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La deuda pública en México, una bomba de tiempo

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En el informe sobre Criterios Generales de Política Económica 2016, presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al Congreso de la Unión, se proyecta que en 2018, al cierre del sexenio, el saldo histórico de deuda pública federal del sector público representará 47.5 por ciento del Producto Interno Bruto. Pero, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) “estima que el saldo de la deuda terminaría este año —2015— en 49 por ciento del PIB”, es decir, se necesitaría la mitad de la riqueza generada en el país para amortizar la deuda pública. Asimismo, el CIEP proyecta que de continuar con la tendencia de endeudamiento, este sexenio cerraría en 2018 con un nivel de 58.6 por ciento, 10 puntos porcentuales por encima de lo declarado por la SHCP; resultado que seguramente dañará a la economía mexicana.

Imagen tomada de http://www.lanuevarepublica.org/ 2014/09/08/pena-nieto-anuncia- mas-endeudamiento-para-mexico/
Imagen tomada de http://www.lanuevarepublica.org/ 2014/09/08/pena-nieto-anuncia- mas-endeudamiento-para-mexico/

Al inicio del sexenio, la fallida administración del gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) se proponía que la deuda pública como proporción del PIB no superaría 39 por ciento, pero hoy el secretario Luis Videgaray propone que la deuda pública llegue hasta 47 por ciento este año, asegurando una vez más que ya no subirá en los siguientes años. Pero los hechos son evidentes, las propuestas no fueron cumplidas, sin que ningún poder ponga alto a tanta irresponsabilidad financiera.

En torno a lo anterior, Ricardo Cantú, director de ingresos del CIEP, manifestó que más allá del nivel, lo que más preocupa del endeudamiento público en México “es que año con año, se ha ido postergando la meta de equilibrio presupuestario”. Es decir que los ingresos sean iguales a los egresos y no exista déficit fiscal. Tal equilibrio parece imposible con la actual administración de EPN, cada año el “hoyo financiero” es más grande, lo que ha hecho que el saldo de deuda pública vaya aumentando. Esa misma tendencia se observa a nivel subnacional, en estados y municipios, donde se gasta más de lo que los ingresos permiten. Puebla, Veracruz y Coahuila son ejemplo de ello.

El CIEP proyecta a largo plazo que la deuda del sector público federal tendrá una trayectoria ascendente, hasta duplicar su nivel en 15 años, y en 2030 se estaría ubicando en 90 por ciento del PIB, lo que sería catastrófico, y eso implicaría que se estaría armando una bomba de tiempo, que tarde o temprano explotará. De continuar la tendencia, para 2016 serían tres años consecutivos en que se pide deuda por encima de tres puntos porcentuales del PIB, esto es, se debería recaudar 10 veces el IVA entre 2014 y 2015 para cubrir cada desequilibrio anual. Ricardo Cantú recuerda que “al inicio del sexenio nos dijeron que en 2016 la relación deuda/PIB sería de 36.2 por ciento, ahora nos dicen en el Paquete Económico que dicho coeficiente será de 47.8 por ciento, es decir, en tres años ha habido un alza de la deuda de 12 puntos del Producto” con respecto al PIB. En suma, la SHCP nos dice que: “en cinco años estará controlada la tendencia alcista de la deuda, y el siguiente año nos dicen otra vez que en otros cinco años. Se pasa el problema para los siguientes años, pero vemos que la deuda crece y crece”, lo que terminará por ahogarnos tarde o temprano. Así de simple.

 

¿Como se encuentra la deuda actualmente?

 

De acuerdo con las cifras oficiales de la propia SHCP, al cierre de julio de este año la deuda bruta en pesos sumó 5.331 billones de pesos, de los cuales el gobierno federal habría emitido 4.773 billones, Pemex y la CFE 445 mil 505 millones, y la Banca de Desarrollo 112 mil 7 millones. Equivalente a más de 8 billones de pesos mexicanos, y lo que se acumule a futuro, algo realmente preocupante.

Sin embargo, esa no es toda la deuda pública, ya que falta sumar la emitida en dólares que al 31 de julio era de 162 mil 394 mdd. En dólares, el gobierno federal ha emitido 82 mil 562 mdd, mientras que Pemex y CFE deben 69 mil 441 mdd, y la Banca de Desarrollo 10 mil 388 mdd. Si suponemos un tipo de cambio de 16.50, la deuda en dólares representa 2.679 billones de pesos, que sumados a los 5.331 billones emitidos en pesos, México al cierre del 31 de julio del 2015 tiene una deuda pública total de 8.01 billones de pesos, más lo que se siga acumulando el resto del año, y el próximo 2016.

Ahora bien, a lo anterior deben sumarse los compromisos contraídos a través de diversos instrumentos del gobierno en sus tres niveles (por ejemplo, Rafael Moreno Valle debe pagar en PPS, alrededor de 60 mil millones de pesos que ha  usado para impulsar la “inversión física” del estado como la rueda de la fortuna), que finalmente se traducen en compromisos a los que se debe hacer frente con los impuestos que pagamos todos los mexicanos; nuestro sistema tributario en regresivo: los que más pagamos somos los que menos ganamos. Para el año entrante el gobierno federal de EPN estima un gasto, tan sólo para cubrir intereses, superior a 370,000 mdp, que duplica el gasto en educación, por ejemplo y eso es ya decir mucho.

Además de los 370 mil 249 mdp que el gobierno pagará por intereses de la deuda pública en 2015, de acuerdo con la propuesta para 2016, el gobierno de EPN reconoce que tiene compromisos multianuales por 357 mil mdp, de los cuales 248 mil 893 mdp corresponden a Pemex y CFE, siendo que el presupuesto de ambas suma 860 mil 419 mdp. Por todo ello, urge controlar la detonación de la bomba de tiempo: La deuda pública de México.

El Congreso de la Unión aprobó una ley para que los estados controlen su deuda pública, es fundamental que a nivel federal se lleve a cabo un procedimiento similar que impida por todos los medios que la deuda pública rebase 40 por ciento del PIB nacional, aunque en estos momentos debe subirse dicho porcentaje a 50 por ciento y hacer todo lo necesario para que realmente la deuda, incluidos los compromisos multianuales, no superen 40 por ciento del PIB nacional.

Recientemente el mes pasado, por ejemplo, Japón perdió la calificación AA- y pasó a A+ debido a que su deuda pública supera 250 por ciento de su PIB, EU perdió el AAA para bajar a AA+ pues su deuda pública llegó a 100 por ciento de su PIB, aunque 30 por ciento se encuentra en poder del mismo gobierno.

Conforme se ha reducido el crecimiento demográfico, se ha incrementado el gasto en pensiones a nivel mundial y los gobiernos de todos los países han tenido que recurrir en mayor o menor medida al incremento de la deuda pública para hacer frente a las mismas, además de que casi todas las naciones desarrolladas incrementaron sus pasivos para tratar de inyectarle recursos frescos a sus economías como resultado de la crisis de 2008. Hasta el momento no han podido reducir los porcentajes, por lo que México debe tener mucho cuidado con las políticas públicas que está llevando a cabo, máxime si consideramos que el Plan de Pensiones incluido en la Ley 1973 del IMSS estuvo vigente hasta 1997 y, por ende, quedan varias décadas de trabajadores que pedirán una pensión con cargo al Estado, además de todos los burócratas, cuyos sistemas de pensión, como Pemex, todavía no han sido reformados.

Es muy importante señalar lo siguiente: no decimos que estamos al borde de una crisis por el incremento de la deuda pública, como sí pasó en 1994, cuando se acumularon grandes vencimientos en dólares y provocó una macro devaluación. En el momento actual, México cuenta con reservas internacionales que superan los 180 mil mdd y los vencimientos de corto plazo en dólares suman 5,201 mdd solamente. Tampoco podemos decir que las calificadoras de deuda bajarán la calificación soberana por esta razón, ya que 48 por ciento propuesto por el Gobierno Federal sigue siendo muy controlable y por debajo de otros países que tienen el mismo grado de desarrollo. Sin embargo, nos preocupa mucho cómo ha crecido la deuda en estos tres años del gobierno de EPN, sin que los pronunciamientos oficiales sean respetados, evidenciando que el gobierno federal no tiene control sobre la deuda. Lo que podemos decir es que la deuda seguirá creciendo en los próximos años, apoyada en una Cámara de Diputados con mayoría del PRI y PVEM y al final todos los mexicanos con nuestros impuestos tendremos que pagar las ineficiencias del gobierno.

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