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Jitomate (tomate rojo)

El jitomate es una fruta con variados atributos saludables: antioxidante, diurético, desinflamatorio, digestivo, cardiovascular, además de ser generoso en vitaminas (C, A, B, E y K), en minerales (sodio, potasio, calcio y magnesio) y licopeno. A pesar de su valor nutricional, la contribución de este alimento al consumo de la población mundial fue, conforme a los datos de la FAO (FAOSTAT. Balance alimentario. 2022), de apenas 3 por ciento: de una ingesta anual de alimentos de 757 kg por persona al año (kg/p/año), la correspondiente al jitomate fue de 22.3 kg/p/a. Su cultivo es de clima templado o cálido y requiere no menos de 8 grados Celsius ni más de 30, además de medio día de luz y otro tanto de sombra; no todos los países lo producen, aunque todos lo consumen: se exporta el 16 por ciento de la producción mundial.

Entre los principales productores mundiales de jitomate se ubican China, India, Turquía, Estados Unidos (EE. UU.), Egipto, Italia y México; entre los principales exportadores destacan Italia, China, España, Turquía y México y, entre los importadores preponderantes está Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Países Bajos y Francia. Los grandes exportadores de jitomate son europeos o asiáticos, lejos de EE. UU.; México está a tiro de piedra, basta con estirar la mano para cortar los racimos de jitomates en Baja California, Sinaloa, Sonora, Baja California Sur, Jalisco y San Luis Potosí. Hacia el mercado del vecino del norte se canaliza la mayor parte de nuestras exportaciones y del territorio mexicano procede la mayoría de las importaciones de jitomate de EE. UU. y de Canadá.

El jitomate requiere de mucha agua, cultivar un kilo necesita al menos 30 litros en invernadero y siete veces más en cultivos a cielo abierto. De la superficie cosechada en 2024, dos terceras partes fue a cielo abierto y una tercera parte fue de agricultura protegida (invernadero, malla sombra y macrotúnel); en cuanto a lo producido, dos terceras partes correspondió a la agricultura protegida y un tercio a cielo abierto. La diferencia en las tecnologías aplicadas e insumos genera diferenciados rendimientos e ingresos por hectárea: en cielo abierto, el rendimiento fue de 38.4 ton/ha y el ingreso anual por ha de 340 mil pesos, en tanto que, en agricultura protegida, el rendimiento fue de 149 ton/ha y el ingreso anual de un millón 591 mil pesos por ha (SIAP. Cierre de la producción agrícola. 2024).

Con relación al tipo de mercado, uno de cada cinco kilos producidos se exporta y cuatro se consumen internamente; los rendimientos y precios de acopio en el mercado de exportación fueron 50 por ciento más altos respecto al mercado nacional, por lo que el valor de la producción de jitomate en 1 ha es 137 por ciento más alto en jitomate para exportar respecto al jitomate destinado al mercado nacional. El uso intensivo de los recursos y las máximas ganancias se ubican en la agricultura protegida que genera jitomates para la exportación. Sinaloa, San Luis Potosí, Jalisco, Sonora y Baja California producen 92 por ciento del jitomate exportado, las principales variedades vendidas al exterior son saladette (64 por ciento) y bola (21 por ciento).

Siendo EE. UU. el cuarto productor mundial de jitomate, su consumo alimentario de 30 kg/p/a le exigió importar 6.5 kg/p/a; México, en cambio, produjo 33 kg/p/a, su consumo alimentario fue de 15.4 kg/p/a y su exportación de 15.72 kg/p/a (FAOSTAT. 2022). Aquí tenemos excedentes exportables, EE. UU. tiene déficit secular. Las exportaciones de jitomate mexicano son contra cíclicas, son más altas en otoño-invierno, periodos en que la producción de EE. UU. es menor. Nunca hemos sido un problema para la sociedad estadounidense, hemos sido la solución: excelsa calidad del jitomate fresco, prontitud en la entrega, precios más bajos que los locales y oferta contra cíclica.

El arancel al jitomate mexicano recién impuesto por Donald Trump probablemente incida en un aumento de 10 por ciento en el precio del jitomate en EE. UU., lo que podría disminuir los volúmenes importados y en ese sentido afectar a los productores mexicanos de agricultura protegida que producen para exportar. El arancel se aplicará este verano, cuando hay mayor producción estadounidense de jitomate y menor importación, por lo que la disminución de lo importado puede que no sea tan drástica con relación al mismo periodo del año anterior, además, no se prevé una acrecentada producción de jitomate en el sur de EE. UU. ni tampoco una contracción súbita del consumo por persona: la contribución porcentual del jitomate en la dieta del estadounidense seguirá siendo, en el corto plazo, de 0.43 en energía, 0.63 en proteína y 0.10 en grasa.

 

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