La antropología es una disciplina de las ciencias sociales, también llamadas “ciencias del espíritu” o humanidades. Se diferencian de las ciencias naturales por su objeto y método de estudio, así como por su noción de realidad. La ciencias naturales se sustentan en el método científico para producir conocimiento de la realidad que consideran objeto por conocer, explicar y develar su devenir a través de leyes; en el que la experimentación y la comprobación es el recurso principal que utilizan para demostrar sus hipótesis de investigación.
Por lo contrario, el objeto de estudio de la antropología son sujetos sociales que en espacio y tiempo llevan a cabo prácticas que construyen mundos simbólicos que serán comprendidos e interpretados por las disciplinas antropológicas, como la antropología social, lingüística, arqueología, etcétera. Se interesa por las sociedades extintas y vivas. Si bien nació como una disciplina humana colonial que estudió a los pueblos nombrados por occidente como “primitivos”, hoy se interesa por todo tipo de sociedad, debido a ello es una disciplina humana completa y compleja.
Para la antropología, la realidad es una construcción social manufacturada por sujetos históricos, nunca es objetiva siempre subjetiva por lo que existen muchas realidades elaboradas por sujetos, grupos y clases. Entonces ontológicamente la antropología es una disciplina interpretativa porque piensa que el mundo a conocer es el figurado por los sujetos. Epistemológicamente la antropología busca los significados de las prácticas sociales solo a partir de entender que el sujeto que investiga y el sujeto investigado son contemporáneos, establecen una relación social por lo que el conocimiento producido nace de la intersubjetividad entre ellos idealmente en situación simétrica y no desigual como lo heredó la antropología colonialista. Metodológicamente el antropólogo requiere realizar trabajo de campo, implicarse en el lugar donde suceden las prácticas sociales, permanecer temporadas largas o cortas en donde viven los sujetos de estudio para comprender los sentidos asignados a sus vidas; siempre su conocimiento emerge de la realidad empírica que experimenta en el lugar de investigación, por eso es una disciplina inductiva que utiliza principalmente técnicas cualitativas de investigación social como la entrevista en profundidad. El trabajo de campo sigue siendo su distinción, ya sea situado o multisituado, es más un recurso heurístico y menos una técnica, por lo que “estar allí” es condición necesaria para la producción del conocimiento antropológico. ¿Qué hace el antropólogo? forja etnografías, esa es su ciencia. La etnografía es método, enfoque y escritura (Guber, 2011). La etnografía “es un esfuerzo del pensamiento”, es el “arte” de interpretar y conectar los sentidos de cualquier actuar humano, por ello el antropólogo también es un hermeneuta.
¿Qué estudia la antropología? Al hombre en sus múltiples aspectos, tanto biológico como social (Auge,2005). Subdisciplinas como la antropología física estudia, según la institución educativa más importante de formadores de antropólogos en México ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia):
el proceso evolutivo de la especie humana, así como las condiciones de vida y salud de poblaciones pasadas y actuales por medio de estudios osteológicos y somatológicos, información que complementa al considerar aspectos sociales, culturales y de comportamiento. Toma en cuenta la variabilidad derivada de la carga genética y la interacción con el medio. (http://www.enah.edu.mx/index.php/pres-af-lic)
La arqueología también es una subdisciplina antropológica que estudia las sociedades extintas a través de sus restos materiales, sin embargo la evolución de ésta plantea también el estudio de las sociedades contemporáneas por su materialidad. Cabe señalar que debido al interés del estado mexicano por el pasado prehispánico para consolidar su proyecto de nación, dedicó muchos recursos económicos a la exploración arqueológica, de ahí el surgimiento del inequívoco entre la población de confundir antropología con arqueología y de encarnar al antropólogo como arqueólogo.
La antropología es mucho más que la arqueología; en México también se imparten las licenciaturas en etnohistoria, lingüística y antropología social, todas ellas ciencias antropológicas. Por ejemplo, la antropología social se imparte en una treintena de instituciones de educación superior concentradas principalmente en la zona centro y sureste mexicano, una de ellas localizada en Puebla. Es muy demandada por estudiantes y estudia según el plan de estudios de la ENAH:
la cultura y las instituciones sociales en diversos grupos humanos, ya sean cazadores, recolectores, horticultores, campesinos, obreros, agentes de bolsa, industriales, etcétera. Los temas de investigación más comunes tienen que ver con las adaptaciones ecológicas, los cambios socioculturales, las normas y los valores, las creencias religiosas, la cosmovisión, la mitología, la magia, el arte, etcétera. Pero toda esta información no tendría sentido si no estuviera relacionada con una finalidad: estudiar la diversidad humana, explicar las semejanzas y las diferencias, el cambio y la continuidad en los distintos sistemas socioculturales.
(http://www.enah.edu.mx/index.php/pres-af-lic)
Entonces, la antropología es una disciplina social que estudia al hombre holísticamente en su diversidad emplazada. Es de su interés el poder, religión, parentesco, mitos, migración, artesanías y demás practicas, creencias de sujetos, grupos y sociedades establecidas en un espacio y tiempo específico. Así, y de manera sencilla, afirmo que la antropología estudia la dimensión sociocultural de todo lo producido por sujetos situados, por eso es una disciplina integral y ardua que difiere de otras por su concepción epistemológica y procedimientos técnicos que tradicionalmente ha empleado, aunque hoy no pocas ciencias humanas han recurrido a su canon metodológico.
En suma, la antropología nativa de las humanidades y/o de las ciencias sociales, emerge como la disciplina de la diversidad humana. Contribuye etnográficamente a la comprensión de la pluralidad de las prácticas sociales, llevadas a cabo por todo tipo de sujetos históricamente determinados. La antropología es una de las ciencias sociales que más favorece para la comprensión de la expresión humana en el planeta, en su heterogeneidad lingüística, religiosa, política, económica, estética, cosmogónica, etcétera, ampliando con ello el discurso sobre lo humano diverso. Preguntando no solamente ¿quién y qué hace el sujeto?, sino principalmente dialogando sobre “lo que dice”. Así, como signa Clifford Geertz, se amplia el discurso humano, no en abstracto, sino de aquel sujeto situado desigualmente. Esta es, a mi juicio, la importancia de la antropología hoy, y por ello el necesario parlamento con las humanidades que también hablan de y conversan con sujetos.
Bibliografía
Augé, Marc y Colleyn Jean-Paul, 2005, Qué es la antropología, Paidós, Barcelona.
Guber, Rosana, 2011, La etnografía. Método, campo y reflexividad, Siglo XXI editores, Argentina.