Innovación: Conceptos y relevancia

Medidor de PH de alta precisión

Inventor(es): Javier Méndez Mendoza, Jaime Julián Cid Monjaraz,
Arnulfo Lara Eliosa, José Fernando Reyes Cortés,
José Ignacio Becerra Ponce de León

Número de Solicitud: MX2012006348
Área Tecnológica: Electrónica
Resumen
La presente invención es relativa a un medidor de pH de alta
precisión conformado por sistemas de adquisición de datos,
un sensor de temperatura LM 35, un módulo de conexión SCB-68,
una DAQ CARD 6024E, una PC, y el programa LABVIEW.
En donde el sensor de temperatura LM35 se conecta al módulo de
conexión SCB-68 y este a su vez se conecta a la DAQ CARD 6024E,
en uno de sus extremos y en el otro, se inserta a la PC, mediante el
BUS PCMCIA.

· Foto: Archivo de la BUAP

Innovación

La palabra innovación está de moda. Lo más seguro es que en los años siguientes se desgaste y ya no sea un lugar común en el discurso de políticos, periodistas, empresarios, académicos y de la sociedad en su conjunto.

En México hay ejemplos numerosos en los que se recurre a citar la innovación: en la Ley de Ciencia y Tecnología, en su reforma publicada el 27 de abril del 2010 en el Diario Oficial de la Federación; en el Pacto por México, acuerdo político firmado el 2 de diciembre de 2012 por los tres partidos políticos más importantes del país y la Presidencia de la República 2012-2018, así como en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2008-2012 y el Programa Nacional de Innovación de la gestión federal 2007-2012, entre otros.

La palabra innovación también está de moda en el ámbito internacional. Veamos los siguientes ejemplos: el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, creado en 2008 por la Unión Europea; el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina; la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación de España.

La reiterada mención de innovación junto a ciencia y tecnología da la impresión de que en estos años ya no es suficiente acudir a los términos, un tanto desgastados, de ciencia y tecnología; ahora es necesario enriquecerlos con el término innovación.

En muchos casos de la mercadotecnia actual, la palabra citada se usa en forma indiscriminada en mensajes que intentan inducir al público a creer que un objeto (auto, computadora, teléfono o bien de consumo) es innovador, que es necesario y que debe ser comprado.

Ante la constante presencia de la palabra que nos ocupa, nos preguntamos:

¿Qué significa innovación?

El Diccionario de la Lengua Española, en su vigésimo segunda edición, define a la innovación como:

Definición 1. Creación o modificación de un producto, y su introducción al mercado.

Si bien es una definición discutible, al igual que otras que se hacen en el dicho diccionario (ver la columna “Al margen de la letra” en el diario El Financiero del 10 de agosto de 2011 en su página 35), en el concepto de innovación predomina la acción de “creación” o “modificación” de algo, de una cosa, en este caso, de un “producto”, así como otra acción: “introducción” de la cosa creada o modificada en un espacio: “el mercado”.

En un primer momento podemos relacionar el término innovación con algo que se inventa. Según el diccionario citado, inventar es: “Hallar o descubrir algo nuevo o no conocido”.

Sin embargo, no obstante que el concepto de inventar es de mayor alcance que el de innovar, a la fecha, el glamour de la palabra innovación tiene un predominio sobre el término inventar.

Parece ser que inventar e invento son palabras agotadas, ahora innovar e innovación no sólo denotan la acción de descubrir algo nuevo o no conocido; además, de acuerdo con la definición anterior, expresan que ese algo o cosa se vende y se compra en el mercado.

Otra definición de innovación con el enfoque de mercado la encontramos en una norma pública del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación.

Definición 2. Proceso dirigido a un mercado bajo un enfoque de negocio que detecta oportunidades y capacidades organizacionales para generar productos, procesos y servicios novedosos que difieren sustancialmente de los existentes con anterioridad y que son aceptados por los consumidores.

Las siguientes tres definiciones no consideran la intervención del mercado, negocio o consumidor y se acercan más al concepto de invención.

El especialista en innovación y estrategia en los negocios internacionales, el Dr. Vijay Govindarajan (Tuck School of Business at Dartmouth, EUA), en alguna entrevista, así lo interpreta un servidor, indicó que la innovación es una solución, hasta ese momento, inexistente.

Definición 3. Innovación es una solución, hasta ese momento, inexistente.

De acuerdo con la fracción IX del artículo 4 de la Ley General de Ciencia y Tecnología se entiende por innovación:

Definición 4. Generar un nuevo producto, diseño, proceso, servicio, método u organización o añadir valor a los ya existentes.

Otra definición similar a la anterior es de la Asociación Española de Normalización y Certificación:

Definición 5. Innovación: actividad cuyo resultado es la obtención de nuevos materiales, procesos o productos, o mejoras sustancialmente significativas de los ya existentes.

En estas definiciones innovación es una actividad cuyo resultado es algo o una cosa nueva o modificada. Por tanto, es una concepción muy cercana a lo que se entiende por inventar. Por otro lado, la definición construida con base en la intervención del Dr. Vijay Govindarajan se centra en soluciones, en tanto que la definición del Diccionario de la Lengua Española y la del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación incorporan la intervención del mercado, negocio y consumidor.

Relevancia de la innovación

Sabemos que la investigación en todas las áreas del conocimiento y el desarrollo científico y tecnológico facilita, sistematiza los procesos y hace posible la innovación.

Por ello, las grandes empresas farmacéuticas, de computación, de comunicaciones, petroleras, de energía y de minería, entre otras, dedican cuantiosos recursos para mantener centros de investigación y desarrollo tecnológico que les provean en forma constante de los materiales, productos y procesos innovadores que venderán en las mejores condiciones posibles para prevalecer en el mercado internacional y aumentar sus ganancias y las de sus accionistas.

La innovación ha adoptado tal relevancia que países como España la consideran como una estrategia para salir de la crisis económica en la que se encuentra; en tanto que otros, como México y países de Latinoamérica, fomentan a la innovación en sus políticas públicas de investigación y desarrollo.

Ya se han comentado varios ejemplos de la importancia actual de la innovación en las políticas públicas de México. Uno de ellos es la Ley de Ciencia y Tecnología, en cuyo texto se cita en múltiples ocasiones dicho término y en la que se establecen las bases de una política de estado que sustente un Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Entre otras estrategias de la política referida, se pretende que el acervo de conocimientos de las universidades y centros de investigación y desarrollo se transfiera a las empresas, con el fin de promover la innovación en éstas y hacerlas más productivas y competitivas en el concierto internacional.

Como ejemplo de una acción gubernamental alineada con la estrategia citada está el fomento a la innovación de las empresas mediante la transferencia del conocimiento generado en las universidades y centros de investigación mediante el Fondo Sectorial de Innovación (FINNOVA) de la Secretaría de Economía del Gobierno Federal y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt, publicado en el segundo semestre del año 2012, cuyo objetivo es fomentar la creación y fortalecimiento de Oficinas de Transferencia del Conocimiento.

El propósito de las oficinas de transferencia del Conocimiento (OT) es incrementar las oportunidades de vinculación entre las instituciones generadoras de conocimiento (universidades, institutos, centros de investigación) y el sector privado y ofrecer los servicios que faciliten la transferencia de conocimiento de las primeras a las empresas del sector mencionado. Las categorías de transferencia de conocimiento que se consideran en el Finnova son tres: consultoría, licenciamiento y empresas universitarias (spinouts e spinoffs).

Con el fin de facilitar la transferencia de conocimiento a las empresas, el programa Finnova otorgará recursos financieros exclusivamente a las oficinas de transferencia que el mismo programa certifique. En febrero de 2013 se han certificado 19 OT.

En Puebla se ha certificado como OT a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). La BUAP fue la primera universidad pública que fue certificada en el marco del programa Finnova y la instancia universitaria que se responsabiliza de los procesos citados de vinculación con las empresas es el Centro Universitario de Vinculación y Transferencia de Tecnología, CUVyTT (www.cuvytt.buap.mx).

Así, al recibirse los recursos financieros, tanto la BUAP como el INAOE reforzarán sus procesos de transferencia de parte del acervo de conocimiento del que disponen con el fin de facilitar la innovación de las empresas en México y contribuir al desarrollo económico y social.

Por tanto, la innovación, además de ser un proceso para el encuentro de soluciones originales de interés público o de mercado, es un proceso sistemático del cual debe tener dominio una nación y se convierte en una necesidad nacional fomentarla en beneficio de todos. Esto es, la innovación adopta relevancia pública como parte de una estrategia de apoyo al desarrollo nacional.

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