¿Por qué urge estudiar la migración y el cambio climático a nivel regional?

Introducción

Con la globalización, la apertura de las economías ha dado paso a cambios estructurales con altos costos sociales principalmente para los habitantes de los países en vías de desarrollo, lo que ha provocado brechas y mayor desigualdad entre los países del norte y del sur. Sin embargo, la desigualdad al interior de los países también se ha reproducido entre las regiones tanto de auge como de rezago, así como entre los centros urbanos y las zonas rurales, con lo cual se han generado polos y regiones de crecimiento o atracción y otras de atraso y expulsión. En este contexto, la migración interna y la internacional se ha incrementado con sus respectivos costos y beneficios en los últimos 30 años. De acuerdo con la Organización Internacional para la Migración, más de 214 millones de personas vivían fuera de sus lugares de origen en 2010; la dirección de los principales flujos de población en el mundo es de sur a norte, como en el caso de la migración México-Estados Unidos, que para finales de 2012 se estimaba en casi 12 millones de personas, poco más de la mitad sin documentos migratorios en aquel país.

En paralelo, el paradigma dominante del crecimiento económico como indicador de progreso que data desde los años cincuenta del siglo pasado, ha conducido a un aumento incesante de la producción y del consumo, bajo la premisa de que así es como se logra bienestar y las personas pueden acceder a la felicidad. Pero ese crecimiento ha requerido cuantiosas extracciones de recursos naturales y ha generado desechos y emisiones contaminantes a la atmósfera, lo que está modificando las condiciones de vida de muchas especies incluida la humana, convirtiéndose en una causal más de su migración.

Causas y efectos

Los efectos de ese tipo de crecimiento sobre la faz del planeta han ido en aumento, el uso de ciertos gases de cloroflurocarbonos ha afectado la capa de ozono, las grandes emisiones de dióxido de carbono por la quema de combustibles fósiles (petróleo) debidas principalmente al uso desmesurado del automóvil y de sistemas de combustión en la mayoría de las fábricas en el mundo, aunado a procesos de desertificación, cambio en el uso del suelo para la producción, han venido alterando la combinación de gases de efecto invernadero con sus repercusiones sobre el calentamiento global y el cambio climático, circunstancias que a su vez han hecho más frecuentes e intensos los fenómenos meteorológicos que causan desastres naturales. En 2010 el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados atendió a más de 2 millones de refugiados por desastres naturales (ACNUR, 2011:3), que perdieron oportunidades de empleos e ingresos en sus lugares de origen y por lo tanto tuvieron que emigrar hacia otros lugares.

Relación migración-medio ambiente-cambio climático

La relación entre la migración y el medio ambiente es variada y compleja; sólo baste con advertir que existen múltiples conexiones de la sociedad con la naturaleza para producir y consumir los bienes y servicios que requieren las civilizaciones para vivir y crecer. Pero estas conexiones deben ser armónicas para darle tiempo a la naturaleza a que se recupere, lamentablemente no ha sido así.

A la falta de racionalidad económica ante las escaseces de la naturaleza se suma una postura ética y de valores que  ha apostado por un paradigma de desarrollo basado principalmente en el crecimiento económico incesante, sustentado a su vez en tres pilares de la sociedad posmoderna: el consumismo, el hedonismo y el individualismo, que ahondan las desigualdades socio-económicas, regionales e intergeneracionales. Tal tipo de crecimiento ha rebasado por mucho los límites que la naturaleza nos ha puesto degradando el medio ambiente y acelerando el calentamiento global.

Con el cambio climático los fenómenos meteorológicos son más intensos provocando riesgo e incertidumbre, como en el caso de los huracanes que derivan en desastres naturales como los recientes en Haití, Cuba y Nueva York, o de inundaciones como en el caso del estado de Tabasco, o de las sequías en estados del norte de México, eventos todos con consecuencias económicas importantes que acontecidos en contextos de desigualdad y de pobreza, magnifican sus respectivas consecuencias sociales. En el resto del mundo no ha sido tan diferente; así lo presentan los estudios realizados por el Banco Mundial (2010), en donde se reporta la vulnerabilidad creciente en que viven millones de personas que habitan en zonas de riesgo, para muchas de las cuales la migración es una estrategia de sobrevivencia y adaptación frente al cambio climático.

Ahora bien, es importante aclarar que la migración hacia los Estados Unidos desde México se ha explicado por otras causas que no son meramente ambientales, pero que en el futuro cercano podrían comenzar a ser determinantes en las decisiones para migrar, por sus repercusiones en las condiciones de vida de las personas.

En el caso de México, el rendimiento de las cosechas ha comenzado a estudiarse en relación con el cambio climático y la migración. Feng et. al. (2010) encontraron que el rendimiento de los cultivos sí tuvo cierta relación con la migración internacional para el período de 1995 a 2005. Ahora bien, considerando incrementos de la temperatura, estimaron posibles migraciones futuras considerando diferentes escenarios de cambio climático para el año 2080, concluyendo que de 2 a 10% de la población en edad de trabajar se irá al “otro lado” como consecuencia de la disminución de la productividad de la tierra solamente.

Migración internacional y cambio climático,

una perspectiva desde Puebla

En el caso del estado de Puebla, la migración internacional se ha estudiado por causas económicas, por el sueño americano y por la existencia de redes sociales que la potencian, principalmente. Poco o casi nada se sabe de la incidencia de factores ambientales en las decisiones de migrar, y esto es comprensible al menos por dos motivos, el primero porque es relativamente reciente el reconocimiento de afectación de las condiciones de vida por adversidades ambientales; y, segundo, porque esas afectaciones, cuando no son tan evidentes, como en el caso de los desastres naturales, generalmente quedan encubiertas por manifestaciones económicas; por ejemplo, en la mixteca poblana la población suele afirmar que las personas emigran porque no hay trabajo en el campo1, sin embargo eso se puede deber a que las tierras son áridas, se están erosionando, tienen baja productividad y que, además, se están agregando los efectos del cambio climático.

Por ello es necesario iniciar el estudio de la migración en esta nueva vertiente relacionada con el medio ambiente y con el cambio climático en Puebla, distinguiendo la migración interna de la internacional con un enfoque regional.

Para un estudio de esta naturaleza se requerirá localizar y caracterizar las regiones de la migración, internacional en este caso, en el estado de Puebla, relacionarlas con las variables del cambio climático, temperatura y nivel de precipitaciones, de acuerdo al escenario A2 estimado por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático2   (IPCC), para determinar las regiones más vulnerables en el año 2020. Proyecto que se desarrolla con investigadores del Departamento de Negocios y del Programa interdisciplinar de Medio Ambiente en la Universidad Iberoamericana Puebla.

Conclusión

Es un hecho que mientras varíen las condiciones ambientales afectando negativamente las condiciones de vida de las comunidades, éstas buscarán alternativas para sobrevivir, comenzando por adaptarse a los cambios en el lugar de origen y, si eso es muy costoso, la siguiente mejor alternativa será la migración. Por ello no sólo es necesario, sino urgente, que se precise la relación entre la migración y el cambio climático a nivel regional, ya que los efectos no son homogéneos ni por países, ni por regiones, de esa manera el diseño de políticas de desarrollo regional sustentables puede ser la mejor alternativa ante lo inevitable.

Notas

1 Comentario del diputado local de esa región de la mixteca, Lic. A. Córdoba, en entrevista el 7 de febrero de 2011.

2 Es el escenario más pesimista, porque supone que las condiciones de uso de los recursos naturales y de deterioro ambiental continuarán con muy pocas mejorías en los próximos diez años, la población continuará creciendo moderadamente y la difusión tecnológica será fragmentada.

Referencias

Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ACNUR, (2011). Tendencias Globales 2010. (22 de julio de 2011).

http://www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=biblioteca/pdf/7557

Feng, S., Krueger, A., y Oppenheimer M. (2010). Linkages among climate change, crop yields and Mexico–US cross-border migration. Edit. by Stephen H. Schneider, Stanford University, Stanford, CA. (10 de diciembre de 2010).

http://www.pnas.org/content/107/32/14257.full?sid=d78be350-cc33-4887-9d9e-4e644642fc28

http://www.acnur.org/index.php?id_pag=6478

Massey, D. y Durand, J. (2003). Clandestinos, migración México-Estados Unidos en los albores del siglo XXI. Universidad Autónoma de Zacatecas, México. Cap. I.

The World Bank (2010). Economics of Adaptation to Climate Change, Synthesis Report.

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