Ingresé a Escuela de Ciencias Físico Matemáticas (ECFM) en 1969. Nos quedaba del movimiento de 1968 una secuela que era muy intensa. Ese año lo viví estando en la vocacional, ya en la escuela de física se vivía libremente, cualquiera podía ser activista o poco participativo en los movimientos sociales, los activistas configuraban la modalidad de “los comités de lucha”. El movimiento social, lo percibía con un ambiente de derrota que propiciaba una lucha con desatinos; desde mi perspectiva no veía claro el camino, como el caso de la toma de tierras, esencialmente por estudiantes al frente y los campesinos atrás, nunca acepté este movimiento como una alternativa favorable y ciertamente fracasó; entre otras cosas aprendí que un pueblo desarmado nunca podrá vencer al gobierno cuyo aparato de represión es enorme. Las actividades de los comités de lucha cuyos nexos con la población de parte de los estudiantes era sin reflexiones precisas, apoyando todo descontento de la población sin analizar los orígenes de dichos descontentos y mucho menos generando alternativas de solución, la idea general era la de tener posibilidades de movimiento de masas. El modelo a seguir era el socialismo que vivían los países europeos. En estas acciones yo estuve algunas
veces como observador en otras como actor, pues comulgaba con las ideas de Octavio Paz y veía más imposible que lejano el hecho de crear un socialismo en México. Octavio Paz ya anunciaba la caída del socialismo en la URSS, postura que yo concordaba, eso me hizo ser tachado como reaccionario, sin embargo pocos años después, para cambios sociales veinte años no es nada, la Unión Soviética cayó, sin embargo eran los modelos a seguir por los luchadores de izquierda. China, con el pensamiento de Mao, era la segunda alternativa para los movimientos sociales.
De las buenas amistades con los profesores
Al menos mientras fui estudiante, los profesores eran muy amables y sobre todo la mayoría han sido visionarios deseando que los compañeros fuesen los mejores, con conocimientos firmes, debo decir que se esmeraron en hacer buenos alumnos; algunos de ellos después también fueron profesores de la ahora Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) y en otras unidades académicas. Un trío de acontecimientos muy importantes en la universidad poblana en 1970: la primera y quizá la decisiva para definir el nuevo rumbo de la Universidad Autónoma de Puebla fue generar un movimiento para crear una verdadera universidad moderna, progresista, científica e incluyente; el movimiento fue encabezado por personas de visión socialista; al frente de este movimiento estuvo el ingeniero Luis Rivera Terrazas, el doctor Ángel Altieri y el médico Enrique Cabrera Candia, expulsando finalmente al grupo de los fuas (Frente Universitario Anticomunista). La otra fue la creación de la Preparatoria Popular Emiliano Zapata por una verdadera necesidad de cupo a la creciente demanda estudiantil, los profesores éramos estudiantes de diversas licenciaturas aportando entusiasmo y conocimientos, logrando llevar a esta preparatoria a un puesto relevante en la universidad. La tercera cosa importante en el ámbito académico de la ECFM fue la creación de la figura de ayudante de profesor y entonces colaboré con el matemático Emmanuel Ugalde en la resolución de problemas de álgebra lineal; esta idea dio buenos resultados para la armonía entre los mismos estudiantes que los de grados arriba trabajaba con los de grados abajo generando críticas entre pares y alimentando el conocimiento entre todos. A la par de estas acciones se dio la renovación de la planta de profesores en la Preparatoria Benito Juárez; al frente de ello estuvo el maestro Agustín Valerdi y se cambió la plantilla de profesores de matemáticas, que entonces, eran de cualquier profesión, menos matemáticos, por estudiantes de la ECFM. Fue en ese año cuando conocí a Alberto Cordero, quien fue mi alumno, entre otros magníficos estudiantes que se hicieron profesionistas.
Como profesor de la FCFM
Ya con 10 años de experiencia como profesor, con un buen laboratorio de física de la Preparatoria Emiliano Zapata tenía las herramientas para dialogar con los nuevos alumnos ahora digamos ya adultos. Al analizar los objetivos de las carreras universitarias hago el resumen de dos principales objetivos: carreras cuyo fin es aprender lo conocido para salir a desempeñar sus habilidades y, las otras, carreras donde el fin es crear métodos para aprender lo desconocido y eso es esencialmente en la física y las matemáticas. De estas reflexiones vienen otras, ahora como profesor, y descubro que hay dos instancias en la naturaleza humana, esto consiste en una cosa muy sencilla: ante uno existen los hechos y uno hace la interpretación de estos hechos. Esto es precisamente la correlación de las dos ciencias que se estudian en la FCFM: la física nos da la existencia de los hechos y la matemática la herramienta para la interpretación precisa de esos hechos. Ahora que parte de las matemáticas nos posibilita las mejores interpretaciones y llego a concluir que son las ecuaciones diferenciales, esta herramienta describe los procesos y todo en la naturaleza puede verse como procesos, entonces debemos afianzarnos de esta gran rama de las matemáticas. Llego a la conclusión de que las matemáticas son un lenguaje codificado, estructurado, que permite descubrir y describir las relaciones de orden de la naturaleza en todas sus interacciones. Por tanto el que sabe matemáticas podrá ver hechos que el que no sabe matemáticas no los verá aun teniendo en frente tales hechos; repito y afirmo: no los verá. Ciertamente una aseveración presuntuosa, sin embargo cierta. Ahora entiendo que la ciencia para la mayoría, que haya estudiado o leído cosas básicas, no para los que se dedicarán a ello, es de gran utilidad, pues les permite diferenciar entre los hechos y hacer sus interpretaciones plausibles: eso les hace generar sus conocimientos firmes y confiables. Con la ciencia las personas logran una vida sin prejuicios, que les hace ser una persona libre. Sin soslayar el hecho de vivir en una sociedad que cada vez se agudizan los problemas por la misma razón de la creciente población. No es lo mismo 1900 con mil millones de habitantes, que 1950 con tres mil millones de habitantes y hoy día con ocho mil millones de seres humanos en el planeta, deseando alcanzar metas sin tomar en cuenta que las ofertas de los satisfactores muchas veces son falaces. No por el hecho de ser seres sociales debemos consumir los productos que uno inventa para engatusar al otro. La ciencia no desea eso, tan solo busca la interpretación de los hechos propios de la naturaleza y estar en armonía con la naturaleza misma. Tal vez la idea suene falaz, sin embargo, la armonía no implica la pasividad ni la indiferencia a los problemas sociales.
Qué me interesa como profesor
Después de hacer la maestría en el Instituto de Física, donde nuevamente logré una convivencia armónica entre profesores y compañeros estudiantes, me dedico de lleno a darle las mejores enseñanzas a mis alumnos, claro que ellos, si leen esto, tal vez digan que miento o que nunca fui buen profesor, por ello debo recurrir a Vico: “Yo soy la mitad, la otra mitad es mi prójimo; mi prójimo es quien me complementa”. Solo hablo del esfuerzo personal de dedicar mi tiempo a encausar por buen camino a mis estudiantes y les muestro cómo estudiar un libro de pasta a pasta; esto lo aprendí de Peter Halevy, quien me enseñó mecánica cuántica y la manera de explicar consistía en los detalles que como profesor observamos que serán las partes dificultosas del texto para el alumno, pues les llevamos años de ventaja. A todos les pido el texto, ya sea fotocopiado (el copyright que aparece en los libros me parece un engaño sobre todo si se reproduce al menos un aparte literalmente de memoria) de un ejemplar que yo les presto bajo la responsabilidad de quien ellos eligen. Así que todos deberían leer el texto forzosamente y se repetían ciertas lecturas in situ para asegurarme la forma de leer. Descubro que no todos saben leer, así que enseñar es todo un arte, siempre es una actitud creativa, lo de ahora llamado competencias es un modelo viejo que se ha usado en la FCFM y se discuten las partes dificultosas. Descubro y les hago ver a mis alumnos que un experimento observado por veinte observadores nos dará veinte descripciones diferentes, pero que en ellas siempre habrá puntos comunes y estos puntos comunes son los que al fin hacen la teoría, son los que debemos atender cuidadosamente. Les comparto que resolver un problema académico no es llegar a un resultado quizá avisado, sino que la esencia está en las múltiples interpretaciones de los resultados y esas interpretaciones son las que van a enriquecer nuestro pensamiento. Les comparto un aforismo de Paul Valery: “Nada más propio, nada más original que tomar del otro, pero hay que digerirlo, el león es cordero asimilado”. Y, siempre comento que el acto de copiar es el más realizado por los humanos y quizá por todo ser vivo, desde el lenguaje materno hasta la vestimenta nos lleva a una copia. Solo que como acto creativo ante la copia está la innovación y eso es un hecho muy socorrido, explorado y explotado por los japoneses.
Concluyo
La realidad es el cúmulo de hechos, la interpretación también es un hecho, solo que uno podría sesgar esa interpretación, inclusive caer en desvaríos como decir que la Tierra es plana a un Cristóbal Colón que deseaba hacer redondo al mundo y le resultó como una pera. Yo, ya dije arriba que estudiar matemáticas permite ver aquello que los que no saben no lo ven. La virtud de la comunicación se hace con los dos lenguajes, el materno y el matemático, ninguno de ellos lo inventamos de manera personal, lo tomamos de la sociedad y a ella nos debemos, por lo que fomentar el estudio de la física nos permite ir al mundo de los hechos, fomentar el lenguaje materno nos hará mejorar la comunicación y fomentar las matemáticas nos ayudará a precisar las interpretaciones de los hechos que nos rodean creando nuestro propio mundo y estas tres cosas posibilitan una mejor forma de compartirlo.