Creemos que los tiempos han cambiado y que hoy en día el conocimiento y cuidado por la naturaleza cada vez es más importante. Hace 23 años este par de biólogos se estaba preparando para el ingreso a la universidad (ni modo, ya nos balconeamos) y si, el amor por la biología y los seres vivos corría por nuestra sangre; sin embargo, hace 23 años era común que al platicar con otras personas e incluso con la propia familia, se creía que estudiar biología era una carrera sin futuro y de la cual no podías vivir, por lo que seguramente a muchos de nuestros colegas al igual que a nosotros se nos cuestionó sobre la carrera a la que íbamos a ingresar.
Hoy en día y para deleite nuestro, esto ha cambiado, el aumento de personas interesadas en el estudio de la biología es cada día mayor. En México, básicamente se estudia biología en las universidades públicas, son pocas las universidades privadas que ofrecen dicha carrera. Sin embargo, tanto en universidades públicas como en las privadas uno de los principales ejes de formación es generar estudiantes enfocados a la investigación (al igual que en otras carreras de ciencia), lamentablemente la cantidad de plazas académicas en las instituciones educativas son pocas, contrario a la cantidad de biólogos que año con año egresan de alguna universidad, pero, ¿qué es lo que está pasando?
Si bien, debemos de celebrar que hoy en día la biología está dentro de las ciencias más importantes no sólo en nuestro país, sino en el resto mundo, y esto debido al aumento de los problemas ambientales que aquejan al planeta, por eso se requieren más biólogos que puedan atenderlos. Al egresar de la licenciatura de biología se tienen dos opciones: ingresar al mundo laboral o continuar con el posgrado, antes, también se pensaba que, si continuabas estudiando, la posibilidad de obtener una plaza académica era mayor, sin dejar a un lado, también, las posibilidades de tener un salario bien pagado también eran mayores. Esta visión ha cambiado en los últimos años y no porque no suceda, sino que la cantidad de plazas que se ofrecen cada vez son menores y no porque no haya biólogos que las quieran ocupar, sino que al igual que en otras carreras son pocos los investigadores que se jubilan cada año, además de que en algunas universidades o institutos de investigación se encuentran las plazas congeladas, impidiendo que se puedan contratar a nuevas generaciones de investigadores. Esto ha generado que hoy en día se tenga una gran cantidad de maestros o doctores en ciencias que no están siendo contratados en ningún lado y que al buscar trabajo en otros lugares fuera de la academia no se les pague lo justo por lo que han estudiado.
Afortunadamente las opciones de trabajo para los biólogos son diversas, hay quienes encontraron un espacio en la docencia en la educación básica y que, desde esa trinchera, apoyan a la generación de vocaciones para que sus alumnos decidan estudiar la licenciatura en biología. Otros biólogos han encontrado un espacio en las diferentes instituciones del gobierno enfocadas al medio ambiente, en donde apoyan al desarrollo y ejecución de programas de conservación para la biodiversidad, entre otros. Hay biólogos que han encontrado una oportunidad laboral en los aeropuertos, llevando a cabo el trabajo de control y reubicación de la fauna silvestre, además de trabajar con aves rapaces que ayudan a espantar a otras especies de aves y así evitar un accidente aéreo. Otros más, se han unido a la consultorías ambientales en las cuales se realizan manifestaciones de impacto ambiental, estos estudios son importantes y que cualquier institución, empresa o incluso el propio gobierno deben de tener antes de querer construir hoteles, escuelas, viviendas, espacios recreativos o caminos y carreteras, ya que en muchos casos estas obras se van a construir en lugares en donde existen especies tanto de flora como de fauna que son importantes para su conservación. Algunos biólogos han encontrado trabajo en los centros de salud, ya que una parte de nuestra formación también tiene que ver con células, virus o bacterias y otros más, como nosotros, que encontramos un espacio en la divulgación de la ciencia y la educación ambiental, esto nos ha permitido no sólo tener trabajo, sino también abonar a la educación, a la participación en programas de conservación y principalmente a la generación de vocaciones científicas.
Antes de despedirnos, volvemos a hacer la pregunta ¿qué está pasando con la generación de nuevas plazas académicas? Será bueno revisar las plantas académicas de las universidades con el objetivo de renovarlas o mejor aún, dar pie a la contratación de más investigadores o, quizás, en el peor de los casos y si lo anterior no sucediera, poner como última opción el dedicarte a ser investigador, y usted, querido lector, ¿qué piensa de este tema?
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