El superávit de la balanza comercial sucede cuando el monto de las exportaciones de un país supera al monto de sus importaciones. Es decir, que el pago que se recibe por el envío de productos elaborados en el propio país es mayor al que se eroga por las mercancías traídas del exterior. Ello se puede explicar entre otras causas por la alta demanda de los productos nacionales en los mercados externos, lo cual es sumamente positivo para una economía, en virtud de que se traduce en una mayor competitividad de sus productos en dichos mercados, así como en un aumento de la recepción de las divisas, que fortalecen sus reservas de moneda extranjera y que, al momento de ser intercambiadas a la moneda de circulación en el país incrementan los ingresos de los exportadores.
En marzo de este año, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)2, la balanza comercial de México registró un superávit de mil 168.7 millones de dólares (mdd), que se traduce en una variación anual de sus exportaciones de 3.2 por ciento; en contraparte, sus importaciones lo hicieron en 1.1 por ciento. Del monto de las exportaciones, las manufactureras registraron 47 mil 624.8 mdd, representando casi 89 por ciento de estas; y de ellas, 16 mil 428 mdd fueron automotrices, esto es, poco más de 30 por ciento del total de las exportaciones del periodo. Por otro lado, el monto total de las importaciones en marzo de 2023, sumó 52 mil 388.9 mdd. De ello, 40 mil 46.5 mdd correspondió a bienes intermedios, representando estos 76.4 por ciento del total de las importaciones de ese mes.
Este panorama, que sin duda es positivo para nuestro país por la cantidad de divisas que ingresan a la economía, invita también a no perder de vista la notable dependencia que la estructura productiva mexicana (conformada en un gran porcentaje de empresas trasnacionales, compuestas de inversión extranjera directa) tiene de las importaciones de bienes intermedios, cuyo contenido tecnológico y complejidad en su elaboración, son mayores a los bienes intensivos en mano de obra.
En este mismo sentido, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy T-MEC, posibilitó la recepción de importantes flujos de inversión extranjera directa a nuestro país, la cual se tradujo en la instalación y operación de nuevas empresas.
Los factores que han favorecido el arribo de nuevas inversiones a nuestro país tienen que ver con la exención de impuestos a la internación de productos al mercado norteamericano, así como por la eliminación de aranceles que aplica México a las importaciones provenientes de los países que forman parte del Tratado. Así también, por el costo competitivo de su mano de obra, su proximidad geográfica con el mercado norteamericano, y los incentivos locales juegan un papel fundamental en este proceso.
Sin embargo, los efectos del conflicto China-Estados Unidos, los estragos de la pandemia Covid-19, y de la guerra Rusia-Ucrania han evidenciado tanto lo complejo, incierto y costoso que está siendo la fabricación de insumos y componentes en lugares distantes a donde se realiza el proceso productivo, como su transportación al mercado donde se comercializa el producto final. Así, por ejemplo, el costo de trasportación marítima ha registrado un incremento de mil 500 por ciento durante este periodo, al pasar de mil 200 dólares a 18 mil dólares, de acuerdo con información emitida por la vicepresidencia de la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas3.
Tal situación está incidiendo en el replanteamiento de la estrategia de offshoring de las firmas globales, y abriendo paso a la adopción del nearshoring, es decir a la relocalización de segmentos de empresas globales en territorios próximos a los grandes mercados, como lo es el estadounidense. En este sentido, el Banco de México en su Reporte sobre las Economías Regionales abril-junio 20224, refiere que 80 por ciento de las empresas consultadas en el estudio, afirma que la cercanía con Estados Unidos es un incentivo fuerte para la llegada de empresas internacionales.
De este efecto nuestro país podría beneficiarse, una vez más, dada su cercanía con el mercado norteamericano. No obstante, a fin de que este beneficio sea sostenible y genere efectos sustanciales en la economía nacional, a diferencia de lo ocurrido en la primera etapa de vigencia del TLCAN, en donde la IED que llegó se caracterizó por procesos de ensamble, en esta ocasión es deseable crear y consolidar condiciones institucionales, logísticas, productivas y tecnológicas.
En este contexto, el anuncio por parte de la Secretaría de Economía de la estrategia “Rumbo a una Política Industrial”5 donde se destacan acciones y mecanismos afines a los instrumentados por los países líderes en la generación de desarrollo tecnológico y crecimiento económico, abre una ventana de oportunidad para la creación de capacidades de absorción en la industria nacional que le permita vincularse a procesos de mayor complejidad que traerían consigo las nuevas inversiones que estarían por llegar al país. Por lo anterior, el reto del fortalecimiento de las capacidades productivas en las empresas nacionales sigue vigente, y con ello el de contribuir a la disminución de la dependencia de las importaciones, sobre todo de bienes intermedios.
En adición a ello, se plantean algunas ideas que pudieren contribuir a fortalecer la agenda de la Política Industrial en México, en el marco de la presencia del fenómeno del nearshoring:
- a) Diseño e instrumentación de acciones de impulso a la endogenedidad territorial, que fomente las capacidades de absorción en la estructura productiva nacional.
- b) Elaboración de diagnóstico de capacidades productivas existentes en las empresas nacionales.
- c) Construcción de una matriz en la cual se articulen los procesos productivos existentes en las empresas nacionales (manufactureras) y los procesos productivos requeridos o llevados a cabo por las empresas que fabrican los bienes intermedios, a efecto de identificar las brechas existentes, y trabajar en su reducción.
Lo anterior, a fin de contribuir, desde el espacio académico, a la reflexión y análisis sobre la relevancia de la disminución del desequilibro comercial de nuestro país, ante el fenómeno del nearshoring.
1 Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
2 Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (27 de abril de 2023). Información oportuna sobre la balanza comercial de mercancías de México marzo de 2023. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2023/balcom_o/balcom_o2023_04.pdf
3 Flores, L. (23 de febrero de 2022). El costo del transporte marítimo aumentó de 1,200 a 18,000 dólares por la pandemia: Hugo González. https://www.eleconomista.com.mx/estados/El-costo-del-transporte-maritimo-aumento-de-1200-a-18000-dolares-por-la-pandemia-Hugo-Gonzalez-20220223-0089.html
4 Banco de México. (15 de septiembre de 2022). Reporte sobre las Economías Regionales Abril- Junio 2022. https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/reportes-sobre-las-economias-regionales/%7B5C5509A9-3586-1D23-C633-5E55962A13D8%7D.pdf
5 Secretaría de Economía. (20 de septiembre de 2022). Secretaría de Economía presenta la estrategia “Rumbo a una Política Industria”.
https://www.gob.mx/se/articulos/secretaria-de-economia-presenta-la-estrategia-rumbo-a-una-politica-industrial-314996#:~:text=La%20Secretar%C3%ADa%20de%20Econom%C3%ADa%20present%C3%B3,del%20contenido%20nacional%20y%20el