Olas gigantes en el océano

Imaginar que cerca de costa se forman diariamente olas más altas que la torre Latinoamericana de la Ciudad de México puede resultar aterrador. Y es que el azote de olas gigantes provenientes del océano (tsunamis) ha causado catástrofes a lo largo de la historia de la humanidad. Sin embargo, para fortuna de nosotros estas olas no son iguales a las que comúnmente observamos en la playa. Estas olas son submarinas y viajan a varios metros de profundidad, ocultas a la simple vista del observador. Y curiosamente son de vital importancia para la salud de los océanos.

p-04aPara entender mejor cómo viajan estas olas submarinas (u olas internas), debemos saber que el océano está dividido en varias capas de aguas que son de diferente densidad. Los científicos han observado que estas olas viajan a través de la frontera entre estas aguas de diferentes características. Algo similar a lo que nosotros podemos observar si tenemos en un recipiente aderezo para ensaladas. Si lo dejamos reposar suficiente podemos ver que se separan el vinagre y el aceite. Si movemos de un lado a otro el recipiente, podemos ver cómo se generan ondas entre estas dos. ¡Estamos observando olas internas! Si movemos con mayor fuerza, estas olas pueden llegar a mezclar el vinagre con el aceite, haciendo que el aderezo esté bien mezclado. De igual manera, en el océano, estas olas internas tienen el potencial de mezclar las aguas de los mares costeros y mover enormes cantidades de calor y nutrientes, proveyendo de alimento a una gran cantidad de organismos, desde el plancton hasta ballenas, desde los bosques de sargazo (algas gigantes) hasta los arrecifes de coral, generando un impacto directo en el ambiente, desde las pesquerías hasta el clima global.

Estas olas submarinas las podemos encontrar en casi todas las zonas costeras del planeta y varían en tamaño. Pero el lugar que se lleva el récord por tener las olas internas más grandes es el Mar del Sur de China. Aquí las olas internas son impulsadas por la fuerza de la marea y se han registrado olas que llegan casi a los 200 metros de altura. Los científicos han estudiado en los últimos años el efecto que tienen en el clima. Se piensa que estas olas, en conjunto con otras en varios sitios importantes alrededor del mundo, tienen la capacidad de influir en la circulación de nuestros océanos, afectando directamente en el clima de nuestro planeta (Alford y otros, 2015).

En México, en las dos últimas décadas, ha habido un creciente esfuerzo para entender el efecto que tienen estas olas gigantes en nuestros mares y costas. Hoy por hoy, sabemos que son de suma importancia en el transporte de nutrientes y comida para una infinidad de organismos que viven o dependen de la zona costera (Ladah y otros, 2012). También se ha descubierto que ayudan a pequeños organismos que no pueden nadar por sí solos (larvas de caracoles, estrellas de mar, cangrejos) a viajar a través del océano hacia las costas (Ladah y otros, 2005).

En muchas partes del mundo se ha estudiado la importancia que tienen estas olas gigantes, y es que son el claro ejemplo de que nos falta mucho por conocer de nuestro planeta y que en nuestros océanos podemos encontrar las grandes respuestas.

 

Referencias

 

Alford, M.H., Peacock, T., MacKinnon, J.A., et al. (2015). The formation and fate of internal waves in the South China Sea. Nature. 521:65-69.

 

Ladah, L.B., Tapia, F.J., Pineda, J. & López, M. (2005). Spatially heterogeneous, synchronous settlement of Chthamalus spp. Larvae in northern Baja California. Marine Ecology Progress Series. 302:177-185.

 

Ladah, L.B., Filonov, A., Lavín, M., Leichter, J.J., Zertuche-González, J.A. & Pérez-Mayorga, D.M. (2012). Cross-shelf transport of sub-thermocline nitrate by the internal tide and rapid (3-6 h) incorporation by an inshore macroalga. Continental Shelf Research. 42:10-19.

 

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