La fundación de la escuela de Física en Puebla

La segunda escuela de Física en todo el país nació en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) el 8 de febrero de 1950; el entonces Rector de la Universidad, el licenciado Horacio Labastida Muñoz, expresó en la sesión del H. Consejo Universitario:

“[..] para tener un concepto científico del mundo, es necesario el tener un estudio metódico y concienzudo de las matemáticas superiores y de la física nuclear o física atómica, dado que han tenido un desarrollo extraordinario en los últimos años, modificando radicalmente la mayor parte de las ideas científicas anteriores; que si nuestra Universidad no proporciona esta enseñanza, vive ignorante y retrasada; para solucionar este problema se ha pensado en la creación de la Escuela de Ciencias Físico Matemáticas”.

En aquella exposición, Horacio Labastida afirmaba “no se trata de un proyecto improvisado, es un plan muy meditado, formulado por un especialista tan competente como el ingeniero Luis Rivera Terrazas, quien presta sus servicios en el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla. Y agrega: “el proyecto fue presentado al Doctor en Ciencias Físico Matemáticas Carlos Graef Fernández, quien lo encontró excelente y completo”.

La escuela de Ciencias Físico Matemáticas, dice el acta del Consejo “persigue dos fines fundamentales: la preparación de un magisterio más apto para la enseñanza de las matemáticas y la Física moderna, y la formación de futuros investigadores dedicados a las ciencias puras; hasta ahora la universidad se ha limitado a preparar a sus estudiantes para la simple lucha por la vida; es tiempo ya de que se esfuerce en capacitar para la alta capacitación científica.”

La Universidad, en las páginas de su Gaceta Universitaria, recuerda los tiempos en que se creó dicha escuela:

“Se trató también de una iniciativa audaz porque en ese tiempo la Universidad de Puebla apenas comenzaba a despertar del estancamiento académico y cultural en que estuvo sumida durante varias décadas debido al control que ejercieron sobre ellas las clases dominantes de Puebla, quienes las convirtieron en un bastión para defender sus concepciones ideológicas y culturales, y sobre todo sus intereses materiales. De este modo nuestra institución permaneció sumida en el oscurantismo a lo largo de casi toda la primera mitad de este siglo que está por terminar”.

En 65 años de vida, la Facultad de Físico Matemáticas se ha transformado en diversas ocasiones y bajo distintas circunstancias. Hoy, la facultad vive un sólido nivel académico, promueve ampliamente la divulgación científica y se mantiene en la vanguardia de la investigación.

No es fortuito que estudiantes e investigadores en disciplinas como Computación, Electrónica, Química y Físico Matemáticas de la BUAP se destaquen en en olimpiadas y certámenes de conocimientos y proyecto de innovación.

No es casual que en Puebla se desarrollen proyectos ambiciosos y únicos en el mundo como HAWC y el GTM, y que sea anfitrión del Laboratorio de Supercómputo del Sureste de México.

La robusta actividad científica en Puebla no podría entenderse sin la historia de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, conmemorar el 65 aniversario de esta escuela, es traer a la memoria cómo un obstinado grupo de personas insistió en revivir la milenaria tradición científica de nuestros pueblos a mediados del siglo pasado.

Quienes compartieron su experiencia son sujetos históricos concretos, para quienes la FCFM significa trabajo, empeño, motivación, amistad, amor, formación, una vida de entrega a una pasión: la ciencia.

Es probable que existan inexactitudes, el “Alzheimer juvenil” —anticiparon algunos entrevistados— los puede asaltar por momentos. Las omisiones son responsabilidad de quien teclea, los temas fueron variados, interesantes y amplios, el espacio no sería suficiente.

Agradecemos la colaboración de Jesús García Ortiz, Fernando Velázquez Castillo, Raúl Cuellar, José Ramón Enrique Arrazola, Carlos Cano, Alejandro Vázquez y Godínez, Gerardo Martínez y Esaú Percino Zacarías, quienes amablemente brindaron su tiempo para compartir su experiencia de vida en la facultad y sus opiniones respecto a la producción de conocimiento. También externamos nuestra gratitud a quienes tuvieron disposición para colaborar con este suplementos y que por causas de agenda no se logró coincidir con la publicación de este número.

Agradecemos al Archivo Histórico de la BUAP por facilitar el material fotográfico para esta publicación.

 

Las entrevistas aquí presentadas han sido escritas por Denise Lucero Mosqueda

 

 

Referencias

 

Acta de Sesión del H. Consejo Universitario 8 de febrero de 1950.

 

Gaceta Tiempo Universitario. Ingreso de la BUAP a la ciencia moderna. Año 2, no. 4. 25 de febrero de 1999.

 

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