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Morena y Andrés Manuel López Obrador

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Mientras se derrumban las tasas de crecimiento económico y de la inversión, se deteriora el poder de compra de la mayoría y se deprecia la moneda nacional, la intención de voto hacia el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se duplicó en los últimos 12 meses, la del Partido Acción Nacional (PAN) registró incremento de 25 por ciento, en tanto que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el partido de la Revolución Democrática han decrecido en preferencias electorales de la ciudadanía del país. De los potenciales candidatos a la presidencia de la República en la elección del año entrante, Margarita Zavala (MZ) y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) registraron incrementos en las preferencias y son los punteros; Miguel Ángel (Osorio y Mancera) han perdido intenciones de voto y su tendencia es declinante, según se documenta en las encuestas nacionales aplicadas al respecto por Parametría, Consulta Mitofsky, Buendía y Laredo, Grupo Reforma y publicadas por Excélsior, El Universal, El Financiero y El Economista.

En la mayoría de las encuestas electorales nacionales publicadas en el último año, la diferencia de intención de votos entre los punteros (AMLO y MZ) es menor al margen de error estadístico (+/- 3 por ciento), por lo que técnicamente hay empate. La intensidad del crecimiento de la intención del voto registrada a favor de AMLO es mayor que la de MZ: en la encuesta publicada por Excélsior en agosto de 2015, el potencial candidato de Morena tuvo 20 por ciento y la potencial abanderada del PAN tuvo también 20 por ciento; en abril de 2017, el primero registró 31 y la segunda 28 por ciento. En las encuestas de Buendía y Laredo de junio de 2016, MZ tuvo 29 por ciento y AMLO 24 por ciento; en la de marzo de 2017, la primera se quedó en 29 por ciento y AMLO registró 38 por ciento de intención de voto en preferencia efectiva (sin considerar la intención no declarada de voto). En las encuestas de Consulta Mitofsky, MZ tuvo 33 por ciento de la votación efectiva en julio de 2016 y AMLO, 30 por ciento; en febrero de este año, esa encuestadora reportó 31 por ciento de intención para MZ y 34 por ciento para AMLO. En agosto del año pasado se igualaron las intenciones del voto del PAN y de Margarita Zavala, mientras que la intención de voto hacia AMLO era 11 por ciento mayor a la de Morena, por lo que este último partido puede crecer a través de su potencial candidato; no sucede lo mismo con el PAN, donde la elección de su candidato presidencial puede generar pérdidas de intención del voto o, en el mejor de los casos, igualar la de su partido.

Corrupción e impunidad serán temas centrales de la campaña a la presidencia de la República, como también lo será la pérdida de poder de compra, la precarización laboral, el crecimiento de la economía y del empleo, la deuda pública y la inseguridad pública. A 14 meses de esa elección, ya hay un veredicto popular: cuatro de cada cinco ciudadanos reprueban la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto y dos de cada tres ciudadanos tienen una opinión negativa del PRI. En la encuesta de Buendía y Laredo de marzo de 2017, la opinión negativa que los ciudadanos del país tenían sobre el PRI era de 64 por ciento y las opiniones positivas fueron 19 por ciento; el PAN tuvo 39 por ciento negativo y 29 por ciento positivo, y el PRD registró 37 por ciento negativo por 23 positivo. Morena fue la excepción (también Movimiento Ciudadano), tuvo 21 por ciento de opiniones negativas y 37 por ciento de positivas: en un año aumentó en 12 por ciento sus opiniones positivas en tanto que las negativas permanecieron constantes, dicho crecimiento de valoraciones positivas apanicó a priistas y panistas y reeditaron el numerito de 2006: AMLO y la candidata de Morena al estado de México también son corruptos.

En junio de este año habrá elecciones a gobernador en Nayarit, Coahuila y el estado de México; en los dos últimos estados el PRI nunca ha perdido una elección y las encuestas electorales publicadas en el pasado mes de abril registran un empate entre Miguel Ángel Riquelme (PRI) y Guillermo Anaya Llamas (PAN) en Coahuila, y entre Delfina Gómez (Morena) y Alfredo del Mazo (PRI) en el estado de México. La diferencia de los registros en que el PRI tiene una tendencia de intención descendente y su principal oponente, ascendente. Las valoraciones de la gestión del gobernador saliente en Coahuila y estado de México son mayoritariamente negativas; asimismo, las valoraciones negativas de los candidatos a gobernador del PRI en ambos estados son mayores a las positivas, y los que afirman que nunca votarían por el PRI son mayoría absoluta en ambas entidades. La corrupción e impunidad de los políticos priistas asociada a una deplorable gestión pública están en la base de la rebelión ciudadana que al parecer está eligiendo a políticos de otros partidos.

 

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