Atletismo en Puebla es el nombre de la página de Facebook del equipo que lidera José Manuel Gaspar Santiago como entrenador en dicha disciplina. Deportista de mediano y alto rendimiento, egresado de la licenciatura en Cultura Física de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), decidió enfocarse en el área de entrenamiento deportivo y actualmente trabaja en la consolidación de su proyecto.
Gaspar Santiago se ha desempeñado como deportista de atletismo desde los nueve años —participó en el Primer Campeonato Nacional de la especialidad— y ha sido partícipe en diferentes competencias nacionales realizadas en Guadalajara, Sonora, Chihuahua, Baja California y Yucatán, por mencionar algunas; éstas fueron contiendas que se realizan anualmente y que son selectivos para dar marca a justas internacionales.
En 2010, al concluir sus estudios de preparatoria decidió suspender sus estudios para prepararse para un abierto de con miras a los Panamericanos de Guadalajara 2011. Después de ello se retiró del deporte para estudiar la licenciatura en Cultura Física de la BUAP.
El corredor de 200 y 400 metros planos compartió, en entrevista con Saberes y Ciencias, su experiencia como deportista, como estudiante y profesional de la cultura física.
Manuel es ciego; su discapacidad fue a consecuencia de un accidente que le provocó desprendimiento de retina, lo que devino en ceguera total a los cuatro años.
“Yo participé en el atletismo en el deporte adaptado, que en mi caso es para ciegos y débiles visuales”. Señala que en su experiencia no ha experimentado el rechazo o limitaciones impuestas por otros, sino que ha sido él mismo quien en todo caso se ha impuesto límites.
“Llegué a limitarme a mí mismo por la cuestión de a veces querer dar una marca lo más pronto posible y a veces no tener tanto la disposición de hacerlo, a veces por no asistir a los entrenamientos o por no cumplir como tal con las obligaciones del deporte.”
“Lo que a mí me afectó más fue la cuestión del material o financiero. En Puebla, la organización civil Asociación Deportiva para Ciegos y Débiles Visuales se encarga de gestionar el apoyo para llevar a los deportistas a las competencias nacionales que organiza la Federación del deporte para ciegos y débiles visuales. En ese tiempo nos enfrentamos a que el Instituto Poblano del Deporte no proporcionara los apoyos necesarios para que pudiéramos asistir a estas justas. En muchas ocasiones tuvimos que pagarnos los uniformes, los viajes, los viáticos, la alimentación. Para nuestra preparación no era solamente asistir a un evento nacional, sino que teníamos que participar en competencias de fogueo las cuales teníamos que cubrir nosotros mismos. Eso fue mi mayor limitante”.
El deporte adaptado
Algunos deportes convencionales han adaptado o modificcado alguna de sus características para ajustarse a las necesidades de personas con discapacidad que lo va a practicar, es así que se llama Deporte adaptado. Estas modificaciones se dan en cuanto al reglamento, el material, las adaptaciones técnico tácticas y de espacio, para que de este modo personas con discapacidad o con una condición especial de salud practiquen el deporte.
En atletismo, el deporte adaptado consiste en que el deportista corre acompañado de un guía, el guía es una persona convencional, la cual tiene la misma habilidad que el corredor, esto para que haya igualdad en el momento de la competencia.
“Nos guiamos de un cordón que ambos sostenemos, el cordón no puede medir más de cinco centímetros de largo entre mano y mano, según el reglamento de la Federación de atletismo para ciegos y débiles visuales que establece las reglas como sucede con el deporte adaptado en sillas de ruedas, para personas con parálisis cerebral y deportistas especiales”.
Es la Federación Mexicana del Deporte para Ciegos y Débiles Visuales (FeMeDeCiDeVi) la encargada de organizar las justas deportivas y conseguir el apoyo a través del presupuesto que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) destina para todos los deportistas del país.
“En 2012 ingresé al deporte de natación, participé en tres campeonatos nacionales de esta disciplina, el último en 2015”.
En el caso de la natación, el deporte adaptado consiste en que afuera y a la orilla de la piscina hay una persona en cada extremo con una especie de bastón con punta suave que deben tocar al deportista con éste para que pueda hacer el viraje o el toque y no estrelle su cabeza contra la orilla de la alberca.
“La ceguera te ayuda a desarrollar el sentido de la percepción y éste te ayuda a identificar el espacio en el que te encuentras, qué hay a tu alrededor, si estás en un lugar abierto o cerrado, si tienes espacio o no lo tienes. La ceguera te ayuda a desarrollar esa capacidad de percepción. Eso es porque ustedes son visuales, se basan en la vista y eso les impide desarrollar otros sentidos”.
En atletismo llevan antifaz y en la natación googles oscuros. Tanto en una como en la otra disciplina existen tres categorías. En atletismo son T11, T12 y T13, el T11 es de ciegos totales —requieren forzosamente un guía—, losT12 son personas que logran ver hasta cinco metros como máximo —ellos deciden si quieren un guía o no—, y T13 tiene un grado de visión más alto, como de 10 metros, ellos por reglamento no llevan guía. En el caso de la natación las categorías son S11, S12 y S13.
Manuel Gaspar también ha incursionado en el futbol; en septiembre pasado representó al equipo del estado de Jalisco en el nacional de futbol para ciegos.
“El futbol para ciegos es un balón sonoro que tiene cascabeles, hay que irlo conduciendo de lado a lado de los pies hasta llegar a la portería y meter gol”. “Otro deporte que he practicado es el golbol; en él se usa un balón campana, de tamaño un poco más grande que un balón de basquetbol. Participan dos equipos de tres integrantes que se colocan en cada costado de la cancha —del tamaño de una cancha de voleibol— y debes lanzar la pelota de lado a lado y uno se tiene que deslizar en el suelo y bloquear el balón para que no entre a portería y sea gol”.
Su paso por la universidad
“En el ámbito deportivo uno se relaciona con personas de diferentes profesiones o disciplinas, así conocí a personas que realizaban sus prácticas profesionales o que ya eran entrenadores deportivos.
Una de las cosas que me motivó de la Cultura física es la parte de la docencia, siempre he tenido la vocación de compartir y enseñar mis conocimientos como deportista, entonces empecé a investigar sobre la licenciatura”.
Se tiene la creencia, señala, que como eres ciego solo puedes estudiar profesiones teóricas como Derecho, Psicología y Comunicación, al menos así era en ese círculo, y no tenías oportunidad de desarrollarte en otras áreas.
Quise ser el desordenado “yo no voy a estudiar algo que no me guste en absoluto, voy a hacer algo que quiera porque de ese modo me esforzaré para lograrlo”, recordó.
“Fui a hablar con el director, en ese entonces el maestro Mauricio Caballero Gómez, le expuse mi situación y mi interés por estudiar en la facultad y la respuesta fue inmediata, no me dijo con toda seguridad que sí porque había que ver muchas cosas, había que adaptar y seguir todo un proceso, porque la carrera es 80 por ciento práctica y 20 por ciento teórica y no habían tenido un caso como el mío. Se enfrentaban a algo nuevo, tanto para mí como para ellos. Como todo reto había que checar, pero en ningún momento me dijeron que no.
A mí me dijo el director: haz tu examen de admisión, si lo pasas, bienvenido, y así fue. Para mí fue un gran reto”.
Posteriormente, cuando hubo cambio de director, ahora el maestro Iván Aguilar y me reiteró el apoyo y fuimos adaptándolo de la mano.
Gaspar Santiago concluyó la licenciatura en cuatro años y medio en el área de la salud y entrenamiento deportivo.
Un equipo integral,
el proyecto del entrenador
Manuel tiene entre sus planes consolidar el equipo de atletismo y realizar sus estudios de posgrado en Ciencias el deporte en la Facultad de Cultura Física de la BUAP.
Como entrenador de atletismo, en deporte convencional quiere “abrir el espacio para chicos convencionales —niños, jóvenes y adultos de la tercera edad—, y también atender a personas con sordera, parálisis cerebral y débiles visuales, y que entrenen y colaboren de manera conjunta”.
Si bien considera obvio que las capacidades y cualidades son diferentes en personas convencionales y con alguna discapacidad, pues el aprendizaje es distinto, apremia el potencial los aprendizajes, que pueden ser muchos y la experiencia motivacional también.
El proyecto lo desarrolló en dos ámbitos, tanto recreativo, por convivencia y por competencia, acotó.
Finalmente, como entrenador, define Manuel Gaspar, “necesito de una persona visual que me auxilie porque hay cosas que uno tiene que corregir con los alumnos y que, aunque yo quiera no puedo hacer. Si alguien está haciendo un mal movimiento, algo que definitivamente yo no voy a poder notar, el asistente de entrenador me dice quién está haciendo un mal movimiento, algo que no es como yo lo expliqué, de tal manera que podemos hacer correcciones y los alumnos pueden ir teniendo un progreso”.