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Un nuevo telescopio para México: proyecto San Pedro Mártir

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Desde la primera ocasión en que Galileo Galilei (1564-1642) apuntó un telescopio al cielo, los astrónomos han utilizado este instrumento para estudiar los fenómenos celestes y tratar de develar los misterios del Universo. El telescopio ha sido por siglos un instrumento indispensable para la astronomía, ya que permite a los astrónomos el estudio de objetos celestes que de otra manera serían imposibles de observar debido a las limitaciones de la visión humana.

p-19La cantidad de luz y detalle que puede capturar un telescopio está definido principalmente por su tamaño. Telescopios más grandes son capaces de captar más luz y observar objetos más tenues y distantes, además de lograr imágenes con mayor detalle y nitidez, lo cual es fundamental para que los astrónomos puedan estudiar los procesos físicos del Universo.

Pero no solo el tamaño del telescopio es importante, también el sitio desde donde se hacen las observaciones. Los observatorios astronómicos se encuentran generalmente en sitios alejados de la mancha urbana para evitar la contaminación lumínica, y en sitios elevados para que la luz que llega del espacio exterior atraviese la menor cantidad de atmósfera terrestre. Los mejores sitios astronómicos son montañas aisladas en medio de océanos templados o bien, montañas costeras cerca de océanos fríos. Hay muy pocos sitios en el mundo que cumplan estas características, pero en México tenemos la fortuna de contar con uno de ellos: la Sierra de San Pedro Mártir en Baja California, uno de los cuatro mejores sitios a nivel mundial para la observación astronómica junto con la isla de Hawaii (EUA), la de La Palma en las islas Canarias (España) y el desierto de Atacama en Chile.

San Pedro Mártir es el sitio del Observatorio Astronómico Nacional y está a cargo del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, el cual alberga una batería de telescopios con espejos primarios de 2.1 m, 1.5 m, 0.84 m y otros pequeños telescopios robóticos. El telescopio de 2.1 m es uno de los dos más grandes del país junto con el del Observatorio Astrofísico Nacional Guillermo Haro en Cananea, Sonora.

Desde hace más de 20 años la comunidad astronómica nacional ha tenido el interés de construir un nuevo telescopio en San Pedro Mártir, con el cual  se aprovecharían las bondades naturales de este sitio, pero, por diversos motivos, principalmente económicos, el proyecto no se ha podido materializar.

Sin embargo, recientemente se han combinado una serie de factores que han abierto la posibilidad de que este sueño pueda hacerse realidad. En los últimos años el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en conjunto con el IA-UNAM han impulsado el proyecto denominado Telescopio San Pedro Mártir (TSPM), una iniciativa para construir en nuestro país un nuevo telescopio con un espejo primario de 6.5 metros de diámetro. En esta ocasión se ha buscado que la construcción del telescopio sea viable, con la participación de socios extranjeros que puedan aportar infraestructura en especie al proyecto. La Universidad de Arizona y el Observatorio Astrofísico Smithso-niano de la Universidad de Harvard, han sido instituciones históricamente cercanas a la astronomía mexicana, y tienen un interés particular en poder aprovechar las características del cielo de San Pedro Mártir.

Desde 2012 existe una carta de intención entre el INAOE, el IA-UNAM, la U. de Arizona y la U. de Harvard para la creación de un observatorio binacional México-EUA a través del TSPM. La inversión requerida para la construcción del telescopio es de aproximadamente 70 millones de dólares. México aportaría el espejo primario (propiedad del INAOE y la U. de Arizona), la estructura del telescopio, el domo y el edificio de servicio, mientras que las universidades de Arizona y Harvard aportarían el espejo secundario y la instrumentación de primera generación del telescopio. El observatorio binacional funcionaría de tal manera que la comunidad astronómica mexicana podrá tener acceso al observatorio MMT(Multi-Mirror Telescope) de Arizona que cuenta con un telescopio de 6.5 m, mientras que los investigadores de los socios americanos tendrían acceso al nuevo telescopio en San Pedro Mártir.

El TSPM se ubicará a 2 mil 830 metros sobre el nivel del mar, consistirá en un telescopio óptico-infrarrojo con un espejo principal de 6.5 metros de diámetro tipo Cassegrain. El diseño del telescopio está basado en los telescopios gemelos Magallanes de 6.5 m que operan exitosamente en el Observatorio de Las Campanas en Chile, desde 2000 y 2002. La instrumentación de primera luz para el TSPM, aportada por los socios americanos, consistiría en una cámara de gran campo llamada Megacam, una cámara en el infrarrojo denominada MMIRS, así como el instrumento Binospec, un espectrógrafo de última generación que está siendo desarrollado por el Observatorio Smithsoniano de la U. de Harvard. De esta manera, el TSPM será un telescopio moderno con el tamaño y la instrumentación que permitirá a nuestros científicos realizar investigación de punta en astronomía planetaria, galáctica y cosmología, así como el estudio del cielo variable y grandes catastros astronómicos.

Con sus 6.5 metros de apertura el TSPM no será uno de los telescopios más grandes del mundo, ya que la tendencia mundial es la construcción de telescopios gigantes, tales como el Gran Telescopio Magallanes (GMT, 28 m, Chile), el Telescopio de Treinta Metros (TMT, Hawaii) y el Telescopio Europeo de Gran Tamaño (E-ELT, 39 m, Chile). Sin embargo, en las próximas décadas, la importancia de telescopios como el TSPM radica en su ventaja de poder observar un campo del cielo mucho más grande que los telescopios gigantes. Telescopios como el TSMP pueden hacer patrullajes periódicos del cielo gracias a su gran campo de visión, lo cual les brinda una gran versatilidad en el tipo de instrumentación de nueva generación que pueden utilizar. El TSPM podrá detectar objetos que los grandes telescopios observarán posteriormente con mucho mayor detalle, por lo que existirá una sinergia natural que garantizará la competitividad y relevancia internacional del TSPM en el futuro.

El TSPM se encuentra actualmente en etapa de diseño, el cual está siendo desarrollado por el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI) en su sede de Querétaro; así como por la empresa M3, especializada en arquitectura e ingeniería con sede en Tucson, Arizona, a través de su oficina en Hermosillo, Sonora. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha aportado los fondos necesarios para terminar la etapa de diseño, el cual se estima finalizar a mediados de 2016, periodo en el que se solicitará el financiamiento para la construcción del TSPM al gobierno federal, la cual se espera iniciar en 2017. El tiempo de construcción estimado es de cinco años, con un inicio de operaciones científicas del TSPM para 2022.

El desarrollo de proyectos como el TSPM es de suma importancia para México, ya que promueven el desarrollo de la tecnología y la ingeniería, así como la formación de recursos humanos altamente capacitados. El TSPM se unirá a otros grandes proyectos astronómicos como el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM) y el Observatorio de Rayos Gamma HAWC, ambos operados por el INAOE. Pero más allá de eso, los grandes proyectos astronómicos son simplemente inspiradores, animan a las nuevas generaciones a interesarse en carreras científicas y de ingeniería, y serán precisamente ellos, los futuros astrónomos e ingenieros, quienes tendrán la fortuna de utilizar y trabajar en estas grandes infraestructuras astronómicas.

 

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