómo lo vamos a lograr?
Con tal propósito, el CUPS se propone la realización de un diagnóstico comunitario participativo (DCP), en el que participen desde el inicio las personas implicadas coordinadas con el Centro, de manera que se identifiquen problemas y necesidades y aquella información que contribuya a definir un plan de trabajo en el mediano y largo plazos. Con la aplicación de un conjunto de metodologías participativas, se buscará animar y promover un “Proceso de Autodiagnóstico y de Planeación Comunitaria”, cimentado en la apropiación colectiva de mujeres y hombres prójimos a los lugares que participen. Este diagnóstico comunitario se basa en las perspectivas de los derechos humanos, de género y ciclos de vida de la comunidad (niños, niñas, adolescentes)1, que posibilita y requiere de las capacidades comunitarias y de sus organizaciones para precisar necesidades sentidas y descubrir alternativas para la trasformación personal y comunitaria. El diagnóstico es un proceso social que ayuda a construir soluciones de manera colectiva y con una fuerte base social para identificar, formular, efectuar y evaluar proyectos y programas de desarrollo y cooperación entre múltiples actores fortaleciendo el tejido comunitario y construyendo ciudadanía.
En este sentido, el CUPS tiene la expectativa de desarrollar una plataforma de intervención social donde se ubicarán los centros comunitarios, atendiendo a las condiciones sociales, culturales, ambientales y económicas particulares. De manera general se espera que el diagnóstico tenga las siguientes primicias:
- Es un proceso social que responde al interés de planeación, construcción conjunta y colectiva de un espacio social horizontal, que involucra a los diversos actores comunitarios, escuelas de la BUAP, organizaciones y fundaciones;
- Se trata de un proceso que busca el aprendizaje colectivo y la apropiación subjetiva-emotiva e intersubjetiva de los habitantes locales, lo que facilita su inserción y representa la posibilidad para generar la reflexión y la autorreflexión orientada a transformar la realidad.
- Representa la construcción de una mirada conjunta sobre la problemática a atender.
- Es un proceso intenso y profundo de diálogo intercomunitario, generacional y de género, con metodologías adecuadas para generar acuerdos y consensos.
Los centros comunitarios que esperamos construir
Se espera que esta nueva iniciativa del CUPS se caracterice por ser un espacio de encuentro y convivencia para las comunidades, donde se fortalezca el acceso a la cultura, a la recreación, a experiencias deportivas y lúdicas. En el que también se promueva el aprendizaje mediante el intercambio de experiencias, y además se promuevan el empleo de herramientas y materiales para el trabajo comunitario y cooperativo.
En conclusión, con esta propuesta se quiere y espera que los actores locales construyan una visión propia de lo que desean respecto a sus formas de vida, intercambien información, reconozcan su entorno, intercambien experiencias y trabajen de manera colectiva. El objetivo es que los actores sociales se apropien y construyan su propia ruta de trabajo y de vida, mediante el fortalecimiento de conocimientos, capacidades habilidades, y adquisición de nuevos aprendizajes y obtengan conciencia de sus fuerzas y potencialidades de sujetos colectivos capaces de alcanzar un mayor control y conocimiento de la situación social y transformarla.
Nota
- Unicef, 2005. Guía metodológica para el Diagnóstico Municipal participativo y Planificación Local con Perspectiva de Derechos, Género y Ciclo de Vida. República Dominicana.