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La lucha contra migración no autorizada es el caballito de batalla de toda la derecha neoliberal del mundo. Tanto en la Unión Europea (Berlusconi y Marian Le Pen son un ejemplo destacado) como en Norteamérica (aquí lo es el Tea Party), en donde las economías no podrían funcionar sin su presencia1. Es pertinente, por lo tanto, explorar las características de esta población en los EUA; la más vulnerable y desprotegida.
De la migración total a los EUA, conforme a los datos que aportan Passel y Cohn (2010), en 2009 había 72% (28.4 millones de personas) calificados como inmigrantes con un estatus legal y 28% de no autorizados (11.1 millones).
Al igual que sucede con la migración en general a los EUA, en el caso de la no autorizada destaca la fuerte presencia de México, con más de seis y medio millones de personas, de los casi nueve millones que provienen en conjunto de América Latina y que representan a 80% de este tipo de migración. Cabe recordar que una gran parte de estos migrantes ingresan a los EUA a partir de México, que se ha convertido en una de las más grandes fronteras verticales del mundo, como lo hacen también algunos de los migrantes que provienen incluso del Asia, que aporta una masa de 1.22 millones a este flujo, y del África. El resto del mundo reduce a sólo 8% su participación en este desplazamiento. De la importancia de la inmigración asiática no autorizada cabe reflexionar sobre la no determinación de la cercanía o lejanía geográficas en la configuración de los desplazamientos migratorios. De la impactante presencia de migrantes de países en los que la precarización del trabajo es la norma (bajos salarios, desprotección legal, malas condiciones de trabajo, etcétera); así como lo es el desempleo y el subempleo, como es el caso de México y América Central y el Caribe; cabe desprender un conjunto de conclusiones acerca de las características del funcionamiento del mercado transnacional globalizado de fuerza de trabajo. Como se adelantó al inicio de este texto, éste no funciona sin una enorme masa de sujetos vulnerables y desprotegidos, altamente móviles y dispuestos a insertarse en los trabajos más precarios de los países de destino.
Por el lado de la magnitud de la inmigración no autorizada cabe destacar, como lo hacen Passel y Cohn (2010), que a lo largo del decenio 2000-2009 se presentan dos fases diferenciadas y que las tendencias difieren parcialmente de las de la migración en general. En la primera, de 2000 a 2007, muestra un crecimiento constante y el total de migrantes no autorizados en los EUA pasa de los 8.4 millones de personas a los 12 millones, lo que significa un crecimiento promedio anual de más de medio millón de personas y representa una clara continuidad con las tendencias de la década anterior. En la segunda, el número de migrantes no autorizados decrece en 2008 y 2009, hasta alcanzar un monto de 11.1 millones en el último año. Es importante hacer notar que de la primera fase podría concluirse que la política de criminalización de la migración no autorizada y de militarización de la frontera sur de los EUA, no consiguió impedir su persistencia al alza, mientras que la segunda permite observar el efecto de la crisis de la economía estadounidense en el fenómeno y permite también preguntarse qué tan factible será que esta tendencia decreciente se mantenga ante un posible escenario de recuperación sostenida del empleo en los EUA; o bien, que se revierta, pese a la subsistencia e incluso la profundización de la política anti-inmigrante que tiende a afianzarse es este país.
Al observar el caso de la migración no autorizada proveniente de México, se refuerza la imagen anterior, lo que no debe extrañar debido a que es el mayor productor de este tipo de migrantes. Claramente, la disminución del volumen coincide con el inicio de la crisis y el aumento del desempleo en los EUA. El total de personas en esta condición parte de un total de 4.6 millones y asciende constantemente hasta alcanzar un tope histórico de 7 millones en 2007. En los siguientes dos años, 2008 y 2009, por primera vez en décadas, disminuye el número total de migrantes mexicanos no autorizados en los EUA y llega a un total de 6.7 millones.
Sin embargo, este fenómeno puede ser observado desde un ángulo complementario, que modifica lo que se desprende de la información anterior, si se analizan las cantidades de este tipo de inmigrantes que ingresan a los EUA en distintos subperiodos de la década 2000-2009. De esta manera, es posible ver que la tendencia a la disminución del número de nuevos inmigrantes no autorizados es perceptible desde el inicio de la segunda mitad de la década, al bajar de un promedio anual de 850 mil personas anuales, entre marzo de 2000 y marzo de 2005, a 550 mil entre marzo de 2005 y marzo de 2007 y a sólo 300 mil desde esta última fecha hasta marzo de 2009. Esto lleva a pensar que la política anti-inmigrante, sumada a las campañas xenófobas y las actividades de los grupos armados de la ultraderecha en los EUA, especialmente en los estados sureños, sí están teniendo un efecto disuasorio sobre los potenciales migrantes no autorizados, combinado con el incremento de las detenciones fronterizas y las deportaciones, lo que lleva a cambiar la tendencia del saldo migratorio de este tipo especial de migración desde mediados de la década, pero sólo se refleja lo anterior en el número total de migrantes no autorizados cuando se suma el efecto de la crisis y el desempleo, hacia el fin de la década.
Esta idea se refuerza si se observa la distribución de los ingresos de los migrantes no autorizados a los EUA, tomando como base el total de 2009. La mayor parte (40%) ingresó en la década de los noventa, en pleno crecimiento de la economía estadounidense y del empleo. Los ingresos disminuyeron desde los primeros años del siglo XXI (2000-2004), cuando llegó a 32%; años del inicio de la criminalización de esta forma de migración y de desaceleración de la economía. Más adelante, entre 2005 y 2009, con el estallamiento de la crisis en el último trimestre de 2007, el porcentaje disminuye a sólo 15%.
Cabe agregar, por último, una reflexión acerca de los efectos de la inmigración no autorizada en los EUA en el periodo reciente. Los analistas anti-inmigrantes, como lo son los destacadamente George Borjas y Mark Krikorian, investigadores del Center for Immigration Studies y asesores de la administración Bush2, insisten en señalar que esos nuevos migrantes van a los EUA con el objetivo de aprovechar los beneficios sociales existentes en terrenos como la educación, la salud y la vivienda y que son una carga para la sociedad estadounidense. Sin embargo, las estadísticas disponibles muestran que los migrantes llamados latinos, que conforman la mayoría de los no autorizados (destacadamente los mexicanos) son quienes menos utilizan dichos beneficios y que su aporte a la economía de los EUA es considerable. De acuerdo a la información de la OIM (2011), los migrantes latinoamericanos contribuyeron con 17.3% al crecimiento del PIB norteamericano, entre 2000 y 2007, contra 14.4% de otros migrantes, pero la relación entre los beneficios recibidos de los servicios sociales públicos y los impuestos pagados en los Estados Unidos de América, en 2008, fue de sólo 0.5% para los migrantes latinoamericanos, contra 0.8% del resto de los migrantes, 1.4% para los nativos blancos y 1.2% para los otros nativos. Puede verse aquí, más bien, un importante efecto en el sentido contrario: los migrantes transfieren parte de sus ingresos al financiamiento de los servicios públicos norteamericanos. Los más vulnerables y precarios subsidian a los más protegidos y privilegiados.
Fuentes
Passel, Jeffrey S. y Cohn, D’Vera, 2010, US Unauthorized Immigration Flows Are Down Sharply Since Mid-Decade, Pew Hispanic Center, Washington, DC, 1 de septiembre.
Informes de la OIM:
OIM (2011), Informe sobre las migraciones en el mundo 2011, comunicar eficazmente sobre la migración.
OIM (2010), Informe sobre las migraciones en el mundo 2010. El futuro de la migración: creación de capacidades para el cambio.
OIM (2008), World Migration 2008, managing labour mobility in the evolving global economy.
OIM (2005), World Migration 2005, costs and benefits of international migration.
OIM (2003), World Migration, 2003.