De los últimos cinco presidentes de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es el que ha tenido la mayor aprobación a la mitad de su sexenio, si el referente es Enrique Peña Nieto, el actual ejecutivo se ubica 28 puntos por arriba; si es Felipe Calderón Hinojosa, el registro del tabasqueño está seis puntos encima del panista a la mitad de su gestión. La fuente es Oraculus, que promedia los registros demoscópicos de las encuestadoras que publican resultados.
En su tercer año de gobierno, la aprobación de la gestión de AMLO se ubica al alza según las encuestas publicadas por El Financiero, Demotecnia, Buendía-Márquez y Enkoll, quienes registraron entre tres y 10 puntos de aumento de aprobación en el semestre previo al Tercer Informe Presidencial del pasado 1 de diciembre. Al cumplir tres años en el gobierno, la aprobación de la gestión de AMLO fue de 72 o 71 por ciento, según lo publicado por Parametria y Demotecnia, respectivamente; de 62 o 58 por ciento, si las fuentes son Enkoll o el periódico Reforma, respectivamente; Buendía-Márquez publicaron 68 por ciento de aprobación en tanto que El Financiero registró 66 por ciento. El rango de aprobación de la gestión de AMLO al pasado mes de noviembre oscila entre 54 millones de ciudadanos en la versión del Reforma a 66.6 millones de ciudadanos según se deduce de la encuesta de Parametría, en cualquier caso, para quien obtuvo 30 millones de votos en la elección presidencial de hace 41 meses, ahora ha duplicado su aceptación.
Los mismos demoscopistas indagan acerca de las determinantes de la alta aprobación de la gestión presidencial de AMLO y destacan su capacidad para dar resultados, su fuerte liderazgo y honestidad (Demotecnia), por su parte, Buendía-Márquez resaltan la aprobación ciudadana a los programas sociales: el programa para adultos mayores (79 por ciento de opiniones positivas de la población de 18 años y más), el programa para discapacitados (63.5 por ciento de opiniones positivas) y las becas Benito Juárez (54 por ciento de los ciudadanos opinan positivamente). Es consensual el empeño y resultado de AMLO en su combate a la corrupción y a la pobreza, así como los apoyos a la educación y al campo; no hay duda, o por lo menos certeza de lo contrario, sobre su honorabilidad y el cumplimiento de la mayoría de sus promesas de campaña, tampoco de su compromiso con los excluidos seculares, de ahí su liderazgo y aprobación de gestión y el refrendo de tres de cada cuatro ciudadanos para que continúe en el cargo.
El control del ejecutivo sobre la dinámica económica no es preocupante para la ciudadanía ni determinante de una valoración negativa de su desempeño, como sí lo puede ser la salud, el ingreso monetario o la seguridad pública. Hace un año, cuando la economía tenía su crisis más profunda (cayó 8.3 por ciento el PIB) y se destruyeron 4.2 millones de empleos, la aprobación de AMLO fue de las más altas de su gestión. Las tasas de víctimas de delitos y la de delitos han disminuido entre 2021 y 2018 (Inegi. Envipe) y la percepción sobre inseguridad también está a la baja; en cambio, la confianza en el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional está al alza. El salario mínimo en términos reales ha aumentado 41 por ciento en tres años y la masa salarial ha aumentado, en términos reales en 9.1 por ciento durante la gestión de AMLO; la salud está en proceso de universalización y la pandemia, que ha significado para nosotros la muerte de casi 300 mil compatriotas y nos ubica, en cuanta tasa de mortandad en séptimo lugar en el mundo de aquellos países con más de 100 mil decesos, ha sido manejada prudentemente a pesar de los exiguos recursos públicos utilizados para enfrentarla (40 mil millones de pesos). El refrendo de mandato es imperativo para darle tranquilidad a AMLO en la segunda mitad de su gestión.