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SOAPAP: servicio caro y administración ineficiente

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La misma dotación y calidad de agua en un tiempo y espacio dado tiene precios diferentes atendiendo a quien la ocupa, para qué la usa y cuánta agua consume. En el área de influencia del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarilla del municipio de Puebla (SOAPAP), un metro cúbico de agua (mil litros) se facturará a partir de mayo en 13.90 pesos si el usuario radica en una colonia con deficiente o inexistente infraestructura o en 23.58 pesos si vive en un fraccionamiento con amplia cobertura de servicios urbanos; en ambos casos la facturación es por servicio medido; en cambio, si la facturación es por cuota fija, ese mismo metro cúbico se tasa a 5.6 pesos en el primer caso (sub apreciado) y en 48.1 pesos en el segundo (sobre apreciado). La lógica de tales tarifas es que las personas de mayor ingreso paguen más caro el servicio y fondear así el consumo popular.

Si el uso del agua es comercial o industrial, el precio del metro cúbico de agua en servicio medido a partir de mayo será de 30.04 pesos,  y de 22.13 pesos si el uso corresponde al sector público (dependencias de los tres niveles de gobierno) y la asistencia social. Si la facturación es por cuota fija, los pequeños comercios pagarán 4.63 pesos por metro cúbico, y los de uso industrial pagarán 342.24 pesos por mil litros de agua. Los pequeños comerciantes que pagan por cuota fija están subsidiados; los medianos y grandes comerciantes de cuota fija pagan sobreprecio. Estas estimaciones están realizadas sobre la base de un consumo mensual de 30 metros cúbicos  por usuario; si el consumo mensual es de 15 metros cúbicos o menos, los precios son más bajos, y si el consumo excede los mil litros al día, los precios aumentan significativamente. El servicio de agua potable incluye el traslado de aguas residuales y su saneamiento; el costo de estos servicios ya se consideró en el precio de los mencionados mil litros de agua consumidos diariamente.

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El servicio de cuota fija para uso habitacional es 2.5 veces más barato que el servicio medido, y el consumo no habitacional es 6.5 veces más barato que el medido; en ambos casos se trata de los estratos más bajos y siempre para un consumo diario de mil litros de agua. En el estrato más alto, el consumo medido es dos veces más barato que el de cuota fija en consumo habitacional y 11 veces más barato que el de cuota fija en consumo no habitacional.

En los 40 meses de gestión de Rafael Moreno Valle el incremento de las tarifas del servicio de agua potable (21 por ciento) es ligeramente superior al incremento de los salarios mínimos en el consumo habitacional de agua de los estratos más bajos (tanto en servicio medido como en cuota fija) y en el de cuota fija del consumo habitacional del estrato más alto. Las tarifas se incrementaron en 203 por ciento en el servicio medido de consumo habitacional del estrato más alto, y en 162 por ciento en el consumo medido para consumo comercial e industrial.

Son dos los agravios de la estructura tarifaria que se aplicará á partir del próximo mes de mayo: transitar de cuota fija a otra de servicio medido, y la desaparición de subsidios. Según el padrón de usuarios del SOAPAP de 2010 (López, 2013), 78 por ciento del total de tomas domiciliarias activas correspondieron al estrato socioeconómico más bajo del consumo habitacional (56 por ciento de cuota fija y 22 por ciento de servicio medido), los mismos que aportaron 61 por ciento del total de ingresos recaudados por ese organismo descentralizado; había 231 mil cuentas facturadas como cuota fija tan solo del estrato más bajo de consumo habitacional; la facturación de cuota fija en el área de influencia del SOAPAP (municipios de Puebla, Amozoc, Cuautlancingo, San Pedro Cholula y San Andrés Cholula) fue de 271 mil, es decir 66 por ciento del total de tomas activas. Ahí hay un problema de justicia y equidad, eficiencia administrativa (cartera vencida) si se les obliga a los usuarios de cuota fija transitar al servicio medido.

El otro agravio es la violación del artículo 120 de La ley de Aguas para el Estado de Puebla aprobada el pasado 31/12/12 por el Congreso local ahí se registran en el numeral I las tarifas y cuotas especiales para personas de la tercera edad, pensionados, jubilados, personas con capacidades motrices diferenciadas, enfermos en fase terminal. Hasta diciembre de 2013 se podía tramitar un descuento de 50 por ciento si las personas acreditaban las exigencias del artículo mencionado. La estructura tarifaria solicitada por el SOAPAP el pasado 11 de marzo registra, en el artículo 27, segundo párrafo, que ya no habrá descuento de 50 por ciento:

“Tratándose de usuarios pensionados, adultos mayores, personas con capacidades diferentes, enfermos terminales, mujeres que acrediten una situación de viudez o cualesquiera otros a los que se refiere el artículo 120 de la Ley del Agua para el Estado de Puebla, los cuales sean propietarios únicos del inmueble en donde se encuentre la toma domiciliaria y habiten de manera permanente, tendrán derecho, a partir del 1 de enero de 2015, a pagar una tarifa correspondiente al Estrato 1 del servicio medido, conforme al consumo real registrado, siempre y cuando se cumpla con los siguientes requisitos…”

Un pensionado del estrato socioeconómico más bajo pagaba 2.81 pesos por cada mil litros de agua en diciembre de 2013 y ahora pagará, ubicándolo donde siempre ha estado (el nivel más bajo), 13.89 pesos por cada mil litros de agua; de pagar mil 25 pesos anuales en 2013, el pensionado favorecido por su ubicación en servicio medido del estrato socioeconómico más bajo ahora pagará 5 mil 70 pesos, un incremento de 500 por ciento.

El SOAPAP no es un buen operador de los servicios públicos de agua, drenaje y saneamiento; nos debe muchas explicaciones. Del total de agua extraída, solo 58 de cada 100 litros llegan a su destino; no expide facturas a una de cada cuatro tomas de agua instaladas; de los usuarios a quienes factura, solo logra recaudar 53 por ciento de lo facturado, lo que se traduce en una eficiencia global de 31 por ciento (López, 2013). Por cada mil litros de agua extraídos, el SOAPAP gastó 10.8 pesos en 2010, recuperó 7.0 pesos y perdió 3.8 pesos. El costo promedio nacional en ciudades de 50 mil habitantes o más fue de 5.5 pesos por cada mil litros. Donde ha demostrado que le sobra eficacia es para aumentar sus gastos en servicios personales, que se incrementaron en 144 por ciento entre 1999 y 2010, así como los gastos en materiales y suministros, que aumentaron en 196 por ciento en esos años; en cambio, los ingresos del SOAPAP solo crecieron en 25 por ciento entre 1999 y 2010.

En 2010 el consumo diario por persona en el área de influencia del SOAPAP fue de 168.6 litros; lo ofrecido por ese organismo fue de 126.3 litros y el déficit por persona fue de 42.3 litros diarios (33 por ciento respecto al total ofrecido). Tal parece que el SOAPAP ha estado en ayuno financiero y no hubiera recibido apoyos y los hechos indican lo contrario: cuando gobernó Melquiades Morales recibió 875 millones de aportaciones públicas y 825 millones de pesos con Mario Marín; los préstamos comerciales ejercidos durante la gestión de Melquiades Morales fueron tres mil 575 millones de pesos y 2 mil 962 con Mario Marín. ¿Qué hicieron con esos 8 mil 236 millones de pesos? ¿Por qué ahora la deuda del SOAPAP equivale a 30 por ciento de sus ingresos?

 

 

Nota

 

1 López Zamora, Rafael de Jesús, 2013, Sujetos sociales, conflictos y gestión de los servicios de agua potable y alcantarillado y saneamiento en el “espacio social natural” de la ciudad de Puebla 1984-2010.  Puebla, BUAP. FE (Tesis Doctoral), pp 326.

 

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