Hacia una política fiscal soberana para el crecimiento

En la teoría neoliberal los gobiernos están limitados financieramente, en el sentido de que deben gastar en función de los impuestos. Limitan al gobierno como si fuera una familia o una empresa, cuyo gasto e inversión depende de sus ingresos. Y si el gobierno gasta más de sus ingresos tiene que emitir deuda, lo que presionaría al alza las tasas de interés y reduce la disponibilidad crediticia al sector privado y lo desplaza de la economía. Dicha teoría señala que el gobierno tendría que aumentar impuestos y/o restringir el gasto para pagar deuda lo que restringiría la actividad económica. Sin embargo, tal posición teórica no opera para un gobierno soberano que controla la moneda. Nos dice la Teoría Moderna del Dinero (MMT en sus siglas en inglés) que un gobierno soberano tiene el poder de crear dinero, e impone obligaciones pagables en la propia moneda emitida por el gobierno, por lo que crea demanda por la moneda que emite. Los impuestos no son para financiar el gasto, sino para que los contribuyentes demanden y acepten la moneda emitida por el gobierno para pagar con ello los impuestos. (Wray, 1998, pp.80-81)

La capacidad de gasto del gobierno no proviene de los ingresos que pueda recibir en forma de impuestos o de la deuda que emite, simplemente gasta. Gasta en función de los recursos que pueda comprar con su moneda. El gobierno gasta en su moneda antes de que pueda recaudar impuestos o vender bonos a los usuarios de la moneda.

El gobierno gasta emitiendo cheques, y/o acreditando en la cuenta bancaria de aquellos que le venden bienes y servicios, lo que aumenta demanda y la actividad económica y el empleo. Los depósitos bancarios se ven incrementados por el mayor gasto público, lo que a su vez aumenta las reservas bancarias y para que ello no reduzca la tasa de interés objetivo, el banco central emite deuda para regular las reservas bancarias (Wray, 1998, pp. 80-81). La deuda que emite el gobierno no es para financiarse, sino para regular la liquidez de la economía. Su gasto siempre está financiado por la creación de moneda fiduciaria del gobierno, y no por los ingresos tributarios o la venta de bonos. (Wray, 1998, p.78)

Los impuestos y los bonos no son para financiar el gasto público, sino para regular la liquidez de la economía. La tributación debe imponerse solamente cuando es deseable que los contribuyentes tengan menos ingresos para gastar.

Los impuestos a los sectores de altos ingresos no son para financiar el gasto de gobierno, sino para restringir la capacidad de gasto de los sectores sujetos a impuestos, y que el gobierno gaste en los espacios en donde dejaron de gastar o invertir los contribuyentes (Mitchell, et al, 2019, p. 323). El gobierno debe gravar al gran capital para restringir la capacidad de gasto e inversión de éstos, para que el gobierno proceda a invertir donde ellos dejaron de hacerlo. Así como con la autonomía del banco central le quitaron el control de la moneda al gobierno para obligarlo a trabajar con austeridad fiscal y reducir su participación en la economía y así la cúpula empresarial ha pasado a invertir donde el gobierno ha dejado de hacerlo (así como venía aconteciendo en Pemex, CFE, infraestructura y en otras áreas), los impuestos a la cúpula empresarial son para reducir su capacidad de gasto e inversión y su participación en la economía, para que el gobierno llene el hueco que ellos dejan. El gobierno no necesitará de dichos impuestos para ello, simplemente gasta con su moneda.

En la Teoría Moderna del Dinero un gobierno soberano que controla la moneda no necesita recaudar para gastar, sino al contrario. Es el gasto público el que proporciona ingresos al sector privado, para que éste pueda gastar y pagar impuestos. Un gobierno soberano que tiene el control de la moneda gasta anticipadamente sin tomar en consideración el recibo previo de impuestos o la venta anterior de bonos. Para que el gobierno pueda retirar los impuestos de la economía, necesita gastar antes. Es el gasto el que genera el ingreso. El público no puede pagar impuestos, sino hasta que el gobierno haya desembolsado moneda al público. Es decir, los impuestos se derivan del gasto realizado por el gobierno.

El espacio fiscal no tiene nada que ver con los índices de deuda pública o el tamaño de los déficits públicos. La política fiscal puede y debe usarse para contrarrestar el efecto negativo que el déficit de comercio exterior tiene sobre la economía, así como para contrarrestar la caída del consumo e inversión del sector privado. La política fiscal debe encaminarse a reducir el déficit de comercio exterior y mejorar el ingreso de empresas e individuos para impulsar el crecimiento económico en condiciones de pleno empleo y baja inflación.

Lo que define la expansión del gasto público es la disponibilidad de recursos productivos y humanos con que cuente la economía y no las auto-restricciones financieras que el gobierno se impone, tales como la disciplina fiscal y el no endeudamiento. Solo puede comprar lo que está a la venta en su moneda. Hay espacio fiscal cuando hay desempleo masivo y capital inactivo, incluso si hay alta tasa de interés, déficits fiscales y alta relación de endeudamiento. Ellos se disminuirían con la mayor recaudación que originaría el crecimiento económico. A diferencia de lo que dice el enfoque convencional de que la deuda pública es insustentable, ello no acontece. La deuda se paga por sí misma, si el gasto tiene efecto multiplicador interno, debido a que ello se traduce en mayor recaudación tributaria.

Un gobierno que controla la moneda y no se compromete a su convertibilidad a un tipo de cambio fijo y trabaja con tipo de cambio flexible, puede gastar en todo aquello que se produzca y se venda en su moneda y no puede caer en insolvencia en el pago de sus obligaciones en moneda nacional.

El aumento del gasto público no es inflacionario si hay recursos reales ociosos que se pueden volver a utilizar productivamente, como el desempleo y si el gasto se canaliza al desarrollo tecnológico y a aumentar la capacidad productiva.

Se requieren déficits fiscales continuos para incrementar la producción y el empleo y mejorar las finanzas de empresas y familias para asegurar condiciones de reembolso de la deuda y evitar inestabilidad bancaria-financiera.

Se debe cambiar la Ley Orgánica de Banxico para que el banco central le compre deuda directa del gobierno a baja tasa de interés para que el gobierno gaste lo suficiente para impulsar la esfera productiva y se alcance baja inflación en condiciones de alto empleo y crecimiento económico. Ello ha estado aconteciendo en varios países en los últimos años. Con tal política, Hacienda le pasa a deber al banco central y ello no implica una carga para el gobierno, debido a que ambas instituciones son del Estado. Nos dice Mitchell que en tal caso “los flujos de interés van del bolsillo izquierdo del gobierno al bolsillo derecho del gobierno”. (2021). El brazo de tesorería del gobierno le dice al brazo del gobierno del banco central que quiere gastar una cantidad particular y este último se asegura de que esos fondos estén disponibles en la cuenta bancaria del gobierno para que realice los gastos. Para no generar presiones inflacionarias y sobre el sector externo, el gobierno no puede gastar más allá de la capacidad productiva disponible en el país.

El banco central, más que seguir aumentando la tasa de interés para supuestamente frenar la inflación y seguir promoviendo entrada de capital financiero, debe bajar la tasa para reducir las presiones sobre el costo de la deuda pública y privada, para que se pueda mantener la capacidad de inversión y de gasto de tales sectores y que el gobierno pueda aplicar una política fiscal anticíclica sin riesgo de caer en altos niveles de endeudamiento.

Si no se baja la tasa de interés y si no se incrementa el gasto público, continuará la recesión, la inflación, los problemas de insolvencia y los del cambio climático, como el creciente desempleo y la mayor desigualdad del ingreso y de la riqueza, lo que aumenta la incertidumbre de la economía y la falta de opciones de inversión.

 

** Esta nota se inserta en el pensamiento de la Teoría Moderna del Dinero

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Bibliografía

 

Mitchell, W. et al., 2019, Macroeconomics, Editado por Macmillan internacional.

 

Mitchell, W., 2021, “Central Bnaks Should Just Write off all Their Government Debt Holdings, en http://billmitchell.org

 

Wray, R. 1998, Understanding Modern Money, The Key to Full Employment and Price Stability, Editado por Edward Elgar.