Proceso electoral 2015. ¿Afectarán acontecimientos como los casos Tlatlaya, Ayotzinapa y la criminalización de la protesta ciudadana?

El sentido común podría hacernos pensar que el sector de la sociedad mexicana que no se ha favorecido con las reformas estructurales, con las decisiones del gobierno federal en turno, que señala como retroceso político la criminalización de la protesta ciudadana y que ha mostrado indignación por eventos trágicos como el caso Tlatlaya y Ayotzinapa, podría mostrar su inconformidad en las urnas en la próxima contienda electoral. Sin embargo, Israel Arroyo García y Orlando Espinosa Santiago, investigadores en Ciencias Políticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, refutan el sentido común y ponen puntos para reflexionar sobre la trayectoria en organización de procesos electorales y la participación de los ciudadanos en el acontecer de la vida nacional.

El organizador de las contiendas

 

Israel Arroyo García, profesor investigador de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, considera necesario conocer la trayectoria de la institución encargada de organizar y dar credibilidad a los resultados de las contiendas.

“Es importante tener en cuenta que desde la década de los noventa, estamos tratando de construir una manera de organizar los procesos electorales, primero con el IFE, ahora con las transformaciones que tiene como INE. La ciudadanización ayudó a generar credibilidad en la institución para la organización de las contiendas electorales; esa credibilidad tuvo su momento de auge con José Woldenberg y se ha venido debilitando en las últimos consejos, sobre todo provocado por los partidos políticos que han manoseado las cuotas de los consejeros, el mayor ejemplo fue la intervención de Elba Esther Gordillo con la participación de Luis Carlos Ugalde como presidente consejero.

Está claro, considera Arroyo, que hay una construcción de largo plazo, “llevamos 25 años organizando procesos electorales que más o menos salen bien. Ha habido momentos ríspidos, sobre todo cuando la competencia es tan cerrada, no es lo mismo ganar por.5 por ciento de diferencia que si ganas por 5 o 10 por ciento, sin duda esto ha generado un desgaste de la institución, pero mal o bien ha resistido. Haber dividido la parte del organizador de las elecciones y la parte contenciosa en materia electoral, estas dos ruedas institucionales, ha funcionado bien para organizar los procesos electorales federales”.

 

Las particularidades de este proceso electoral

 

Orlando Espinosa Santiago, académico e investigador del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE), señala aspectos que hacen diferente esta elección. “En primer lugar, a diferencia de otras elecciones, en esta ocasión las personas que tengan la posibilidad de ser electas podrán ser reelegidas hacia el final de su periodo, esa es una condición novedosa porque habrá la posibilidad de poder decir: “Yo estoy de acuerdo con la función de alguien y por tanto quiero ratificarlo en el puesto”.

Por otra parte, es la primera vez que existe la posibilidad de candidaturas ciudadanas, que —señala Espinosa— aún presentan muchos obstáculos para que un ciudadano pueda ser registrado como candidato”. Además en esta contienda, se ha tratado de presentar de manera equilibrada los spots de los distintos partidos políticos, es algo novedoso, es algo que no veíamos en otras elecciones”.

Y apunta: “Hoy todos los partidos políticos grandes (PRI, PAN, PRD), todos gobiernan, ya no es como hace 20 años donde se decía “el PRI es el partido que gobierna, es un inepto y un corrupto”; hoy todos han gobernado, alguna presidencia municipal, alguna gubernatura; PAN y PRI se han compartido ya la presidencia de la República, entonces todos ya han tenido experiencia de gobierno y por lo tanto todos pueden ya sentirse corresponsables del ejercicio de éste.

 

Ayotzinapa, Tlatlaya y la criminalización de la protesta ciudadana: ¿Los ciudadanos castigarán en las urnas a los partidos políticos?

 

A este respecto, Arroyo señala: “las instituciones electorales se consolidaron cuando la situación de inseguridad provocada por el crimen organizado no era tan intensa como hoy lo es; indudablemente hay entidades donde la situación se va a complicar más, conocemos más o menos los focos rojos, Guerrero y Michoacán, esto porque la falta de seguridad y de control de los territorios intensifican el riesgo de que no se lleven a cabo procesos electorales transparentes e incluso desde el punto de vista organizativo, donde la participación de los ciudadanos en las mesas directivas de casilla pueda ser amenazado; sin embargo, no creo que esto vaya afectar grandemente los niveles de votación.

Siempre se cree que el cansancio de la ciudadanía se reflejará en la abstención del voto, es importante considerar que en elecciones intermedias regularmente baja la participación porque hay menos en juego.

La gran preocupación es para el gobierno en turno —para el PRI— que tiene junto con el Verde Ecologista más o menos una mayoría en el Congreso, esta elección es una especie de plebiscito intermedio, ellos sí están preocupados por lo que vaya suceder, es posible que no sea tan contundente su mayoría dado el desgaste que ha tenido el gobierno y el presidente de la República por los conflictos de interés que se han expuesto públicamente, la ineficiencia en muchos rubros, problemas de no crecimiento, de distribución del ingreso, y que no haya resultados en seguridad. La estrategia del gobierno fue pensar que ocultando el problema de la seguridad, llevando la agenda por otro lado, el ciudadano no se iba a dar cuenta y hoy eso ha reventado con una fuerza tremenda.

¿Este tipo de elementos puede llevar a la gente a darle un cierto castigo? ¿de qué tamaño? Francamente no creo que sea tan grande. Creo, por las variables ya expuestas, que sí puede haber disminuciones en el número de diputados que van a obtener en el Congreso.”

Por su parte, el Doctor en Ciencia Política, Orlando Espinosa Santiago, considera engañoso partir del supuesto de que mientras peor le vaya al país la gente dejará de asistir a las urnas el día de las elecciones. Se remonta a los años 94 y 95, años difíciles para el país en la historia reciente, y recuerda que todo mundo pensó que era el fin del partido gobernante, el PRI, y sin embargo, Ernesto Zedillo ganó la presidencia por casi 60 por ciento de participación electoral, algo sorprendente dado el ambiente de crisis política que se experimentaba.

Hay muchas formas de castigar o de manifestar su desacuerdo con el ejercicio de gobierno imperante. En las redes sociales dicen “no vayamos a votar”, “vaya a votar pero elimine su voto”, “vaya y vote por un partido diferente al que está gobernando”, ¿pero cuál de estos es el mecanismo más directamente vinculado con los gobernantes y políticos?, No votar por el partido que está gobernando y votar por el opositor.

Si usted se abstiene o si usted anula su voto, lo que va a pasar es que usted va a favorecer al partido más grande ¿y cuál es el partido más grande en este país? Esto sucede porque los partidos grandes tienen lo que comúnmente se llama voto duro, que en general se entiende como la identificación ciudadana respecto del programa e ideología de un partido político, entonces esos votos se tienen asegurados; los partidos pequeños como el PT o Movimiento Ciudadano —por mencionar algunos ejemplos—, no tienen un voto duro de las mismas dimensiones; si la gente va y anula su voto quien va a ganar es el partido grande. Si usted está en contra de un partido vote por el opositor, de esa manera sí lo va a castigar, de otra manera no, no de manera directa y focalizada.

Finalmente, concluye el investigador del ICGDE: “Creo que la gente tendría que votar por la opción que quiera; me parece que hay otros partidos que pueden ser buena oferta, pero más allá de eso me parece que es un error pensar que la elección es el único momento en el que el ciudadano tiene que participar. Lo electoral no tendría que ser lo único, si la participación ciudadana va más allá de una elección, esta participación oxigena la vida pública y eso es lo que precisamente hay que promover”.

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