Tendencias de exposición para obras de experiencia digital en Puebla

Las tecnologías digitales han traído nuevas formas de producción, distribución y consumo de las obras artísticas y culturales, esto abarca la adecuación y generación de nuevos espacios (presenciales y virtuales) para la exposición de dichas obras, y cambios en cómo se consume e interactúa con el arte hoy. Parte de estos cambios abarcan lo que se suele denominar arte digital, éste no es una corriente artística, pero se puede pensar como actividades que tiende a utilizar medios computacionales para dichas formas (Prada, 2015; Waelder, 2015).

Dentro del arte digital cabe lo que se suele denominar experiencias o arte inmersivo, definido por Karayilanoglu (2019) como aquellas que hacen vivir o experimentar ambientes y eventos únicos (al ser único, podría otorgar el carácter de arte, según Vassiliou (2010) y atractivos para el consumidor, y que son creados por medios digitales. A partir de esto, se exponen las actividades inmersivas durante 2023 y caracterizamos dichos eventos y lugares según el interés comercial que surge en ellas, centrándonos en el caso de las ciudades de México (como punto de referencia) y específicamente la de Puebla.

No sobra señalar que la ciudad de Puebla cuenta con un importante patrimonio cultural tanto en obra como en espacios de exposición. Para tener una idea, Puebla es el estado con mayor número de museos (88) en México, y sólo la mitad se encuentran en la ciudad de Puebla (ver Cuadro 1). De estos museos, 19 dentro del estado están asignados para exposición de arte, siendo enfocados a arte religioso y virreinal. Además de los museos, se cuenta con un número importante de galerías (casi todas privadas) y centros culturales donde se ofrecen exposiciones de obras (y venta en el caso de las galerías).

Por otro lado, los lugares de exposición del Cuadro 1 parecen no ser del tipo mostrados para el caso de las actividades inmersivas. Dando el salto del museo tradicional al del inmersivo. En el Cuadro 2, se muestran eventos de experiencia/arte inmersivo realizados en ambas ciudades durante 2023, se destaca tres aspectos, el de ser instancias principalmente privadas las que intervienen en su producción (sólo en el caso de la UNAM y del Museo Barroco donde se realizó a partir de instancias públicas).

Otro elemento es la diversidad de espacios donde aparecen hoy los eventos, seis de los 12 eventos de la Ciudad de México corresponden a plazas comerciales, y dos de cinco en el caso de Puebla (cabe aclarar que al menos uno de esos dos fue de acceso), el objetivo en principio es el consumo mediante su comercialización, lo que se estimula con la reproductibilidad digital. También aparecen nuevos museos (algunos temporales como el caso del MUFO, que se realizó por algunos días en 2022 y 2023 que se instala en edificio de locales comerciales). También, se utilizan espacios como Centros expositores como en Puebla, donde se realizan espectáculos de muy diferente naturaleza (conciertos, conferencias, etcétera).

Otro elemento es el de origen de los proyectos, que regularmente provienen de países con alto desarrollo tecnológico y que replican las fórmulas de la realización de estos eventos, aunque en algunos de ellos logran intervenir creativos mexicanos como la música Mariana Bo con Midnight Dreams. En el caso de Hipnerotomagia, se realizó con producción mexicana a partir de obra de Pedro Friedeberg.

Las experiencias son de muy diversa índole, existen aquellas que parten de artistas ya reconocidos (Van Gogh), las que invitan a abrir todos los sentidos en un mismo momento, incluyendo el paladar (IMMMU, RAMÉ, Sensoria y MARSHMALLOW Mansion), o las que replican los elementos más comerciales de la industria creativa (Immersive Disney y Mundo Pixar). A pesar de dichas diferencias, una tendencia es que en contadas ocasiones puede reconocerse el nombre de los creativos que intervienen en la producción de las experiencias, de lo que hacen posible la misma, que puede incluye el diseño, guión, producción, audio, entre otros elementos que requieren de personas para su realización. Lo que es evidente son las marcas de productoras y firmas que financian y en su caso permiten el derecho de su reproducción.

Se observa que alrededor de la experiencia/arte inmersiva/o existe una tendencia a la búsqueda de la espectacularización y de su comercialización, habiendo una propensión a exponer en lugares que lo permiten (salvo excepciones) o resignificando, bajo ese contexto, lo que sería el museo hoy.

 

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Referencias

 

Karayilanoglu, G. (2019). Digital transformation in contemporary art museums with the example of Barcelona museum of contemporary art. In Proceedings book Digital transformation in contemporary art museums with the example

 

Prada, J. M. (2015). Prácticas artísticas e internet en la época de las redes sociales. (Madrid: Akal).

 

Waelder, P. (2015). Selling and collecting art in the network society interactions among contemporary art new media and the art market. (Barcelona: Universitat Oberta de Catalunya).